París, Francia.
París es la ciudad del pasado, presente y futuro.
Si bien fue la gran protagonista hasta mediados del siglo XX, con el mote que se ganara de Ciudad luz, ha perdido protagonismo frente a otras tantas que se destacan urbanísticamente diseminadas por todo el mundo. Visitar Paris es una viaje obligatorio para conformar nuestra cultura, pero sus rasgos franceses hoy día han quedado opacados por la gran diversidad étnica que conviven allí. Tampoco tiene espacios libres para construir nuevos edificios que la mantengan aggiornada.
Cuesta mucho entablar dialogo con un parisino, no por su antipatía que sí lo son, sino por que casi el 100% de las veces que nos comunicamos con un “parisino” no es tal, producto de la gran cantidad de extranjeros que viven y trabajan en la capital francesa.
El gran cambio ya lo realizó a mediados del siglo XIX, el barón Eugene Haussman, encargo que le hiciera Napoleón III para ampliar las calles y dar paso a sus tropas amen de limpiar y airear esa ciudad gótica tan infectada por gérmenes de todo tipo.
Con posterioridad, poco menos se ha podido realizar. El Louvre se las ingenió al agregar la pirámide en 1989 a cargo del arquitecto chino Ming Pei, bajo el gobierno de Francios Miterrand, pero mas allá de ello, son pocas por no decir nulas las oportunidades para erigir construcciones nuevas.
El barrio La Defense también luce como una obra casi museística, mas allá de que presumió durante sus años mozo con su protagonismo de vanguardia arquitectónica.
Es un deleite subir al Arco de Triunfo para observar París en línea recta arrancando por La Defense, pasando por el Arco mismo y llevando la mirada hasta el Museo del Louvre en el otro extremo del eje. Allí me he dejado extasiar por la ciudad que tanto nos ha impactado, aunque ya no goce del mismo brillo que otrora la caracterizara.
Fruto de su inquieta preocupación vanguardistica, en 2014 la Fundación Luis Vuitton construyó un edificio diseñado por Frank Gehry que es la nueva postal de la ciudad.
Ubicado en los Bois de Boulogne, zona tan cercana y alejada del bullicio de la ciudad, fue construido el edificio sobre 11.000 m2.
Esta zona verde de la ciudad situada al margen derecho del Sena, tiene 846 hectáreas. Es dos veces y medio mas grande que Central Park de New York y 3,3 veces mas grande que Hyde Park de Londres. Fue anexionado a París en 1919 convirtiéndose en el XVI distrito de los 20 que componen la ciudad. Queda fuera del anillo perimetral.
La iniciativa de este edificio apunta a ampliar las alternativas turísticas de la ciudad y a devolverle esplendor a los bosques que se han convertido en una zona no tan segura para recorrer, fundamentalmente a la noche donde se reúnen varias tribus urbanas lugar de cita también para las prostitutas.
Frank Gehry (Toronto, 1929) nacionalizado americano, es un arquitecto con varias construcciones destacas en Praga, Minneapolis, Berlín, Hannover, Dundee, entre otras tantas, sin dejar de citar Bilbao donde se popularizó luego que construyera el Museo Guggenheim en 1997. Ha recibido varios reconocimientos entre los cuales el Premio Pritzker (1989), así como varias medallas de diferentes instituciones. Su estilo se define como deconstructivista, donde ayudado por programas de computación fragmenta las piezas arquitectónicas logrando un efecto de ruptura.
En esta oportunidad, se tuvo que desarrollar un nuevo software para su diseño. El edificio esta compuesto por doce velas y once galerías distribuidas en tres pisos.
Las velas vidriadas le generan una sensación de movimiento donde se refleja tanto el agua como el verde que le rodea. Su construcción que simula un conjunto de icebergs, llevó siete años y fue erigido junto al borde de un lago artificial creado especialmente.
De vidrio, madera y acero, con el doble de la cantidad metálica usada que en la Tour Eiffel, sigue la línea de las construcciones del siglo XIX que comenzaron en 1851 con la edificación del Crystal Palace que promovió el príncipe Alberto de Gran Bretaña para albergar la primera Exposición Universal, estilo que luego se propagó por el resto del mundo.
La Fundación Louis Vuitton cuenta con 7000 m2 construidos, donde 3850 esta destinado al museo. Compuesto también por un restaurante, librería y auditorio para 350 personas. El museo dirigido por Suzanne Page (Rennes,1941), alberga tanto obras de arte contemporáneo de la propia Fundación como de la colección privada del presidente del consorcio, Bernard Arnault (Roubaix ,1949), entre las cuales se pueden apreciar trabajos de Gerhard Richter, Christian Boltansky, Olafur Eliasson, Jean-Michel Basquiat, Gilbert & George y Jeff Koons entre otros.
Por sus salas han pasado instalaciones de Ellsworth Kelly, Sarah Morris, Olafur Eliasson y el argentino Adrián Villar Rojas.
Destaca la intervención que hiciera el artista francés Daniel Buren (Boulogne-Billancourt, 1938) en mayo de 2016, quien recubrió las doce velas con filtros de 13 colores distintos.
Independientemente de las obras que se expongan pues las mismas pasan a segundo plano, vale la pena acercarse al edificio así como también para visitar el parque y su vecina Neully-Sur-Seine, lugares muy demandados por los artistas a finales del siglo XIX y principio del siglo XX cuando querían abandonar la ciudad buscando luz e inspiración.
Desde Paris se llega a la Fundación Louis Vuitton en Metro debiendo bajarse en Porte Dauphine así como también en el RER, parada Avenue Foch














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