Esperaba con gran expectativa la última película de Pedro Almodóvar.
Soy fan suyo y creo haberlas visto casi todas, y aunque unas más que otras, siempre me han sorprendido y gustado.
Almodóvar tiene una forma particular en el desarrollo de sus historias y en la manera de contarlas apelando a lo inaudito, siempre con un sesgo bizarro.
Sus películas abordan situaciones censuradas por la sociedad y lo hace con gracia, llevando al espectador a un punto de acuerdo en casi todos
los casos. Todo lo extraordinario lo vuelve banal, aceptable y hasta cómico.
Es muy sagaz en sus elocuentes historias.
Ha recurrido a actores que los ha “almodovarizado” como son los casos de Chus Lampreave, Antonina San Juan, Victoria Abril, la magnífica Marisa Paredes y hasta Miguel Bosé a quien llevó a realizar un estelar papel en Tacones Lejanos.
De Gael García Bernal también logró extraer un perfil actoral en La mala educación, que seguramente ni el propio actor sabía que habitaba en él.
No podemos dejar de nombrar a Javier Cámara, Rosario Flores, Darío Grandineti y Leonor Watling entre otros.
Rossy de Palma, a quien la convirtió en un ícono de belleza, partiendo de sus rasgos poco aceptados dentro de los cánones aceptados por la estética social.
La recientemente malograda Verónica Forqué, que instaló en las cámaras un nuevo formato estilístico que terminó enamorando al público.
Carmen Maura es su más preciado producto, más allá de que estuvieron distanciados bastantes años.
A la argentina Cecilia Roth también la convirtió en una chica Almodóvar y logró sacar de ella una faceta nueva dentro de sus actuaciones.
Antonio Banderas se puede decir que ha sido su mejor logro masculino, a quien desnudó de primeras dentro de un papel de chico homosexual en La ley del deseo, 1987 con el cual el actor logró notoriedad y seguramente también un gran aprendizaje actoral.
Desde hace un tiempo le viene acompañando Penélope Cruz quien a partir de su mano también ha logrado extraer actuaciones como ningún otro director podría haber logrado.
No te muevas, 2004, dirigida por Sergio Castellito, no hubiera logrado ese formidable papel protagónico de Pé sin la escuela de Almodóvar.
En Madres paralelas del 2021, se aprecia un Almodóvar menos “Almodóvar “. Baja la tensión y a pesar de las sorpresas que nunca faltan, la película no está a la altura de la filmografía que lo caracteriza.
La película carece del brío emotivo que caracteriza sus películas.
Seguramente el director ha querido homenajear los desaparecidos de la dictadura de Francisco Franco y la temática desvirtúa su acostumbrada retórica siempre cargada de suspenso, emotividad y provocación.
El papel protagónico de Penélope, aunque se ha ganado el reconocimiento de la academia de Estados Unidos en su nominación a los Oscar, tampoco es una de las mejores actuaciones de la actriz de gran reconocimiento internacional.
Una película que pasará rápidamente al olvido , pero que sin embargo es de obligatorio abordaje pueato
Almodóvar se lo ha ganado.
Ojalá que este sesgo no se convierta en una constante del director manchego y que en las próximas nos siga deleitando como ya nos tiene acostumbrados.
Yo le pondría un 6 sobre 10, colocándola en el sector de películas “interesantes”.




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