Estupenda serie que se ve de un tirón.
La simpleza de la vida aborda sorpresivamente la compleja carrera de un escritor crítico gastronómico, provocando una nueva postura para afrontar el desafío del diario vivir.
Manuel, con una personalidad compleja, representado en forma magistral por Luis Brandoni, es tan brillante en su trabajo de crítico como tan limitado en el quehacer diario.
Desde hace más de treinta años está en manos de su empleada doméstica, que también es su chofer, quien fallece de forma inesperada y lo deja descolocado sin saber como resolver prácticamente su vida.
La actuación secundaria de Robert De Niro, en el papel de su amigo radicado en New York, le aporta internacionalización a la serie pero casi que no es necesaria.
Las papeles femeninos a cargo de Silvia Kuitca, María Rosa Fugazot en el papel de empleada con su entráñable personaje de ama de casa, Belén Chavanne y la gran sorpresa aportada por Ariadna Asturzzi quien en forma brillante interpreta a una joven paraguaya que llega a Buenos Aires buscando trabajo para mantener a su hija que ha dejado en Asunción.
El análisis objetivo de Buenos Aires proveniente del personaje representado por De Niro, describe las particularidades por la cual amamos esa ciudad a la vez que nos desconcierta.
La serie compuesta por cinco cortos capítulos está dirigida por Mariano Cohn y Gastón Duprat y es una joyita que nos colma el alma.




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