Lima, Perú.
Desde no hace mucho tiempo me he ido interesando por la ferias de arte que se celebran año a año en diferentes ciudades del mundo. Siempre prioricé la importancia de la bienales, museos y exposiciones frente a las ferias que he interpretado como eventos con fines exclusivamente comerciales pero he ido cambiando de parecer.
Recuerdo mi impresión cuando asistí a la FIAC de Paris en 1989 celebrada en el Grand Palais, donde se expusieron 5000 obras de 780 artistas pertenecientes a 156 galerías en 15000 mt2. Esa edición estaba dedicada a Alemania que participaba con 23 galerías.
En esa oportunidad la feria estaba dividida en seis recorridos: los clásicos (Picasso, Braque, Matisse, Klee, Magritte, Man Ray, Miró, Picabia, Dubuffet, Beuys, Bacon); los abstractos (De Kooning, Franz Kline, Motherwell); el pop art (Rauschenberg, Andy Warhol, Lichtenstein) y los nuevos realistas como Klein o Tinguely; la escultura del minimal art y el arte povera; un balance de los años ochenta, con abundante presencia española, alemana e italiana; y los nuevos valores franceses menores de 40 años.
No me daban los ojos, todo me resultaba novedoso y el rollo de la máquina de fotos me resultó insuficiente.
También he visitado la feria numero uno del mundo Art Bassel que se celebra en Basilea, Suiza y desde no hace mucho tiempo también en Miami.
Así poco a poco he ido incorporando visitas paulatinamente. Debo reconocer que la tarea de ArteBA que se celebra en Buenos Aires me ha ayudado mucho en mi comprensión y asimilación de las mismas.
La tarea de esta ferias no se remite solamente al comercio del arte. Son la puerta de ingreso al país, de la ciudad, de todos los extranjeros que la visitan, también al acercamiento de su gente al arte y son una excelente oportunidad para presentar la cultura del lugar. Hay países que tienen varias ferias en diferentes ciudades.
Art Bassel es la abanderada, pero no hay que dejar de reconocer la tarea titánica que ha venido desarrollando Arco de Madrid con todas las vicisitudes que les ha tocado vencer. Otro tanto ArteBA que ha promovido no solo el arte de Argentina sino que el de la región en particular el de nuestro país. Ruth Benzacar fue la pionera en llevar su galería a Arco y así ha marcado un camino que hoy día siguen otros colegas.
El gran desafío de estas ferias es lograr atraer un público interesado, comprador, pues en resumidas cuentas las galerías participan para hacer negocios y deben vender al menos para cubrir los gastos en que incurren con sus stands que no suelen ser baratos. Pero además de ello, el evento es un gran promotor del arte local. Provocan y promueven y son excelentes oportunidades para organizar eventos, visitas a museos, galerías de arte, talleres de artistas, conferencias así como también instancias sociales que relacionan y promueven el intercambio cultural.
He participado como invitado dentro del programa VIP de ArteBA, Ch.Aco de Santiago de Chile y recientemente de Art Lima instancia ideal para conocer artistas, coleccionistas , agentes del arte así como curadores y directores de museos y de otras ferias internacionales. En esta oportunidad me llamó la atención la tarea de las empresas que proveen software para coleccionistas y galerista a través de programas que facilitan la información del artista así como de sus obras y muestras .
Estos viajes se convierten en maestrías de arte por todo lo que aprehendemos y nos relacionamos.
Está claro que el arte está atravesando un momento difícil en el mundo entero y este formato comercial facilita y promueve la difusión artística.
Es un emprendimiento privado que debe lograr la participación y el apoyo no solo de sus sponsors sino que también del estado. Santiago ha logrado establecer un vínculo entre las galerías y su gobierno llamado Sísmica, para ayudar y promover la participación de sus galeristas.
Dentro de estas ferias, ArteBa encabeza el liderazgo producto de su larga trayectoria donde ya llevan casi 30 años siendo esta la edición número 28. Una pena que este año la debieran adelantar para estos días para no coincidir con la Bienal de Venecia que inaugura el 11 de mayo, fechas que usualmente se celebra ArteBA.
En mis visitas sucesivas he tenido la oportunidad de conocer a varios coleccionistas que abren sus puertas lo que genera entusiasmo y anima a eventuales compradores o aquellos que ya vienen conformando su colección.
Ch.Aco también me dio la oportunidad de conocer otro arte que no se percibe desde la calle cundo uno visita la ciudad. Lima no se queda atrás. Existen colecciones muy importantes a nivel regional y seguramente que lo son también a nivel mundial. El compromiso de los coleccionistas es muy desafiante tanto para ellos que se sienten responsables de ir marcando el camino así como también para la sociedad.
Me refiero básicamente a coleccionistas de arte contemporáneo que son los que marcan la cancha. En Lima visitamos la casa de uno de ellos que solo compra arte joven promoviendo la creación de los artistas que recién comienzan.
Ser coleccionista para mi básicamente se trata de eso. Es una apuesta. Comprar arte de artistas consagrados o fallecidos no le veo el sentido. Mas que coleccionistas son museos históricos privados.
Art Lima celebra su séptima edición que presentaron en la Escuela Superior de Guerra del Ejercito – Escuela de Postgrado cumpliendo con un doble rol desde el momento que le dan vida a un edificio del ámbito restringido. La feria está dirigida por su fundadora Rochi del Castillo quien cuenta, obviamente con un staff de colaboradores que facilitan el movimiento tanto de galeristas, artistas curadores como visitantes. En esta edición participan en el sector Principal 41 galerías consolidadas internacionalmente.
En otro sector llamado Plataforma son 14 las galerías y proyectos auto-gestionados y luego en Projects se exhibieron 6 proyectos de artistas.
El curador general de la feria es Gerardo Chavez-Maza quien a su vez tiene a su cargo otras exposiciones fuera de la feria entre las cuales “Nuevas crónicas del buen paisaje” de la artista María José Argenzio (Guayaquil, Ecuador, 1977) que me impactó muy bien.
Perú tiene un peso cultural muy fuerte por todo su pasado indígena Inca pero tampoco puede quedarse anclado en ello. Mas allá de su coyuntura política, luego de la renuncia de quien fuera su presidente por estar involucrado en operaciones ilícitas de enriquecimiento personal, Art Lima no solo no baja los brazos sino que refuerza su compromiso.
Asimismo la ciudad tropical que nos embriaga con sus aromas de flores y frutas exóticas ofrece una gran oferta turística que complementa con su excelente gastronomía entre variadas alternativas de dispersión. Vale la pena citar el restaurante Central ubicado en Barranco, dirigido por el chef Virgilio Martínez ocupando el sexto lugar en le ranking mundial. Este local se ha fusionado con Kjolle de la chef Pía León, donde además tienen un departamento de análisis e investigación de nuevos ingredientes gastronómicos.
Catalogar una feria solo por su éxito comercial es un gran error. Yo no estoy dentro de la organización para estar al tanto de las ventas mas allá de comentarios de amigos galeristas, pero veo que este gran esfuerzo redunda en la promoción de la ciudad, del país que no quiere quedarse solo con sus ruinas y huacas, un país que levanta la mano y se hace presente a nivel internacional.
De Uruguay participaron en esta VII Art Lima: Black Gallery , Garzón; Diana Saravia, Montevideo: Galería del Paseo, Lima, Punta del Este y SOA Arte Contemporáneo, Montevideo.
Dentro de las galerías destacadas vale la pena mencionar 80m2 Livia Benavides, Lima; Henrique Faria, Buenos Aires; Impakto, Lima; Marion Gallery, Ciudad de Panamá; Patricia Ready, Santiago de Chile; Revolver, Buenos Aires, Lima y dentro del sector Plataforma la galería Bloc Art que con interesantes propuestas.
80m2 en este momento está exhibiendo en su local ubicado en Barranco una muestra del peruano Sergio Zevallos (Lima,1962) único artista de su país que ha participado en la Documenta de Kassel, Alemania. Su obra ocupa cuatro salas de la galería con propuestas muy interesantes motivo de otra nota.
Creo vital y necesario que países y ciudades tan comprometidas con el arte deban tener este tipo de instancias. Me da pena que Montevideo no cuente con una feria anual perteneciendo a un país con una cultura tan rica y con artistas tan destacados a nivel internacional. Debería de ser un objetivo a cumplir para nuestro próximo gobierno, amén de apoyar nuestra bienal que tanto esfuerzo y trabajo requiere a sus organizadores donde edición tras otra van viendo disminuir el apoyo económico de sus sponsors.





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