Montevideo, Uruguay.

Quedé bien sorprendido con los trabajos capolavoro de María Julia Monti.

Es impresionante el entramado que tienen sus obras.

El colgado es convencional y la sala tan chica que agobia, pero la muestra cumple con el objetivo de mostrar las obras de esta artista que a pesar de tener años en el oficio, ha estado últimamente fuera de las salas de exhibición.

Las obras de diferentes años son desparejas en temática y obligan al espectador a “resetearase” entre una y otra pero cada una atrapa a través de los tejidos, del entramado así como de la variedad de elementos que la componen.

Hay una un trabajo artesanal muy importante pero el planteo carece de un relato artístico.

Pena, pues algunas obras son descomunales y alucinantes. Sería bueno a partir de una selección crear un planteo, una instalación que surta un mayor impacto en el espectador.

Hoy día mas que ver, sentimos y sus obras se prestan para ello.

Fuera de mi opinión personal, no queda duda de que María Julia es digna de elogios y felicitaciones.

Museo Gurvich con Curaduría de Tatiana Oroño .