He visto un documental llamado PARA SAMA filmado por Waab al Kateab, joven estudiante de marketing del interior de Siria que llegó a Alepo para asistir a la universidad.

Primero con su móvil y luego con una cámara fue registrando el asedio que soportó la ciudad durante los cinco años que ellos estuvieron a partir de las manifestaciones del pueblo en marzo de 2011 contra la dictadura de Bashar al- Asad. En el ínterin y en medio de ataques diarios se casa con un médico que atiende los heridos, con quien tiene dos hijas, Sama, a la cual le dedica el documental y otra bebé que da luz en el momento en que deben abandonar la ciudad.

Seguimos lamentándonos y recriminando a los culpables del Holocausto, de nuestras dictaduras y miramos para otro lado sin intervenir en situaciones de igual o mayor dramatismo y barbarie con basta información en tiempo real donde mueren miles de personas inocentes incluyendo niños.

Estuve en un refugio de sirios en Beirut y no me olvidaré jamás de las caras de profunda tristeza de todo el grupo de aquellas personas por más que se forzaran para lograr una sonrisa para recibir a las visitas.

Me pregunto de que sirven los organismos internacionales de paz, los gobiernos de países poderosos que no pueden frenar tanta crueldad sobre civiles inocentes devastando ciudades enteras casi no dejando rastro alguno. También creo que a los rusos aliados de la dictadura siria, no les ha servido de nada tantos años de lucha y dolor, quienes siguen siendo igual de sanguinarios que los zaristas, bolcheviques o los que estén de turno.

Para Sama estuvo nominada al mejor Oscar Documental Largo que le fuera otorgado finalmente a American Factory.

Sensibles abstenerse, pero considero vital tomar nota y solidarizarse con este pueblo que se encuentra diseminado por todo el mundo que viene soportando un asedio de nueve años con casi 400.000 muertos.