Hoy me devoré esta miniserie estrenada en 2024 creada por la inglesa Abi Morgan (Cardiff, 1968) con el rol protagónico y magistral de Benedict Cumberbatch (Londres, 1976) en el papel de hombre creativo que lleva adelante un show de marionetas líder en la televisión a la vez con una personalidad tóxica y adicto a las drogas.
A Cumberbatch lo conocimos básicamente cuando logró notoriedad con su papel de Sherlock Holmes en la serie inglesa Sherlock.
En seis capítulos esta serie bajo la temática principal de la desaparición de un niño de 9 años en el Nueva York de finales de los 80, toca varios temas de sensible importancia como los que asolaron la ciudad durante esos años como lo fueron la discriminación racial, la droga y sus repercusiones sociales incluyendo el devastador SIDA.
Pero no solo se queda allí sino que los temas más conmovedores provienen de la relación entre padres e hijos, los traumas que se arrastran de una generación a la otra, la imposibilidad de superarnos y sobrellevar la carga personal cuando nos toca ser padres, así como las confrontaciones colaterales que se manifiestan en las relaciones matrimoniales a la hora de enfrentar algún problema de tenor grave.
La serie es inglesa y se le nota tanto en su rigor así como en el ritmo atrapante con el cual va avanzando escena tras otra.
Por su lado McKinley Belcher III (Atlanta, 1984) en su papel de investigador responsable del caso, se destaca llevando acabo un personaje con una gran carga de peso social por ser negro y homosexual.
Una serie muy recomendable que conlleva tener al alcance de la mano un paquete de pañuelos descartables.




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