Maderas pintadas a mano

Goricia, Eslovenia.

En cada Bienal de Venecia agobiado por la cantidad de turistas atropelladoras que suelen arrasar la isla en verano, suelo hacerme una escapada de un día para despejarme, tomar aire y regresar con mas bríos para continuar visitando las exposiciones.

En esa oportunidad en junio del 2003, me tomé un tren y llegué hasta Goricia en Eslovenia donde me quedé tres días.

El ambiente distendido rodeado de naturaleza en todas las variaciones de verdes, aguas color esmeralda, gente amable y buena gastronomía me facilitaron unos lindo días de relax.

Allí me interesaron estas pinturas contemporáneas sobre madera copias de tallas antiguas que me acompañan hasta el día de hoy.


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