Venecia, Italia.
“Construyendo puentes” es una escultura permanente emplazada en 2019 en Arsenale, antigua fábrica de astilleros utilizada para exponer obras de arte de la Bienal de Venecia.
La realizó Lorenzo Quinn (Roma, 1966), hijo del actor Anthony Quinn, formado en la Escuela de Bellas Artes de la ciudad de New York.
Está conformada por seis enormes pares de manos de 15 metros de altura, que se entrelazan por encima de una piscina rectangular ocupando un espacio de 20 metros de largo.
Su tamaño monumental permite una visibilidad desde lejos.
El lugar escogido no es casual, pues Venecia ha representado siempre un puerto que ha comunicado hacia todo el mundo.
Al momento de presentar la escultura, Quinn se manifestó a través de sus redes diciendo: “me siento a la vez humilde y emocionado al presentarles mi última escultura monumental “Construyendo Puentes”. Cada par de manos celebra uno de los seis valores humanos universales: amistad, ayuda, fe, sabiduría, esperanza y reuniendo a todos, el amor”
Las obras de Quinn se caracterizan por la transmisión de emociones y a la hora de inaugurar esta escultura el arista expresó: “Quería esculpir lo que se considera la parte más difícil y técnicamente más desafiante del cuerpo humano… Las manos tienen tanto poder: el poder de amar, de odiar, de crear, de destruir… “
Para la Bienal de Venecia edición 2017 presentó “Apoyo”, escultura compuesta por dos manos infantiles de dimensiones también monumentales que emergían del agua aunque fueron rechazadas por el jurado.
Más allá de la decisión, el artista no escatimó esfuerzos y ayudado por la municipalidad de Venecia, la ubicó sobre el Gran Canal como si estuviera sosteniendo un edificio.
El mensaje de la misma tenía el propósito de llamar la atención sobre el cambio climático y la consecuente amenaza de hundimiento que pesa sobre la ciudad.




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