Cuando esta serie se publicitó, estaba convencido de que nunca la vería.

Consideré que sería más de lo mismo, publicidad de una de las mayores instituciones del mundo como lo es la familia Windsor.

Asimismo, mal guiado por la prensa sensacionalista inglesa, responsabilicé a Meghan por las confrontaciones dentro de la familia real, a quienes tanto aman los ingleses.

En definitiva, no me interesaba nada, menos ser rehén de esas noticias manipuladoras.

Cuando se publicó el libro de Harry, también me resultó un rollo, mucho más aún cuando se convirtió en best-seller.

Sigilosamente y sin haber encontrado otra serie interesante, accedí a verla.

Y llevé una sorpresa!

La forma en que estos jóvenes denuncian los acosos recibidos fundamentalmente por la prensa y los medios de su país, amén de gran parte de la población, es digno de consideración y análisis.

La familia más importante en popularidad del mundo, con varios siglos en el poder del Reino Unido, están manejados por la institución, término que hace uso este matrimonio, a la hora de encausar las denuncias.

Todo parecía que la elección de una chica americana, divorciada, actriz y de color, impregnaría de aire fresco a esa monarquía que lucha día a día para mantener su popularidad para continuar viviendo a costas de los fondos del gobierno, máxime que gran parte de sus colonias que forman parte de la Commonwealt son poblaciones negras.

Cabe recordar que la Commonwealt o Mancomunidad Británica de Naciones, es una organización compuesta por 54 países soberanos independientes y semiindependientes que, con la excepción de Mozambique y Ruanda, comparten lazos históricos con el Reino Unido.

Harry fue educado bajo la sensibilidad de su madre, la princesa Diana, siempre atenta a los más necesitados.

A los pocos días de haber conocido a Meghan , Harry la invitó a pasar unos días en Ruanda, lo que de alguna forma estaba marcando el rumbo que pretendía llevar en sus vidas.

Sin embargo, nada de lo que ellos pensaban, aunque no se trató de un matrimonio por conveniencia, tuvo los resultados esperados.

Lo interesante de esta serie es que devela al mundo entero, la perversa forma en que esta institución de poder manipula su quehacer cotidiano para lograr sus objetivos, sin importarle el precio que deban de pagar sus integrantes.

Inglaterra, dirigidos por la familia real, es una nación de grandes contradicciones. Por un lado promueven la multiculturalidad y por otro, continúan alineados tal cual lo hicieran algunos perversos gobiernos, buscando mantener una línea de poder controlada exclusivamente por la raza blanca, denominada raza aria en el caso de los nazis.

Las agallas de esta joven pareja que se han enfrentado a su propia familia, que no solo los excluyó sino que les retiró la ayuda económica, que por cierto me parece adecuado si es que los fondos provienen de los aportes de la población inglesa, dan cuenta de situaciones que son necesarias analizar.

El mundo entero continúa siendo manipulado por estos centros de poder que se afanan en mostrar una realidad color rosa, cuando todos deberíamos de saber que están más cerca de colores oscuros que de claros.

Desde ese punto de vista, considero oportuno y necesario escuchar, ver y leer las denuncias que estos jóvenes están llevando a cabo.

Simplemente pretenden llevar una vida personal donde sean dueños de sus desiciones y opiniones, para educar a sus hijos dentro de parámetros más realistas que los que promueve la institución a la cual pertenecen.

Un chico como Harry por quien nadie apostaba, de la mano de Meghan, está no solo dándole al mundo entero una gran lección, sino que junto a su obra, ha permitido que su madre no vuelva a morir y continuar con su obra, considerando a todos los habitantes del mundo por igual sin importar el color, la religión o la posición económica social.