COLECCIÓN BENOIT
A R T E U R U G U A Y
POR ARQ. CAROLINA MARQUÉS FERRARI – Revista A&D – 05.01.2105
Montevideo, Uruguay.
«Con el tiempo, me fuí dejando seducir por el hábito de ir comprando una obra cada vez que podía. No me propuse ser coleccionista, sino que he devenido en ello.»
Daniel Benoit
Desde 1984 concurría al taller de Hugo Longa (1934-1990). Mientras Hugo Longa me transmitía sus temores frente a la relación artista-cliente algunos amigos me buscaban como intermediario para comprar obras de arte que no se encontraban en las galerías de arte. No hay cosa que me guste más que buscar obra, seleccionarla y guiar a un eventual comprador. Solamente ofrecía obras de mi interés, por lo tanto el cliente comprador más interesado terminaba siendo yo mismo. Con el tiempo, me fuí dejando seducir por el hábito de ir comprando una obra cada vez que podía. No me propuse ser coleccionista, sino que he devenido en ello.
-¿Como se va conformando tu colección ?
El trabajo de selección de una obra hace que mi adrenalina entre en estado de ebullición. Desde el momento en que fi jo mi atención en un artista, lo voy siguiendo hasta que hago el “clic” y doy con la obra que voy a comprar. Me gusta conocer al artista, llegar al
espíritu de su obra. Lo visito en su taller, me compenetro con su carrera y con su obra. Voy armando un fi chero con su información.
Un buen día encuentro la obra que quiero comprar, a veces siento que ella me encuentra a mí. Mi primer obra comprada pertenecía al taller de Hugo Longa, compré una obra de Pedro Morales. Intento que mi colección sea un fi el refl ejo de cierta época. Solo tengo obra de artistas nacionales contemporáneos. Actualmente mi colección está conformada por obra de María Freire, Pedro Costgliolo, Hugo Longa, Nelson Ramos, Águeda Di Cancro, Carlos Musso, Carlos Sevesso, Carlos Barea, Ricardo Lanzarini, Pilar Gonzalez, Gabriel Marchissio, Martín Pelenur, Lacy Duarte, Margaret Whyte, María
Clara Rossi, Javier Bassi, Juan Burgos, Pablo Conde, Gustavo Tabares, Pedro Paz, Pedro Peralta, Juan Pelayo, Michael Bahr,Olga Bettas, Fernando Lopez Lage, Alejandro Stock, Mirta Romero, Claudia Anselmi, Coty Perlas, Eva Olivetti, Roberto Piriz, Federico Arnaud, Miguel Fernández.De la mayoría soy amigo. La obra más reciente que adquirí fué una obra de Martín Verges.
-Hay varias obras de Carlos Musso, ¿porqué te gusta tanto?
Porque pinta como es la vida, más allá de la estética, deja traslucir la angustia del ser humano. Me gusta su trazo, es desgarrador como creo que es la vida. Lo que más me gusta de una obra es la extrapolación del significado. Cuando puede ser comprendida por todos pero de diferente forma por cada uno de nosotros. Me gustan las obras que tienen lectura infinita.
-María Clara Rossi te preguntaba hace unos años “¿como podés ser contador y continuar con el arte?”
¿Cómo sería hoy tu respuesta?
Realmente una suerte de compensación me permite rendir en ambas actividades el 100 %. Creo firmemente que si una de las dos me faltara no rendiría igual, no sería yo. Mi interés en el arte pasaba por la creación, por ir al taller, pero una vez que conformé mi familia ya no tenía tiempo para ir al taller después de mi trabajo, no quería perderme de ver el crecimiento de mis hijos. Al principio comencé teniendo un taller en casa, terminé invadiendo todos los ambientes, por lo tanto llegó el día en que mi mujer me marcó los límites. Decidí volcarme a la lectura, a la investigación, asistir a cursos teóricos,
viajar, concurrir a bienales, comprar obras de arte… En determinado momento no tenía lugar en mi casa para colgar más obra. Entonces dí el gran paso. Decidí construir una casa que pudiera albergar mi colección. Lo primero que le dije al arquitecto Levitas fué: “Tengo una familia con 3 hijos y una colección de obras de arte” El arquitecto me interpretó muy bien. Diseñó una casa siguiendo los lineamientos espaciosos del arquitecto mexicano Ricardo Legorreta, quien resume y agiorna la obra de su precursor, el también mexicano Luis Barragán. Al entrar en mi casa siento un espíritu envolvente, me siento cobijado, siento que logré rodearme de las cosas que me gustan. Las obras se pueden apreciar desde diferentes puntos de vista. Todo recorrido dentro de la casa me
permite comulgar con las obras, convivo con ellas.
Además de las obras de arte nacional apreciamos artesanías de diferentes partes del mundo.
-Viajas mucho ?
En 1988 obtuve el título de contador público. Realicé el famoso viaje por el mundo. En este viaje de egresados mis amigos, que sabían de mi interés por el arte, me convocaban como guía cultural. Ese viaje marcó el comienzo de muchos más. A partir de aquel entonces intento concurrir a todas las bienales, me mantengo muy al día de todo lo que sucede en el mundo del arte. Además viajo por trabajo. Incluso he viajado a ciertos lugares para encontrar un artesano específico del cual quiero comprar alguna obra de arte popular. El arte popular puede ser muy representativo.
-¿Cómo ves el arte hoy en el mundo ?
Me atrae la visión desde lo marginal. En la Bienal de Venecia de este año 2007 pude apreciar la exposición de los rumanos, un pueblo segregado dentro de Europa que a través del grupo “Los Roma” tiene mucho para comunicar. La gente está cansada de los estereotipos, busca lo simple, el diálogo. A partir de una carta en la que su novio la deja, la francesa Sophie Calle, representando a su país, convoca a una diversidad de mujeres, para que la lean y asi mostrar desde lo simple lo complejo.
Es importante apreciar en lo cotidiano el detalle que pude emocionarnos. Bucear en una
obra es darle la oportunidad a nuestra propia alma de encontrar conocimiento espiritual.









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