Propongo una relacion entre la mirada interceptada y la no mirada.
Esa complicidad de miradas entre el fotografo y el fotografiado, que crea el vinculo, la complicidad , en este caso, interceptado y negado, a veces por el fotografo, a veces por el retratado.
Tomo el cuerpo pero lo despersonalizo, quitandole la posibilidad de formar parte de esta obra.
“La visión se toma o se hace en medio de las cosas, allí donde un visible se pone a ver, se convierte en visible para sí y por la visión de todas las cosas, allí donde persiste, como el agua madre en el cristal, la indivisión de quien siente y de lo sentido.«
Maurice Merleau-Ponty – El ojo y el espíritu








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