Napoleón

Fui a ver con mucha ilusión este largometraje y no colmó mis expectativas.

Esperaba me aportara algo nuevo y sin embargo la historia contada de esa forma no me generó nada.

No creo que este relato distorsione la vida de Napoleón Bonaparte pero tampoco aporta algo nuevo frente a un siglo que ya pisa sus primeros 25 años.

El espíritu está enfocado en el perfil del conquistador imperialista, cuando yo pretendía el descubrimiento de su faceta personal.

Como todos los líderes mundiales, y vaya si Napoleón lo fue, tiene que haber sufrido la soledad a la hora de decidir, de tomar decisiones, de la pérdida de seres cercanos, del desamor y acá solo se exalta al estadista ganador.

Tampoco Josefina sale bien parada y María Luisa de Austria figura solamente como un útero productivo.

Vanessa Kirby en el papel de Josefina es uno de los aspectos más rescatables en la película, además de la escena donde Napoleón se auto corona emperador.

He leído algunas biografías de Napoleón entre otras la escrita por Emil Ludwig, que tengo entendido que es de las mejores donde se analiza más a fondo su vida y de forma mas contundente y contemporánea a pesar de que el escritor falleció en 1948.

Napoleón fue un líder con luces y sombras fundamentalmente cuando el poder se le subió a la cabeza y ocupó el lugar de la realeza contra la cual había luchado.

La película americana recientemente estrenada, dirigida por Ridley Scott, resulta solamente una exhaltacion de su perfil exitoso.

El ritmo, sumado a lo largo del film, resulta tedioso. Cada tanto me descubría mirando el reloj para ver cuánto faltaba.

Mojón tras mojón de lo que fue su carrera política con fechas y nombres a modo de historia universal, le quitan toda posibilidad de lograr ser una buena película donde prevaleciera más la emoción o la intimidad, que el conocimiento.

La historia es viva y cambiante y cada generación la analizará con el lente propio de su época.

Esta película no da lugar a ello.

Es pedagógica siguiendo la historia oficial que proviene de los libros del colegio.

Otro aspecto no mejor es que haya sido filmada en inglés en lugar del idioma oficial de Francia.

Me hacía ilusión ver un film como Amadeus, donde se muestra a Mozart al desnudo.

O la extraordinaria serie Wolf Hall que relata el vínculo íntimo entre el rey Enrique VIII y Thomas Cromwell, dando cuenta de los crudos momentos que le costara la vida a este último cuando defendió la postura católica frente a la decisión del rey al momento de su divorcio para poder casarse con Ana Bolena, lo que le condujera a la separación del gobierno inglés con el Vaticano.

Por cierto, se trata de la mejor serie histórica que he visto.

Entiendo que perdí tres horas de mi vida sentado frente a la gran pantalla.

Por suerte no me tocó nadie a mi lado haciendo sonar el pop corn o sorbiendo gaseosa, donde en la mayoría de los casos no cesan hasta llegar al fondo.


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