Montevideo, Uruguay.
Pedro Tyler (Montevideo,1975), es un artista con un discurso siempre muy sugerente y conceptual.
Se formó en la Universidad Finis Terrae en Santiago de Chile, donde se especializó en escultura.
Desde el 2000 ha logrado popularidad a través del uso de los sistemas de medidas como son los centímetros, las reglas y otros instrumentos de medición con los cuales alude a las reglas que aplican en nuestra sociedad, con sus pros y sus contras.
También Tyler conforma piezas con metros que recorta y luego ensambla, o ensambla y luego recorta, generando una obra que le aporta estética a su discurso narrativo.
Con los metros y centímetros, asimismo crea y compone elementos reconocibles de uso cotidiano, como lo hizo en una oportunidad con camas, como lo fue “Dulce compañía” del 2011.
Trabaja con piezas que indagan y cuestionan, principalmente nuestro “modus vivendi”, referido en forma especifica al modo de vivir, base o regla de conducta.
Lucir una de sus piezas en un ámbito hogareño realza asimismo el espacio, en virtud de su estética reconocible, por cierto, propia del artista.
Mas allá de los distintos sistemas métricos usados en todos los países, acuerdo tácito logrado a la hora de tener una medida exacta, se trata de un aspecto que rige y caracteriza a todas las sociedades.
A ese lenguaje global es al que alude Tyler quien arremete en temas que transitan materias filosóficas diversas, analizando situaciones que limitan entre lo aparentemente permanente y aquello considerado banal o efímero, buscando siempre desplazarse por la delgada línea que divide lo certero de lo incierto.
En una reciente muestra colectiva celebrada en el Museo Gurvich de Montevideo, Tyler se ha decantado con una obra de aspecto muy distante al que suele abordar, sin embargo a medida que lo analizamos, lease medida en sus dos conceptos, vamos captando la misma esencia que caracteriza sus trabajos anteriores.
En esta oportunidad, se ha conformado un conjunto compuesto por el israelita Abi Sabah, Pedro Tyler y el dueño de casa José Gurvich a quien de alguna forma le rinden homenaje.
La muestra titulada “Siempre con nosotros” inaugurada el pasado 27 de setiembre, hace alusión a la vida de los niños en épocas de guerra o conflictos bélicos, situaciones en la cuales la inocencia actúa como salvo conducto, formando asimismo a los chicos mas allá de las circunstancias que les toque vivir, donde los juegos se convierten en refugios frente a tanta angustia vivida.
Para ello fueron utilizados los dos últimos pisos del museo, con la perspectiva aérea que se logra desde el semi piso último, desde donde se aprecia el piso siguiente.
Las salas están cargadas de luz natural que se explaya sobre las blancas paredes logrando un ambiente diáfano, propiciando un espacio acorde a la propuesta.
Las obras de apariencia inofensivas y afables, van descubriendo un tenor cargado de belicismo a medida que nos acercamos.
Los tres artistas se han desplazado de sus países de origen, aspecto que hoy día caracteriza a gran parte de los ciudadanos del mundo a raíz principalmente de huir de situaciones límites apremiantes.
Sabah vive en Portugal, Tyler en Chile y Gurvich llegó con su familia a Uruguay, aspecto que genera un lenguaje común a los tres.
Avi Sabah (Ma’alot Tarshiha, 1977), es un artista con reconocimiento internacional, también cofundador de la Galería de Arte Barbur en Jerusalén de cara a la difusión del arte social y contemporáneo, donde ha sido curador de numerosas exposiciones.
En esta oportunidad presenta una serie de acuarelas compuestas por bosques, nubarrones negros que atemorizan, humo cargado de dolor, todos en tonos oscuros dando cuenta de un gran sufrimiento.
José Gurvich (Lituania, 1927-1974), apela a una mirada mas inocente, lúdica, mas afectiva donde la presencia de los niños y la pareja son vitales. El amor producto de las parejas fue una constante en su obra.
Por su lado Pedro Tyler utiliza los juegos infantiles como un recurso efectivo del dolor y la angustia que generan las situaciones bélicas en los inocentes niños.
Su obra está compuesta por piezas creadas a partir de elementos como el mármol y la madera que a primera vista se perciben de una forma distinta. A medida que nos vamos acercando, esos objetos, algunos con formas abstractas, otros con formas reconocibles como un futbolito van tomando otro tenor.
Las piezas fueron pintadas de blanco aludiendo a la inocencia y están intervenidas con dibujos y notas referentes a la guerra como fusiles y rifles, dibujados con una punta de plomo de balas, que una vez que son descubiertos por la mirada del espectador, los paraliza.
Asimismo Tyler recurre al soporte del video arte donde el propio artista actúa junto con su hija en una trama de un juego infantil, de búsqueda y hallazgo uniendo dos generaciones diferentes.
De esta manera, esta muestra colectiva logra, guiados por el curador Royce W. Smith, decano y Profesor de Historia del Arte Contemporáneo de la Facultad de Artes y Arquitectura de la Universidad Estatal de Montana, poner énfasis en la condición humana, en la inocencia de la niñez en épocas belicistas, así como en los procesos migratorios, todos siempre cargados por una violencia constante que acecha y persigue sin consideración alguna.
“Siempre con nosotros” podrá visitarse hasta el próximo 1 de febrero.
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