El hallazgo de esta serie fue un golazo.
El atractivo visual fotográfico permitiría mirarla sin un contexto narrativo.
Cada toma es una fotografía que nos seduce enormemente digna para ser encuadrara y no dejar de observarla.
Está a cargo de Robert Elswit (Los Ángeles, 1950) y es merecedor de un galardón llámese Óscar, BAFTA o cual fuera.
De hecho Elswit obtuvo el Premio Óscar en 2008 con «There will be blood”, dentro del rubro fotografía obviamente.
A partir de esta película me interese en sus trabajos a través de Instagram, pero no tiene publicación alguna.
La serie está filmada en blanco y negro lo que le aporta el complemento ideal para lograr la intriga que la misma genera.
Se trata de un suspenso psicológico que nos mantiene alerta durante cada uno de los ocho capítulos de una hora aproximadamente.
Su director es Steven Zaillian (California, 1953) a quien conocemos a través de “El irlandés” y “La lista de Schindler” con la cual obtuvo el Premio Óscar en 1994.
Tom Ripley, un buscavidas neoyorkino sin rumbo alguno en su vida, recibe un encargo por parte de un empresario para que consiga que su hijo, quien vive en Atrani, Italia, regrese a casa ubicada en New York.
Para ello Ripley deberá de frecuentar ambientes de lujo y riqueza a la cual pertenece la familia del joven, contando con un abultado presupuesto que le otorga su empleador.
Eso lo lleva a adoptar un personaje el cual le terminará seduciendo y del cual se la hará difícil de salir.
La serie ubicada en 1960, recorre varios escenarios reconocibles de bellas ciudades italianas como Roma, Palermo, Nápoles, Venecia y por supuesto Atrani y toda la Costiera Amalfitana donde vive el joven.
También es muy apetecible apreciar los ambientes lúgubres de esos años en New York que Ripley frecuentaba.
El enganche de la serie se produce en el momento en que apretamos el “play”.
Fotografía con encuadres fuera de serie, sumado a la magistral música con el maravilloso tema “Il Cielo in una stanza” de Mina, así como otras canciones de Al Hazan y Fred Buscaglione, entre otros, amén de los personajes que nos atrapan en forma inmediata.
Los personajes tienen un carisma especial, donde el director se toma su tiempo para pautar instantes muy pausados y reflexivos que definen la personalidad de cada uno.
El sadismo atrapante del protagonista Ripley es interpretado por el irlandés Andrew Scott (1976), a quien reconocemos de su papel secundario en la película Sherlock.
No menos cautivadores son las actuaciones de Johnny Flynn (Sudáfrica 1983) y la estadounidense Dakota Fanning (Conyers,1994) a quien mientras está actuando dentro de su papel tan perceptible, no se le pueden quitar los ojos de encima.
Los ambientes son también dignos de ser exclusivamente observados. Habitaciones despojadas típicas de ciertas casas y hospedajes de Italia, sumada al lujo de los hoteles de una extrema seducción donde se desenvuelven los personajes otorgan un encanto especial.
No menos cautivadoras son las obras de arte que forman parte de los ambientes fundamentalmente los Caravaggio, donde la cámara recorre los lugares que los alojan como es el caso de la iglesia de Pío Monte de la Misericordia en Nápoles, así como también la basílica de Santa María del Popolo en Roma.
Tampoco Picasso falta a la cita a través de un cuadro perteneciente a su época cubista.
Asimismo hay escenas filmadas dentro del palazzo Vernier dei Leoni que Peggy Guggenheim adquirió en 1948 para alojar su basta colección, incluyendo una toma en que aparece la propia mecenas con uno de sus perros.
Mire por donde se le mire, esta serie es una joyita artística, musical, enigmática y sugestiva a mas no poder.
Con un total de poco mas de ocho horas de grabación, no pude soltarla y la acabé viendo en un solo día.
La serie estrenada en Netflix en este mes, está basada en la novela de género policial de Patricia Highsmith (Texas, 1921-1995) llamada “El Talento de Mr Ripley”.
La escritora, quien incita a ser leída a partir de este film, protagonizó varios de sus libros desarrollando este personaje el cual fue interpretado en varias películas por Alain Delon, Matt Datton, John Malkovich, entre otros actores.
Tom Ripley posee un perfil psicológico que sin lugar a dudas debe de estar inspirado en casos de la vida real.
Es la primera adaptación en serie de la novela, después de las versiones cinematográficas como “A pleno sol” llevada a cabo en 1960 y “The Talented Mr. Ripley” la que fue estrenada en 1999.
El final, como no podría ser de otra manera, está a la altura de toda la trama, aunque era predecible por el atento espectador.




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