Roma

Para quienes vieron Roma de Alfonso Cuarón, hay un documental backstage donde el director relata las razones que lo llevaron a crear esa película.

Está basada en su experiencia familiar propia y recreó todos los ambientes tal cual eran de acuerdo a la realidad y al impacto de su memoria que fue la protagonista del guión.

Recuerdos familiares íntimos como el momento en que su padre los abandona así como hechos históricos que involucraron a toda la ciudad como fueron la revolución del 68 y luego la del 72 donde debió de recrear los escenarios de forma muy exhaustiva, casi que cuidando de preservar su memoria para que no variara a partir de estas ambientaciones.

Todo ello en un continuo fluir poético siempre acompañado de reacciones sorpresivas de los propios actores que nunca tuvieron acceso al guión sino que iban tomando noción del relato de la historia a medida que avanzaba.

Otros elementos a destacar es la elección de los actores para que fueran lo más fieles a sus papeles como los casos de los médicos, enfermeros y parteras que en la realidad se desempeñan como tales.

Las chicas que hacen de empleadas domésticas las escogió teniendo en cuenta que hablaran en su vida real el dialecto que en la película expresaban con naturalidad y convicción cuando quieren eludir el entorno laboral en la familia en la que trabajan sin ser entendidas por el resto.

La razón por la cual la creó en blanco y negro cuidando los detalles de época pero con una resolución fílmica y fotográfica que denotara el propio siglo XXI dando cabida a ese juego de la memoria donde transcurre la misma. No se trata de una realidad sino de un viaje dentro de los recuerdos.

Cuarón nos abre su mundo íntimo que nos permite recorrer a modo de un fluir constante, elemento que prevalece en la película. Todo fluye, cómo el tiempo que no se puede atrapar, que siempre se nos escapa de las manos.

Según él, fue su primera película mismo habiéndonos deleitado con otras anteriores.

Es un obra de arte, un transcurrir dentro de su mente. Una joyita que debe de ser analizada más como una obra de arte visual que como una película de entretenimiento.

Me dio gusto ver este documental que dura 72 minutos donde Cuarón nos permite compartir momentos muy particulares detrás de cámara.


Publicado

en

por

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *