Dibujo en carbonilla – Segador, 2000: 50 x 32 cm
Donada al Estado Uruguayo – Nov 2024
El arte de Nelson Romero (San José de Mayo,1951-2013) es un profundo ejercicio lírico. Lírico en esencia, como poema concebido para acompañarse con música, que de allí nació el concepto.
Hay en esa dimensión una búsqueda profundamente humana y humanista, humana por la tipología representada, humanista por la actitud: el amor, la pareja humana, el trabajo noble de la gente simple, la tierra y el cielo, animales cercanos al hombre.
Quien se detenga en la superficie de sus trabajos, podrá admirar la técnica y disfrutar de la fuerza volumétrica de las imágenes. Cuesta suponer, realmente, que se pueda dibujar de mejor modo. Cualquiera sea el instrumento utilizado, él es llevado al nivel de la perfección, para evadirse de la superficie en volúmenes ubérrimos. No hay, sin embargo, naturalismo.
Los personajes, los objetos, los paisajes, se ubican en escenarios imaginarios, normalmente en movimiento, en actitudes de elevación o recogimiento. Todos ellos adquieren un simbolismo universalista: un campesino es un campesino de cualquier tiempo y lugar, un cultivo también es un cultivo de cualquier tiempo y lugar. Por eso mismo cuando se adentra en la Biblia y el mundo judío, conviven en él la lectura de las escrituras tanto como la vida diaria, el simbolismo judío reconocible con un espíritu místico universal, intemporal, trascendente.
La trayectoria del artista ha sido coherente consigo misma. Evoluciona pero sin alejarse de su dibujo original. Ensaya modificaciones técnicas, pero no desdeña sus procedimientos habituales. Su temática cambia en lo histórico, pero sigue siendo la misma búsqueda, el mismo clima, idéntica peripecia humana. Así se le ha visto a lo largo de más de 20 años, consolidando un prestigio, una obra, una evolución firmemente sostenida. No hay novelerías ni facilismos demagógicos, de los que está muy lejos. Trabaja con rigor. Y esa honestidad se respira a lo largo de toda su obra.
Por eso mismo, su uso del color ha sido moderado, asordinado, sirviendo siempre a un dibujo sólido pero inspirado. Después de años de desconcierto en el mundo del arte, en que pareció que cualquier cosa podía valer, una expresión como la de Romero adquiere particular valer. Porque nos vuelve a reconciliar con la idea de Gombrich de que el arte está indisolublemente ligado a la maestría.
Julio María Sanguinetti (Ex Presidente de la República Oriental de Uruguay)
FUENTE: Galería Porton de San Pedro

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