Raclamar la tierra

París, Francia.

El Palais de Tokyo de París, es un gran referente dentro del arte contemporáneo. Una cita obligatoria para estar informado de las manifestaciones del arte actual.

El monumento fue inaugurado por el Presidente Lebrun en 1937 para la Exposición Internacional de París, bajo el nombre de Palais des Musées d’art moderne.

A partir de 2002 y luego de la reforma de los arquitectos Anne Lacaton y Jean-Philippe Vassal, se ha especializado en el panorama artístico emergente francés e internacional.

Carece de acervo por lo que no es un museo, sino que es una sala de exposiciones producidas todas bajo su dirección, a cargo actualmente de su presidente Jean de Loisy.

En sus salas siempre se exhiben varias muestras.

En esta ocasión, destaca entre el resto, “Reclamar la tierra” bajo la curaduría de Daria de Beauvais y Lisa Colin como asistente curatorial, con la asesoría científica de Léuli Eshräghi y Ariel Salleh.

Se trata de una muestra colectiva conformada por catorce artistas de distintas generaciones y procedencias culturales.

La consigna es re significar la tierra no como un paisaje el cual vemos desde fuera, sino cómo algo al cual pertenecemos, haciendo a un lado las relaciones de dominación y subordinación.

“La Tierra no es ni una reserva natural ni un recurso agrícola, es un entramado de relaciones entre minerales, plantas, animales y humanos «.

Es una declaración de guerra frente a un modelo obsoleto extractivista en el vínculo tierra-ser humano.

Está alienada con las obras de artistas que trabajan de forma diferente los elementos como tierra, agua, fuego, aire, plantas, minerales, irreductibles a su simple materialidad.

Hay que poner a los humanos donde pertenecen: no por encima, sino entre la tierra misma.

Entre la nómina de los participantes se encuentra la brasileña Solange Pessoa (Ferros, Minas Gerais,1961).

Para esta ocasión, la artista presenta una instalación realizada con un entramado de pelos humanos que lleva años tejiendo, con mechones de cabello, muy utilizados en su ciudad para ofrendas religiosas.

Esta obra de gran altura, evoca la Catedral de Brasilia de Oscar Niemeyer.

Anclada en el suelo, la obra se eleva, suspendida por piezas de cuero de arneses. Inscribiéndose en una interpretación animista del mundo, la instalación junto con el video Horses evoca caballos fantasmales, recuerdos lejanos de la colonización de Brasil por los europeos.

Pessoa también presenta tres esculturas en esteatita, una roca particularmente blanda que se encuentran dispersas por todo el espacio. Evocan tanto formas ancestrales (espirales, fósiles) como interiores corporales (útero, entrañas), y comunican con el conjunto monumental de la Catedral.

Para la artista, la materia orgánica como tierra, musgo, cuero, cera, plumas, pelo, sangre, grasa, etc, es un medio cuya evolución natural transforma las obras.

Las obras de Solange Pessoa gozan de una fuerza vital que anima elementos vivos y no vivos, mezclando presente y pasado ancestral.

Obras:

*Catedral, 1990-2003

Cabello, cuero, tela / Cabello, cuero, tela

*Caballos, 2003

Vídeo / vídeo, 7′

Colección de la familia Rubell (Miami)

Cortesía del artista / del artista & Mendes Wood DM (Bruselas / Bruselas, Nueva York, São Paulo)

Artistas: Abbas Akhavan, Amakaba x Olaniyi Studio, asinnajaq, Huma Bhabha, Sebastián Calfuqueo, Megan Cope, D Harding, Karraving Film Collective, Kate Newby,

Daniela Ortiz, Solange Pessoa, Yhonnie Scarce, Thu-Van Tran, Judy Watson


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