Gerardo Goldwasser

Venecia, Italia.

Gerardo Goldwasser (Montevideo, 1961), presenta una instalación denominada Persona haciendo alusión a los elementos que definen a cada ser humano en forma individual.

Siguiendo la línea de la sastrería como fuente de inspiración, presente en su familia a partir de la actividad de su abuelo, padre y tío, presenta una obra que hace alusión a la incidencia, así como al peso que conlleva vestir un uniforme.

Provocado por la actividad de su abuelo que le permitiera sobrevivir en el holocausto, el artista desarrolla una propuesta de corte personal, con una lectura universal.

Los rollos oscuros y densos del fieltro que componen la instalación, sacuden al espectador generándole un parate dentro de toda la vorágine de propuestas restantes, máxime que el pabellón de Uruguay limita con Israel, Reino Unido, Alemania y Estados Unidos que apelan al impacto imperialista, se podría decir, donde el esplendor sumado al tamaño de sus edificios, impactan y marcan presencia.

Uruguay acostumbrado a estar rodeado de grandes países, no se inmuta, no se achica y Goldwasser convierte su propuesta en una gran muestra contrarrestando el tamaño del pabellón.

Ningún espectador queda indiferente frente al envío uruguayo y a diferencia de varios otras propuestas donde no sabemos siquiera lo que hemos visto, en el caso de Goldwasser no hay duda de que allí anida una gran obra que nos atrapa, que nos hace suya y nos deja pensando.

El pabellón de pequeñas dimensiones sumado a la carga abrumadora de rollos de tela, logra un efecto más inclusivo.

Las telas en un constante y apabullante silencio que las envuelve, parecen gritar, dar cuenta de su legado, de su propósito.

Sumado a los rollos, en una pared penden mangan derechas de cortes de sacos que hacen alusión al saludo nazi, siempre bajo el mismo tono negro, color que es la suma de todos los restantes y vuelve la propuesta más universal aún.

El zig zag del recorrido que generan los rollos, permiten un mayor acercamiento entre espectador y propuesta guiándonos hacia a una mayor introspección.

El envío Nacional ha tenido una buena acogida entre el público en general, habiendo sido reconocido por varios medios, dejando a nuestro país muy bien parado.

La curaduría estuvo a cargo de Pablo Uribe y Laura Malosetti quienes compaginaron la propuesta de forma magistral.

Un detalle no menor es la presencia del texto en español que siendo nuestro idioma ha faltado en algún envío anterior.

Enhorabuena para todo el equipo!


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