Venecia, Italia.
Otra de las destacadas artistas que participan en la 59 Bienal de Venecia, 2022, es la americana Simone Leigh, hija de misioneros jamaicanos.
Nacida en Chicago en 1967, esta artista que vive en New York, recibió una licenciatura en Arte con especialización en Filosofía en 1990.
Dentro de sus estudios, dedicó gran parte de su interés al estudio del arte africano y afroamericano.
Luego de graduarse, tuvo el interés de desempeñarse como trabajadora social, pero luego de una pasantía realizada en el Museo Nacional de Arte Africano, optó por dedicarse al arte, aunque esa idea nunca había estado dentro de sus planes.
Su formación filosófica, sumada a sus intereses sociales, la han llevado a expresarse dentro de un ámbito que alude a la marginación de las mujeres negras dentro de la sociedad americana, lo que se puede extrapolar al resto de los países occidentales.
Para ello trabaja con varios soportes como esculturas, instalaciones, video, performances así como prácticas sociales.
Los variados soportes que utiliza, aluden a la interioridad de la mujer negra, rindiendo homenaje a la colectividad distribuida entre Africa y la diáspora africana en el mundo entero.
En octubre de 2020 , Leigh fue seleccionada para representar a su país en la 59 Bienal de Venecia, convirtiéndose en la primer mujer negra en ocupar ese lugar en al pabellón de Estados Unidos ubicado en Giardini della Biennale.
Sovereighty (Soberanía), es el título escogido para su propuesta donde la artista analiza la construcción de la subjetividad de la mujer negra dentro de su linea de investigación sobre el tema de la autodeterminación.
A tales efectos, Leigh combinó diversos relatos relacionados con rituales de los pueblos de Baga de Guinea, las culturas de los primeros afroamericanos radicados en el Distrito Edgefield en Carolina del Sur, junto con la Exposición Colonial Internacional de París de 1931 donde se instauró a la choza como iconografía de las colonias.
En su propuesta lleva a cabo una instalación compuesta por piezas de gran tamaño realizadas en cerámicas y bronce de arte africano, así como con objetos vernáculos que combina con el cuerpo femenino.
Algunas de sus piezas aluden a objetos de la diáspora africana que circulan como souvenirs al servicio de los relatos coloniales.
También Leigh, intervino el pabellón de líneas neoclásico, que revistió con un techo de paja, rasgos de un palacio africano occidental de la década de 1930.
Combinadas con otros materiales que utiliza para lograr su objetivo, sus piezas son el producto de la combinación de la cerámica americana con la africana, por lo que sus obras resultan de rasgos modernistas más allá del sesgo étnico.
Su objetivo es el de resaltar el trabajo y la resiliencia de la mujer negra a lo largo de la historia mundial con la capacidad para superar circunstancias opresivas.
Mas que proponer respuestas, la obra de Leigh de carácter denunciativo, provoca preguntas relacionadas con la autodeterminación del individuo, la soberanía en cuanto a la autoría de la historia de cada ser humano sin estar sujeto a ciertas autoridades y fundamentalmente a no depender de la mirada del otro.
Ser soberano es no estar sujeto a la autoridad del otro o a los deseos del otro, o a las miradas del otro, sino que ser soberano implica ser autor de la propia historia de cada ser humano.
“Para decir la verdad necesitas inventar lo que podría faltar en el archivo, necesitas colapsar el tiempo y preocuparte de los grandes problemas, sacudir las cosas de manera que revelen algo mas verdadero que el propio hecho”, dicho en palabras de la artista.
A primera vista, Leigh, presenta en el centro de la explanada exterior del pabellón, una escultura de tamaño monumental que impacta la mirada distraída del espectador, incitándole un abordaje inmediato. Llamada Satélite, la escultura evoca la tradicional D’mba, conformada con un busto femenino de origen baga de la costa de Guinea, que ritualmente utilizaban sus pobladores para comunicarse con sus ancestros.
De simples rasgos conformados por senos caídos que dan cuenta de una mujer madre que ha amantado, piernas y brazos abiertos que se convierten un grupo de rígidas y firmes columnas que aluden a las faldas protectoras de las mujeres, la pieza define el fuerte carácter de la muestra.
La mujer está coronada con un tocado D’mba tradicional, que funciona como lo haría una antena parabólica transmitiendo información mas allá de la distancia física que separa las mujeres africanas diseminadas en la diáspora mundial.
Dentro del pabellón y sobre una piscina, se yergue una escultura llamada Last Garment, realizada en bronce que llama en forma enigmática la atención del espectador.
Se inspira en la fotografía de una lavandera trabajando (‘Mammy’s Last Garment’ de C.H. Graves) tomada en Jamaica a finales del siglo XIX y utilizada como llamador para potenciar el turismo caribeño anglófono.
Se trata de una mujer lavandera con los pies metidos en el agua, que evoca los estereotipos creados por la industria turística del Caribe, que impulsados por el gobierno colonial británico, ofrecían a Jamaica como un “paraíso tropical”.
Este tipo de imágenes circularon a modo de publicidad presentando a Jamaica como un pueblo colonizado a la vez que dominado por la civilización europea, con el pueblo jamaiquino doblegado al servicio de la comodidad del hombre blanco.
Otra pieza de un gran magnetismo, es una torre que con forma de campana y cubierta de rabia, define la pieza llamada Cupboarb, evocando la arquitectura vernácula del Sur Global, término que habitualmente se refiere a todos aquellos países que tienen una historia interconectada de colonialismo, neocolonialismo y una estructura social y económica con grandes desigualdades en niveles de vida, esperanza de vida o acceso a recursos.
La exhibición de Leigh continua fuera del pabellón bajo la curaduría de la también coreógrafa Rashida Bumbray, quien viene colaborando con la artista en varios de sus proyectos.
Pavillon with Loophole of Retreat: Venecia, reunirá en octubre próximo, escritores, investigadores y artistas negros para debatir las temáticas propuestas por Leigh en su representación nacional.
La obra de Simone Leigh también fue seleccionada por Claudia Alemani, curadora la 59 Bienal de Venecia, para lo cual presentó Brick House, una obra monumental ubicada en Arsenale que le llevó a recibir el premio León de Oro a la mejor propuesta individual ya que fue, según el jurado, la que mejor consiguió plasmar el tema general de la exposición, denominado «La leche de los sueños”.
Esta escultura monumental que se presenta de forma impactante al ingreso de Arsenale, combina formas de una falda y una casa de arcilla.
Pesa casi 2.700 kg y mide casi 5 metros de altura con un diámetro cercano a los 3 metros.
La cabeza de la mujer esta coronada con un afro enmarcado por trenzas “cornrow”, llamadas popularmente trenzas africanas que popularizara Bo Derek en la película «10, la mujer perfecta” en 1979.
Esta pieza combina varios estilos arquitectónicos diferentes considerando la de Batammaliba de Benin y Togo, las viviendas teleuk del pueblo Mousgoum de Camerún y Chad y el restaurante llamado Mammy’s Cupboard sito en la autopista US 61 al sur de Natchez en Misisipi.
La fuerte e impactante presencia de esta pieza, nos recuerda la escultura de Ron Mueck cuando expuso Boy (1999) en la 49 Bienal en 2001.
Brick House fue el encargo inaugural de High Line Plinth, el parque ubicado en New York, que alberga obras públicas lo que le ha llevado a convertirse en un nuevo polo de atracción artístico de la ciudad donde las piezas rotan cada dieciocho meses.
Asimismo, una Brick House, fue instalada en forma permanente en la puerta del campus de University City de la Universidad de Pensilvania.
Simone Leigh cuenta con una larga trayectoria con reconocimientos como el Premio Hugo Boss en 2018 que otorga anualmente el Museo Guggengheim, considerado como uno de los mas importantes del mundo.
Ha venido exponiendo desde principios de siglo fundamentalmente en Estados Unidos con una destacada muestra en 2016 en la Tate Modern de Londres. Es de esperar que a partir de este reconocimiento en la Bienal de Venecia, Leigh logre notoriedad en el resto del mundo y que la veamos exponiendo en los mas importantes museos.




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