José Ignacio, Uruguay.
Desde el 6 y hasta el 15 de enero se está celebrando el Festival Internacional de Fotografía FOCUS José Ignacio en su segunda edición.
El mismo cuenta con un amplia participación de artistas de varios países del mundo expuestos en diferentes lugares incluyendo algunas a cielo abierto.
En la plaza del pueblo se han expuesto un número muy inferior a las presentadas en la edición del año pasado y con una selección de obras asimismo muy desparejas.
De Uruguay se pueden ver fotografías de Alejandra González Soca y Roberto Fernández Ibáñez.
Provenientes de Argentina figuran los trabajos de Esteban Pastorino así como las fotografías de Irina Werning (Buenos Aires) quien se destaca con su serie titulada “Las pelilargas”.
Este trabajo es el resultado de un largo periplo que Werning llevó a cabo desde 2006 por su país detrás de personas con larga cabellera donde los interrogaba en cuanto a la decisión de llevar el pelo largo.
Asimismo algunas de estas obras de Werning también están siendo expuestas en el local de decoración Mutate ubicado sobre la Ruta 10 en Manantiales bajo la curaduría de Patricia Bentancur.
Irina Werning es una fotoperiodista independiente y su trabajo se centra en proyectos autorales a largo plazo, con los que ha cosechado distinciones así como destacados premios.
Fue justamente con esta serie que la fotógrafa ganó el World Press Photo siendo la primera argentina en lograrlo.
Es licenciada en economía, tiene dos maestrías, una en historia y otra en fotoperiodismo lograda en Londres.
Por su lado la galería De las Misiones está llevando a cabo una muestra con obras del Chema Madoz (Madrid, 1958), así como un homenaje a la argentina Sara Facio (1932-2024) fallecida el pasado mes de junio.
Además el espacio “Las Musas” dio cabida a la obra del destacado fotógrafo brasileño Eustaquio Neves (Juatuba, Minas Gerais, 1955), quien intervino el monte nativo del lugar con fotografías impresas sobre telas.
Bajo el título de SETE, Neves, quien habitualmente trabaja transfigurando imágenes con diferentes significados, elaboró su propuesta partiendo de una foto de tenor personal.
La imagen es el registro de la primera comunión católica llevaba a cabo a sus siete años de edad, la cual la ha intervenido con diferentes elementos provenientes del ámbito capitalista.
Sin embargo, el resultado de la propuesta no logra la calidad esperada tratándose de un fotógrafo de su talla.
Las telas, movidas por el viento, no permiten ver las imágenes, ya que carecen de un soporte que las mantenga estiradas detalle que le juega en contra al discurso propuesto.
Buena obra, buen lugar pero la combinación no logra la efectividad esperada.
Junto al Faro de José Ignacio el artista proveniente de México Fernando Montiel Klint (Ciudad de Mexico, 1978), intervino una zona rocosa con una instalación compuesta por imágenes coloridas en grandes tamaños que sorprenden a las personas que bajan en esa zona a la playa, con muy poco éxito visual y mucho menos efectividad.
Algo muy atinado y sorprendente, seguramente una de las mejores propuestas, ha sido una instalación que el fotógrafo cordobés Guillermo Franco (1967) presentó sobre la orilla de la playa mansa del pueblo.
La misma estuvo compuesta por una serie de banderines tal cual como los usuales para marcar el peligro del mar con banderas de diferentes colores dependiendo del grado de riesgo en cada día.
Franco sagazmente sustituyó los banderines de color por fotografías suyas de carácter voyeurista, impresas sobre telas muy livianas y de fácil movilidad a partir del accionar del viento.
De esa manera el fotógrafo irrumpe un ámbito natural donde las personas acuden a tomar sol y darse baños de mar a la vez que son sorprendidas con esta propuesta artística.
El resultado es muy efectivo pues el recetéo mental propio del entorno natural propicia a al vez que facilita la apreciación de las imágenes de una forma mas natural así dentro de un espacio asimismo lúdico.
Mas allá de la imágenes, Franco crea otro orden visual a partir de la formación en línea lograda con los banderines, creando así un obra adicional a las propias fotografías.
La espaciosidad entre los banderines también provoca y conlleva la participación de los niños quienes recorren los senderos aportándole un elemento adicional a la propuesta como es la participación lúdica de los mismos lo que enriquece la obra donde algunas de las fotos son tomas casuales de niños que Franco registra mientras recorre las calles que transita.
La propuesta se complementa con la participación del propio artista quien le entrega a los espectadores un conjunto de imágenes suyas impresas en tarjetones con el afán de participación y que cada uno se escoja una como obsequio.
“Si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma”, podría haberse titulado esta obra.
Esta práctica de irrumpir en lugares y espacios de acceso del público es una constante en el obra de Franco que suele llevar sus trabajos a plazas, parques o playas como en este caso.
Guillermo Franco estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional de Córdoba, Fotografía en la Escuela de Artes Aplicadas Lino Enea Spilimbergo y en la Filial Córdoba de la Escuela Argentina de Fotografía.
Asimismo tiene una galería de arte en Córboda especializada en fotografía que lleva a cabo sin fines de lucro con el objetivo de difundir la obra de sus colegas, poniendo en contacto a los eventuales compradores directamente con los fotógrafos.
De esta forma su obra mas allá de las fotografías que actúan como elemento disparador de la idea logran efectividad dentro de una práctica artística digna de admiración.
FOCUS también incluye dentro de su formato talleres de revelados con agua de mar a cargo del fotógrafo uruguayo Federico Ruiz Santesteban así como una muestra de foto libros curada por Francisco Medail de origen argentino.
Por otro lado, el festival cuenta con la revisión de portafolios de artistas cargo de Patricia Bentancur.
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