Un deleite tratándose de una película rodada en épocas de Luis XV durante el SXVIII en un palacio del Loira, donde el papel de las Madames era de un gran aporte cultural.
Mas allá de que la historia ha hecho poca justicia con ellas, las mujeres de esa época fueron las que aportaron desde sus salones, muchas de las costumbres que rigen hoy día en nuestro comportamiento social donde encorsetadas tanto fÍsico como socialmente, fueron encontrando espacios para poder llevar una vida a la par de las grandes cortes de los Borbones que habían dejado a París fuera de todo centro de interés social en pos del traslado de la familia real a Versailles.
Fue allí en que se comenzó a rendir culto a la conversación, a los hábitos para desenvolverse en una reunión social como el sentarse frente a frente en un sofá a conversar y tomar una tasa de te, o alrededor de una mesa para comer, así como el uso de los cubiertos y el protocolo a la hora de servir.
Hasta ese momento, las sillas cumplían mas que nada con un fin visual ya que no eran prácticamente usadas.
El ritmo de las conversaciones tan insinuosas como encantadoras, junto con el «charme» de los personajes en ambientes bucólicos rodeados de exquisitos jardines, muebles, vestuario y sedas, hacen de esta película un placer para todos los sentidos.
Las actuaciones de Cecile de France y Laure Calamy, ambas actrices de «Diez por ciento», entre tres personajes mas, hacen de esta película una historia atrapante.
El placer de la venganza de una mujer herida sentimentalmente por un casanova como es el protagonista Edouard Baer, es el detonante de este maravilloso film.
Netflix



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