María era la novena de dieciocho hermanos.
Su padre había recibido una patada de caballo en la cabeza, momento a partir del cual vivía solo movido por sus instintos básicos.
De muy jovencita tuvo que ayudar en el sustento de su casa y se empleó como doméstica.
Su carácter tan afable y su buen humor contagioso le abrió las puertas y enseguida conquistó a toda la familia.
Era muy compinche con el chico a quien solo le llevaba unos años.
En las vacaciones les acompañaba a la casa de verano y se divertía como una chica mas.
Una noche jugando a las escondidas con todos, desapareció en los alrededores de la casa. También su patrón.
Luego de tanto llamarla y buscarla, el chico la encontró en un bosque cercano a la casa, en un ataque de nervios tirada en el suelo.
El padre se encargaría de todo y al chico lo enviaron a acostarse.



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