The gentlemen

He quedado gratamente sorprendido con esta nueva serie bajo la dirección del inglés Guy Ritchie (Hatfield, 1968), a quien se le considera un especialista en la temática de la mafia inglesa.

Ritchie logró mayor notoriedad al lado de la que fuera su esposa durante ocho años Madonna, madre de su hijo Rocco, pero esta serie lo coloca como uno de los más destacados directores de cine del Reino Unido.

Logró suceso con la serie Sherlock Holmes en 2009 donde marcó un ritmo vertiginoso que caracterizaba cada capítulo no permitiendo que decayera la atención del televidente.

The Gentlemen continúa dentro de esa línea y está inspirada en la película que llevó a cabo bajo el mismo nombre en 2019.

Es sabido que detrás de la pomposidad inglesa marcada por las normas de la realeza con los Windsor a la cabeza, siempre se han escondido grandes y nefastas verdades donde los negocios turbios no escapan de la situación.

Los ingleses barren debajo de la alfombra. Ejemplo claro de ello es la situación que la familia real está atravesando hoy día donde se pone en duda que la princesa Kate esté viva.

Y una cosa lleva a la otra. Nada fácil es mantener los palacios que provienen del feudalismo que demandan abultados presupuestos que hoy día son imposibles de generar.

Muchos han debido de sucumbir, otros se han devenido en museos, pero otros tantos se han debido de mantener a partir de negocios no lícitos, entre los cuales se encuentra el narco tráfico, aspecto que aborda esta serie.

Todos tenemos un precio a la hora de vender nuestra integridad.

Conservar títulos y altos presupuestos para mantener los fastuosos escenarios de la aristocracia, no escapan a ofertas ilícitas más aquellas proveedoras de suculentos ingresos.

La misma temática de mafia y corrupción ya lo habíamos visto en Peaky Blinders también ambientada en Reino Unido donde la violencia despiadada y sin contemplación alguna, fue el principal condimento generador de la adrenalina que atrapó a los espectadores.

The Gentlemen, que se acaba de estrenar en marzo de este año, analiza esta misma situación y por mas qué tenga pasajes de situaciones ridículas cargadas de humor, es el reflejo de la realidad con una alta cuota de verdad.

Cómo todas las series y películas inglesas, esta no es la excepción en calidad y no escatima en ambientaciones, exteriores, vestuarios, sagacidad en el guión y fundamentalmente buenas actuaciones.

Y referido a este último aspecto cabe destacar la actuación del británico Theo James (High Waycombe, 1984) en su papel de conde quien no solo recibe de su padre como herencia un título nobiliario sino también una fuente de ingresos proveniente de la comercialización del cannabis.

También destaca la presencia de Giancarlo Esposito (Copenhague,1958), quien nos supo deleitar en Breaking Bad donde llevó a cabo un papel tan bueno que el mismo es aplicado en esta serie dentro del mismo perfil.

La serie está compuesta por ocho episodios que se nos hacen adictivos y que es de esperar que haya una nueva temporada, aspecto que queda planteado en virtud del desenlace final.

Plataforma: Netflix


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