Estoy llegando a la conclusión de que una amiga tiene razón: las series españolas son flojas.
Fuera de La casa de papel que logra mantenernos en estado de alta tensión, el resto mueren en el intento.
Al principio arrancan bien, pero luego, con el ánimo de alargarlas y sin la creatividad inicial las van estirando a modo de chicle.
Es el caso de Vivir sin permiso con un electo estelar donde José Coronado se luce en extremo en un papel de un hombre de apariencia noble pero que no deja de ser un empresario ambicioso que no duda en recurrir al narcotráfico para lograr consolidar su poder económico y que poco a poco va siendo devorado por el avance del despiadado Alzheimer.
También actúa Alex Gonzalez que atenta contra el hombre normal luciendo un físico muy trabajado.
La participación de Leonor Watling (esposa de Jorge Drexler) es magnífica y muy enigmática.
La primera temporada se lleva bastante bien pero la segunda es como si fuera otra totalmente distinta dando cabida a recursos muy burdos .
Siempre digo lo mismo: la creatividad de Vince Gilligan ( Breaking bad) no ha sido superada ni siquiera igualada.
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