No estoy alineado con el rating de las series desconsiderando la temática.
No por el hecho de generarnos adrenalina, tensión, sádica curiosidad o un buen pasatiempo, podemos calificarlas de buenas.
Hay temas que aunque nos resulten distantes, son reales y tampoco estamos libres de ciertos riesgos, pero hay otros que incitan a una maldad innecesaria despertando la voracidad humana que sin lugar a dudas habita en el ser humano.
A la hora de escoger una película, pretendo que me deje algún mensaje positivo y si es para mal apelo a una reflexión.
Las que mas me gustan son las que me provocan positivamente, no por ello dejo de ver otras de diferente tenor.
Esta serie sur coreana en cuestión, atenta contra la sociabilidad pacífica que hemos logrado luego de tantos siglos de respeto y formación cívica y moral.
Es un retroceso que nos conduce al Coliseo donde en el siglo I del Imperio Romano, se brindaban espectáculos con gladiadores esclavizados que debían de luchar para sobrevivir luchando entre si y con animales, donde el éxito estaba en correspondencia con el grado de violencia. Cuanto más sangre, más sufrimiento, mas éxito lograba. Era un espectáculo brindado por personas en inferioridad de condiciones y sin opciones de acción, destinados para el goce de las clases altas.
En esta serie se conduce un grupo de personas vulnerables, irradiadas de la sociedad, desocupadas laboralmente que en su mayoría han adquirido deudas, a participar en unas competencias de juegos de niños con resultados mortales.
En mi caso opto por no creer que esa atrocidad existe, aunque no me sorprendería, solo que yo no fomento y prefiero mirar para otro lado.
Todos sabemos que existen casos de abusos sexuales que involucran a menores entre otras fatalidades y no por ello nos vemos en la necesidad de fomentar o ser espectadores. Consumirlas nos hace cómplices pues de la idea al hecho solo hay un hecho.
Luchamos día a día para lograr salvaguardar a los animales de ciertos abusos y sacrificios y nos olvidamos de pensar en el ser humano.
Censuramos las corridas de toros, las peleas de gallo y en algunos casos extremos dejamos de comer carne animal para evitar las matanzas pero no lo aplicamos a los seres humanos.
Vi los nueve capítulos esperando siempre el cambio. Lo califiqué con la puntuación mas baja y tampoco invito a verla.
Netflix debería de ser más selectivo en las temáticas que difunde. También leí que existen demandas legales al respecto.
Que esta serie haya logrado el máximo rating en Uruguay, denota que no estamos bien.
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