El Gatopardo

Pocas son las veces en que sucede que una novela llevada al cine supera al libro y este es un de esos casos.

Il Gattopardo es un clásico entre los clásicos.

Escrita por Giuseppe Tomasi di Lampedusa (Palermo, 1896-1957), fue su única novela publicada en forma póstuma. 

Lampedusa, quien perteneció a una familia aristocrática, decidió dedicarse a la literatura, seguramente que echando mano a sus conocimientos de causa, dos años antes de fallecer.

Seguramente que  nunca se podría haber imaginado el éxito que su historia tendría.

Basado en vivencias de un antepasado suyo y recabando información sobre la aristocracia compuesta por familias sicilianas, Lampedusa dio vida a un drama histórico a partir de las vicisitudes que debieron de sobrellevar una familia noble frente a la llegada de Giuseppe Garibaldi quien abolió la monarquía uniendo las cinco regiones de la península itálica lo que dará por fruto la creación de Italia en 1860.

Existe un dicho de época que al día de hoy aun persiste, fundamentalmente entre los habitantes del norte del país, que dice que “Garibaldi no unificó Italia sino que separó África», en virtud de que el sur del país estaba poblado por moros principalmente.

Esta historia versa sobre una familia de la aristocracia terrateniente donde el mayor pecado de sus integrantes sería el hecho de tener que trabajar.

Gobernada por Don Fabrizio príncipe de Salina, llamado Il Gatopardo debido a que el felino era el símbolo de la familia, contando con una escultura al ingreso del palacio, la familia era la mas poderosa de Sicilia.

Recordemos que la mayor isla de Italia siempre ha estado gobernada por diferentes monarquías incluyendo la inglesa, la española, convirtiéndose en un coto de caza, si se quiere, para nobles familias orgullosas y poderosas provenientes del resto de Europa.

Don Fabrizio Corbera reunía todas las características acordes para el papel que debía de representar al frente de su familia.

Orgulloso, espléndido y sumamente seductor se encargaba de que todo fluyera sin grandes esfuerzos.

Vivía en un constante escenario rodeado de lujo y donde la belleza era el principal componente.

Nadie se le podría resistir y mas allá de su extensa familia le gustaba como buen príncipe borbón, contar con diversas amantes.

Nunca se había permitido dejar pasar una bella dama hasta que las circunstancias garibaldinas, le llevan a dar un paso al costado con la que en ese momento era la joven mas bella de Palermo.

Viéndose venir el avance de las tropas y con el fin de no perder poder dentro de la isla, casa a su sobrino, hijo de su hermana fallecida y heredero de su título, con una joven perteneciente una familia plebeya con grandes posibilidades para lograr formar parte de la nómina de los gobernantes de la república.

No solo que pierde a una amante sino que frustra la vida de su primogénita la que estaba enamorada de su primo.

El papel principal de esta serie estrenada en 2025, está interpretado por Kim Rossi Stuart (Roma, 1969) quien logró meterse en escena luego de haber leído el libro.

Mención especial para Benedetta Porcaroli (Roma, 1998) y Devas Cassel (Roma, 2004) hija de Mónica Belucci, protagonistas femeninas con gran destaque.

Mas allá de esa situación, el valor de esta novela radica en la forma en que ese trance es llevado a cabo, todo para adaptase a las nuevas circunstancias de vida.

Ese caso radicado entre la aristocracia siciliana puede ser extrapolado y aplicado a reiteradas circunstancias universales independientemente de la clase social o el lugar, lo que lo llevó a convertirse en un clásico.

La historia da cuenta también de las diversas circunstancias que muchas veces habitamos fuera de la realidad circundante, apartándonos y llevándonos a situarnos en otras dimensiones.

El libro es de lectura obligatoria para un buen lector habiéndose  convertido en una obra imprescindible dentro de la narrativa novelística del siglo XX. En mi caso me lo compré en una edición especial.

Reconozco que la novela es algo lenta y barroca, ahondado en aspectos reiterativos para marcar las características de la época con el fin de comprender la situación, pero la serie corre con otra ligereza atrapando al espectador desde el momento cero.

Está compuesta por seis capítulos donde los directores no escatimaron esfuerzo alguno ni recursos para adentrarnos a esos suntuosos palacios.

Las escenas interiores están colmadas de detalles compuestos por mobiliario, loza, las mesas decoradas con flores, las obras de arte, jardines, entre otros.

También las escenas bucólicas en exteriores llevabas a cabo en amplias verdes llanuras facilitan meternos en escena.

Pero uno de los aspectos de mayor destaque son los diversos vestuarios de época con pesados vestidos barrocos con una amplia variedad tanto para mujeres como para caballeros en virtud de la refinada vida palaciega que ciñe tanto a la familia como a los allegados al palacio a la hora de vestir atuendos de gala noche tras otra.

Las costumbres sociales sumadas a la gran cantidad de personal de servicio que requieren fueron asimismo cuidadas hasta el mas mínimo detalle.

La vida palaciega llevada a cabo en Turín donde la corte era aun mas suntuosa, se convierte en un gran espectáculo compuesto por ritos donde no faltan los bailes de vals que se convierten en un enorme deleite.

El baile llevado a cabo por el príncipe y la esposa de su sobrina es un acaso aparte.

Allí se podría decir que se lleva a cabo el acto sexual que Don Fabrizio sacrificó en post de la seguridad de su familia.

Es digno de ver mas de una vez donde las cámaras en manos de drones sobrevuelan creando el ámbito buscado por el director.

Esta escenas fueron llevadas a cabo en el palazzo Carignano, sede de la casa real de Saboya extremadamente suntuosa a la hora de manifestarse. El palacio fue construido a instancias del Manuel Filiberto príncipe de Carginano en el siglo XVII el cual tuve la oportunidad de recorrer hace unos pocos meses.

Mención especial son las tomas en el Teatro Carignano el que fuera inaugurado en 1753, uno de los mas lujosos de Italia donde es interpretada la ópera Nabucco filmada por las inquietas  cámaras aéreas las que  logran meternos dentro del escenario,  la platea asi como en los palcos oficiales.

Toda la serie que vi el mismo día en que estrenada, está compuesta por detalles de época donde tampoco faltan los desfiles de las tropas de Garibaldi cuando ingresan a Palermo con los uniformes de época.

Vale la pena ver el capítulo adicional “El Gatopardo, detrás de cámaras” de 39 minutos, donde se revelan datos e instancias particulares así relatos de los interpretes así como de los directores como el caso de Tom Shankland (Durham,1968), quien también co dirigió House of Cards. 

Tom Shankland


Publicado

en

por

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *