VIGENCIAS: 500 años de Leonardo da Vinci

Montevideo, Uruguay.

Se trata de una buena selección de artistas que presentan obras innovadoras y creativas características comunes con el genio de Da Vinci en la sala Galería CAF, Banco de desarrollo de América Latina en su sede de Montevideo.

Alejandro Turell,1975 – Carlos Guinovart, 1965 – Daniel Gallo,1948 – Diego Masi,1965 – Yvonne D’Acosta, 1949 – Juliana Rosales, 1960 – Sergio Altesor

Curaduría Mariela Provenzali Cárdenas

La muestra homenaje a Leonardo da Vinci a 500 años de su fallecimiento esta conformada por una exquisita selección de artistas que fueron escogidos para acompañar el espíritu creativo del genio.

A pesar de lo incomodo del acceso a la sala donde hay que anunciarse a los guardias de seguridad quienes toman nota tanto de nombres como de documentos, vale la penas acercarse.

La sala no tiene la nobleza necesaria para albergar exposiciones de arte pues se trata mas de un corredor vidriado que de un espacio artístico, mismo así, la curadora siempre logra sobreponerse y logra un estupendo resultado.

A través de la selección de seis artistas cada uno con una obras realizada especialmente para la muestra, las mismas logran un dialogo sin molestarse unas a otras.

La propuesta de Diego Masi llama la atención por el soporte utilizado, así como por su movilidad y sutileza para hablar de algo que a nuestro intelecto se le pasa a primera vista, pero que nuestra sensibilidad queda embelesada. Luego vendrá el análisis si es que tiene que existir.

Yvonne D’Acosta, destaca por la variedad de soportes utilizados yendo desde pintura en el muro, escultura blanda en el espacio, llegando hasta el piso donde irrumpe con la afirmación de la sombra que proyecta a través de vinilo.

La temática está basada en La Virgen de las rocas, de Da Vinci, donde D’Acosta disgrega en varias capas que se sobreponen de piso a pared.

Su roca esta representada a través de una figura mórfica, escultura blanda, que nos llevan de un ámbito contemporáneo al pasado histórico.

Alejandro Turell, propone a modo “darwiniano” un estudio de un científico. Allí denota el tiempo transcurrido que se percibe a través de animales disecados y piezas añejas y deterioradas por el paso de los años.

También Turell se da de la mano con artistas como Lousie Bourgeois y Damien Hirst quienes trabajan también con las estanterías que no solo sirven para exponer los objetos sino que logran incorporarse como un todo dentro de la propuesta.

Daniel Gallo debería de llevarse un premio especial a la pulcritud y la prolijidad. Sus piezas todas realizadas a mano parecen el producido industrial por el pulido y perfeccionamiento de las mismas.

En esta oportunidad, Gallo homenajea a Da Vinci a través de una pieza lúdica e hipnótica. Se trata dos tableros exactamente iguales unidos por un puente rojo que conduce la mirada del espectador de un lado al otro, casi de forma obligatoria, buscando ir de un espacio al otro como si de dos mundos se tratara. También el color rojo de la pieza central juega un rol importante pues no solo resalta sino que también vincula y hace destacar los tableros base.

Carlos Guinovart creo que es quien mejor comulga con el espíritu innovador y creativo de Da Vinci. Al igual que le sucediera en su tiempo al homenajeado, su pieza no termina de entenderse y no le vemos una aplicación racional y lógica, pero seguro que el tiempo le dará la razón.

Artista muy relacionado con el agro, trabaja con materiales naturales como la madera y la lana de oveja en una especie de monstruo robótico devorador que intimida al espectador. El hombre estaría representado en el pelego de la oveja que va a ser cardado.

Juliana Rosales desde hace un tiempo viene trabajando con los mapas que denotan territorialidad que tanto problemas acarrea al ser humano. La naturaleza no reconoce limites ni propietarios pero el hombre se esmera en marcarlos y lucha y mata por ellos.

Su pieza mapeada que compañía de un escena natural de campo, nos invita a un recorrido analítico y pausado. La pieza es atractiva sin embargo hay información confusa.

El título es en inglés (Black River) lo que nos lleva a relacionarlo con el Río Negro que atraviesa nuestro país máxime ayudados por la orilla que está representada en la pintura, pero cuando afinamos la mirada encontramos bien definida la Laguna Negra que dista bastante del Rio Negro.

Por otro lado la obra tiene un texto en italiano: “se egli non fusse stato tanto vario et instabile” (si hubiera sido tan variado e inestable) que obliga al espectador al manejo de tres idiomas.

Podemos pensar que el uso del italiano es para referirse al idioma de Da Vinci pero el ingles no queda claro del por que, mas allá que confunde. Tal vez debería de haberse acompañado con un texto explicativo que no figura en el catalogo.

Llama la atención una pieza en formato cuadro de Sergio Altesor Licandro, donde se enmarca un texto de “La dama del armiño” de Da Vinci.

Su nombre no figura en la nomina de los artistas dentro del catálogo.

No queda claro el propósito del mismo ni el objetivo. ¿Participa como artista o como co-curador?.

Como fuese, su participación no queda definida y perjudica la muestra en su contexto general.

Mas aun sorprende que si bien en el catalogo figura el nombre de la curadora, no haya texto alguno ni en la sala ni en el soporte gráfico que complementa al muestra.

Una pena estos detalles que no permiten lucir la muestra en todo su esplendor.

Galería CAF – Ciudadela 1235.

Lun a vie: 9 a 12h y 14.30 a 17h. Hasta 29.02.20

(NOTA: los hombres no pueden ingresar de pantalones cortos o bermudas)


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