Jerusalén, a mi regreso

Sabemos que a los semitas tanto judíos como palestinos, las cosas no le han tocado fácil. Siempre me he preguntado por qué Dios habría elegido al pueblo judío como el “elegido”, cuando con posterioridad a la venida de Jesucristo, tan judío como su pueblo y sus apóstoles, le dieron la espalda. Pero luego de una visita por la ciudad, uno cree haber entendido un poco.

Llegar a Jerusalén, donde está la mayor concentración de lugares santos es muy movilizador. Allí están reunidas las tres principales religiones monoteístas conviviendo día a día, mal o bien, dependiendo por donde se les mire. Entre católicos y judíos tenemos tantos puntos en común, que deberíamos poder orar juntos sin problemas. El Muro de los Lamentos, donde por un lado de mayor espacio, rezan los hombre y por otro, las mujeres,  es un lugar que invita a ambas religiones a orar y desde que el Papa Juan Pablo II lo visitara, lo vienen haciendo sus sucesores.

Los lugares católicos santos no están controlados exclusivamente por los católicos apostólicos romanos. El Santo Sepulcro ubicado en la basílica que lleva el mismo nombre construida por los cruzados en el siglo XII de estilo románico, le corresponde tanto a los católicos romanos, greco-ortodoxos como a los cristianos armenios. Para los católicos apostólicos romanos, se nos hace difícil reconocer dichos lugares santos como nuestros, pues la iconografía nada tiene que ver con la nuestra así como tampoco la vestimenta y ritos de sus sacerdotes. Por raro que parezca, este templo esta controlado por dos familias musulmanas que se encargan de la apertura y cierre del mismo. A raíz de las desavenencias de las tres comunidades religiosas, las autoridades turcas decretaron el status quo en 1852 por el que nada puede modificarse sin el consenso de todas las confesiones que regentean el templo.

La iglesia de la Asunción o tumba de María, está construida sobre el lugar que los apóstoles depositaron el cuerpo de la Virgen María y su control le corresponde a las cuatro comunidades cristianas: greco-ortodoxos, armenios, sirios y coptos. En cambio la iglesia de la Dormición donde se podría decir que descansan los restos de la Virgen María pues la misma , de acuerdo a la tradición, fue ascendida en cuerpo y alma al cielo, esta custodiada por los monjes benedictinos.

En la mezquita de la Roca (Qubbet es Sakhra) de forma octogonal , está la roca donde según la historia, Abraham iba a ofrecer en sacrificio a su hijo Isaac mostrando su obediencia a Dios y desde donde siglos después Mahoma subió al cielo en el 621 quedando marcada en ella la huella de su mano. Durante la época cruzada esta mezquita fue usada como iglesia y hoy día este lugar sagrado para las tres religiones, está custodiado por musulmanes. 

Lo mismo ocurre en la basílica de la Natividad, donde nació Jesús en Belén, casi un barrio de Jerusalén, donde el templo de estilo bizantino reconstruido y ampliado por Justiniano en el siglo VI, está custodiado por la Iglesia griega ortodoxa, la Iglesia armenia y por la Iglesia Católica representada por los franciscanos, además de las celebraciones de misas de Navidad y Pascuas que celebran allí los cristianos sirios ortodoxos. 

Jerusalén se menciona en la historia desde el 2250 a.C.  y fue conquistada por los romanos en el 63 a.C. Construida sobre una serie de colinas, fue capital del reino de Israel en el siglo XI a.C. bajo el mando del rey David y desde entonces hasta ese momento, poco honor le ha hecho a su nombre que quiere decir “casa de paz”.  Se trata de la ciudad con mayor contenido religioso del mundo, considerada la ciudad santa por excelencia para judíos, cristianos y musulmanes. Dividida en cuatro barrios de acuerdo a las religiones: judío, musulmán, cristiano y armenio.

Todo este enjambre de religiones, cultura, ritos, barrios y demás, hacen de ella una especie de Babel. Allí vemos las personas ataviadas de varios tipos, en algunos casos bajo el mismo estilo que usaban varios siglos atrás. Se les ve a todos muy orgullosos de sus atuendos y de su decisión de estilo de vida. En algunos casos bastante desafiantes hacia el otro.

Tuve la oportunidad de circular en Shabat por el barrio Meah Shearim de la colectividad judía ultra ortodoxa, llamados Jedaríes (que quiere decir “Los que tiemblan ante Dios”), donde creí haber caído en otro siglo pasado. Centenas de personas de todas las edades entrando y saliendo de sus casas, familias de chicos jóvenes con seis y más hijos detrás, todos vestidos rigurosamente bajo los cánones de la religión. No me sentí cómodo caminando por allí, tampoco seguro al grado de que un joven en un idioma que supongo sería idish, nos invitó, suponemos, a retirarnos del lugar, pues muy simpático no se le vio. Esta comunidad está en contra del estado de Israel al igual que los palestinos y viven al margen de las sociedades laicas inclusive judías  rechazando la modernidad occidental. Como dijera mi madre, “ningún extremo es bueno”.

Estando en Jerusalén, que es bien distinta del resto de las ciudades de Israel, pude comprender que los tiempos de Dios no son los mismos que los nuestros y que aún tenemos mucho para aprender a la hora de ser tolerantes con nuestros vecinos y compartir los espacios comunes. Es impresionante ver con la alegría que se le ve al pueblo judío circulando por las calles, en los mercados, sitios donde hay música con jóvenes que van a divertirse luego de la jornada laboral y estudiantil, jóvenes que durante el Shabat se quedan recluidos en sus casas respetando sus costumbres.  

A pesar de que tanto judíos como palestinos son pueblos semitas, se nota a simple vista la diferencia entre sus habitantes. Existe una gran diferencia entre los barrios judíos y los palestinos. Los primeros, llenos de verde, de alegría, de orden, de progreso. Los palestinos en cambio, desordenados, no rinden culto a la estética ni en las calles, ni en sus casas así como tampoco en su vestimenta. Se ve todo deteriorado y desordenado, como si hubiera pasado un huracán.

Jerusalén, ciudad pujante que no para, es realmente una urbe como para vivir. Comercios, restaurantes, salas de dispersión, museos, medios de transporte como su tren que recorre de una punta a la otra la ciudad en muy pocos minutos, muchas personas en bicicleta, pero fundamentalmente gente alegre y con ganas de vivir. A propósito, estando allí pensaba cuanto nos resolvería a los montevideanos tener un tren de esas características que circule desde la Costa de Oro hasta el centro de Montevideo por el cantero central de Avenida Italia. 

Es difícil percibir el peligro En Jerusalén amen de que se vean tantas armas y controles militares. Creo que en ninguna ciudad me he sentido tan seguro como allí, siempre hablando de los barrios judíos claro está. Ver los muros de contención entre los barrios palestinos, los centros de control con los guardias ataviados de uniformes de guerra, desanima un poco, pero basta adentrarse a la ciudad para ver toda su energía.

Creo que Dios aún espera que el cambio y la reconciliación en paz del ser humano surja de allí. Hay mucho que aprender,  no en vano en esa región comenzó la civilización del ser humano. Por eso afirmo que los tiempos de Dios no son los nuestros y en casi 2020 años que llevamos desde que Dios envió a su hijo Jesús al mundo, aún tenemos mucho que aprender.


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Comentarios

11 respuestas a «Jerusalén, a mi regreso»

  1. Avatar de Daniel Benoit Cassou

    Daniel¡
    Feliz Navidad
    Feliz Día de la Familia!
    Nosotros también nos reunimos en esta noche y la pasamos excelentemente bien!
    Lo importante es estar juntos!
    Me encanto tu artículo sobre Jerusalem. Cada vez que voy a Israel, uno de mis lugares preferidos es visitar Jerusalem y el Muro de los Lamentos. Y eso que soy absolutamente agnóstico o ateo como quieras decir. Pero es darme un baño de historia, de tradición.
    Me hace sentir muy bien.
    Una acotación : no piso el barrio de Meah Shearim de los judíos religiosos. Me siento inseguro, observado. Para ellos, yo no soy judio. Y…. MENOS UN SÁBADO!!!
    Un fuerte abrazo para ti y familia, brindando por un 2017 de salud, bienestar, amor y PAZ!
    IP

  2. Avatar de Daniel Benoit Cassou

    Excelente artículo y fotos geniales.
    Feliz Navidad y Año Nuevo!!! Que encontremos paz, felicidad, tolerancia, amor.
    Besos a esa linda familia a la cual pertenecés. Lo mejor para ustedes..
    Martha Mayol

  3. Avatar de Daniel Benoit Cassou

    Muy buen artículo y excelentes fotos. Feliz año 2017 para tí y tu familia!!!!!
    Gabriela Cristiani

  4. Avatar de Daniel Benoit Cassou

    Muy buena nota Daniel.

    Se la comparti a unos amigos que viven en Israel y me dijeron que estaba muy bien hecha y muy real.

    Abrazo grande.
    Guillermo Campelo

  5. Avatar de Daniel Benoit Cassou

    Que impresionante Daniel…cuanto talento.
    Te felicito!
    Maria Camacho

  6. Avatar de Daniel Benoit Cassou

    Muy bueno Daniel, gracias!
    Liliam

  7. Avatar de Daniel Benoit Cassou

    Hola Daniel!
    muchas gracias por tan lindos deseos!!! Lo mismo para vos y toda tu familia! de corazón les deseo lo mejor para este nuevo año que comienza, con mucho amor y paz!
    Espectaculares las fotos! realmente divinas todas y muy artísticas!
    Beso grande!
    Ines Cambon

  8. Avatar de Daniel Benoit Cassou

    Muy buenos tus escritos sobre tus viajes. Excelentes fotos. Un muy buen comienzo de año para ti, Nora y los chicos.
    Abrazo,
    Pablo Philipsthal

  9. Avatar de Daniel Benoit Cassou

    Igual para ti, Un feliz 2017 con salud y bendiciones!!
    un beso
    Maria Noel Setaro
    Ahh.. excelentes fotos!!!

  10. Avatar de Daniel Benoit Cassou

    Me encantó!! Me hiciste revivir todo de nuevo !!
    Ana Inés Escardó

  11. Avatar de Daniel Benoit Cassou

    Con tu permiso lo comparto !
    Mónica Packer

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