Montevideo, Uruguay.
Siempre he considerado que el coleccionista es el agente del arte mas importante dentro del ámbito artístico.
He dedicado análisis, tiempo y difusión para propagar bajo una columna titulada “Necesarios Mecenas», la importancia de los mismos para con los artistas desde el inicio de la historia del arte.
También diseñé un curso compuesto por doce charlas analizando la influencia e importancia de los mismos a través del tiempo.
Reuní algunos de los mas representativos agrupados por epa y países entre los cuales analicé:
1.Medicis; 2.Monarquías mecenas; 3.Clero; 4.Paul Durand-Ruel, Gustave Caillebote, Jacques Gelman y Ambroise Vollard; 5.Wilhelm Uhde, Gertude Stein, Daniel H Kanhweiler, Peggy Guggenheim; 6.Sergéi Shcuhkin, Iván Morozov, Dasha Zukhova; 7.David Rockefeller, Gertrudis Whitney, Eli Broad; 8.Hermann + Margrit Rupf, Ernest Beyeler, Michele & Michel Auer, Mariano Marcondes, entre otros suizos; 9.Bernard Arnault, Francois Pinault, Miuccia Prada, Patrizia Sandretto; 10.Corenlius Gurlitt, Frieder Burda, Christian Boros, Alison & Peter W. Klein, Desiré Feuerle, Julia Stoschek, Francesca Thyssen von Habsburg; 11.Carlos Slims, Eugenio López Alonso, Isabel & Agustín Coppel; 12. Fernando García Casalia, Kurt Speyer, Rafael Squirru, Eduardo Costantini, Gilberto Chateuabriand.
Se trata de una selección de carácter subjetivo lo que me permitió dar a entender la importancia de estos agentes, de quienes su colecciones son base de destacados museos dispersos por el mundo.
Yo me devine en coleccionista apoyando, difundiendo y permitiendo desde mi modesto aporte para que varios artistas pudieran vivir de ello, desarrollarse y forjarse una carrera.
Mi colección es muy pequeña pero es representativa de la época post dictadura. Una fotografía de la década de los 80 y 90.
En esos primeros años post dictadura no existían compradores de arte de vanguardia y yo no solo me ocupé de comprar sino que a varios artistas les coloqué obras entre amigos y conocidos bajo un esquema de “dealer” aunque nunca cobré ninguna comisión por esa gestión.
Fui mudándome de casa buscando siempre otras que tuvieran mayor cantidad de metros cuadrados de paredes para albergar mis obras y siempre estuve de puertas abiertas recibiendo a todos aquellos interesados en tomar contacto con el arte contemporáneo, a falta de museo, fueran locales, estudiantes así como extranjeros.
Reunimos en casa a muchos artistas del medio agasajándolos en fiestas siempre bajo el escenario artístico, donde todo radicaba en sus obras.
Estuve seleccionado entre los seis mejores coleccionistas del Uruguay y también entre 300 coleccionistas de todo el mundo a partir de una iniciativa de una organización radicada en Berlín.
He dedicado mi vida al arte siempre tendiendo puentes.
No he bajado los brazos luchando por la creación del mercado del arte para que los artistas tengan cotizaciones, sean respetados, valorados y no tengan que mal venderse en remates benéficos o comerciales.
Personalmente valoro mucho la gestión que vengo desarrollando desde hace cuatro décadas.
Decidí donar todo mi colección al Estado Uruguayo para que sea parte del acervo de un museo de arte contemporáneo que necesitamos fervientemente.
A partir de la gestión de la Dra. Ana Ribeiro pude llevar a cabo mi propósito y hoy día las obras están siendo expuestas en las salas anexas del Espacio de Arte Contemporáneo ubicadas en el Museo de Historia Natural, ubicado dentro del mismo edificio.
Una iniciativa que por cierto no ha sido fácil de llevar a cabo.
Me siento sumamente orgulloso de mi proceder, no por que pretenda alimentar mi ego, sino pensando en los artistas para los mismo estén presentes en las paredes de los museos y sean considerados, valorados y admirados por el público en general y por los nuevos artistas que al momento de iniciar sus carreras no saben siquiera quienes han conformado la historia del arte nacional.
Que Águeda Dicancro, Carlos Musso, Lacy Duarte, por solo nombrar a tres, no estén al alcance de la visibilidad del público es un tema preocupante, razón por la cual he tomado la decisión de desprenderme de sus obras.
Mecenas desinteresados como en mi caso, no abundan. Me analizo objetivamente como si no se tratara de mi sino de otra persona que para mi seria digna de admiración y agradecimiento.
El Estado no tiene por que ocuparse de la difusión del arte. Somos los privados quienes nos tenemos que ocupar de ello.
Los mas grandes museos del mundo como el MoMA, el Whitney, Metropolitan, British Museum, el MASP y mismo el Moderno de Buenos Aires fueron conformados por acervos donados por privados.
Hay quienes no creen en la gestión gubernamental, tampoco yo, pero tampoco tenemos promociones fiscales que faciliten la creación de espacios dedicados a la difusión del arte.
Antes de iniciar conversaciones con el Estado me ocupé de buscar interesados privados en promover la creación de un espacio de difusión, que no encontré.
Está en nosotros la posibilidad de crear plataformas y espacios que nos representen.
Asimismo es preocupante que la mayoría de los artistas que integran esta colección no hayan tenido el gesto de solidarización visitando la exposición o apoyando la iniciativa a través de algún mensaje.
La misma ha estado abierta al público durante 10 días siendo mañana jueves 14 de noviembre la última oportunidad de visitarla.
Los artistas siempre son los primeros en reclamar presencia, recursos, muestras, difusión, pero sale muy poco de ellos.
La presencia de los mismos en exposiciones, charlas y debates es siempre muy escasa.
No generalizo, obviamente, pero en términos generales es así.
Tampoco ningún medio se ha ocupado de difundir la noticia.
Triste realidad para nuestro medio artístico.
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