Esta serie está basada en los hechos reales de la explosión de la Central Nuclear Vladimir Ilich Lenin de Chernobyl, Ucrania ocurrida el 26.04.1986.
Se trata del peor accidente de la historia de la energía nuclear, 500 veces mayor que la bomba arrojada en Hiroshima en 1945.
Según testimonios que recoge este documental de cinco capítulos, se debió a la negligencia humana al realizar pruebas que no soportaron en virtud de la baja calidad de ciertos insumos usados por el gobierno ruso para ahorrarse dinero.
Rusia habla oficialmente de 31 víctimas cuando el número de fallecidos oscila entre 4.000 y 93.000 personas.
El número de afectados por el cáncer continúa avanzando tanto en Ucrania como en Bielorrusia, más aún entre los niños.
300.000 personas fueron y evacuadas temporalmente y luego de 32 años la ciudad continúa vacía con prohibiciones de habitarla producto de la contaminación.
En 2017 se construyó el tercer sarcófago para contener la radiación. El mismo costó 2.000 millones de dólares y está diseñado para durar cien años.
Tanto Chernobyl como Pripyat su ciudad vecina hoy son destinos turísticos donde llegan personas con una curiosidad que compromete sus vidas como también ocurre en Fukushima, Japón.
Las verdaderas causas del accidente fueron ocultadas por Rusia hasta que apareció esta serie americana basada en el testimonio que dejó un científico ruso. Aunque declaró los hechos con veracidad en su momento frente a la corte, el gobierno ruso lo ocultó y el científico protagonista en la serie, se terminó suicidando a los pocos meses del accidente.
La serie excelentemente filmada nos deja sin aliento y no se puede dejar de ver a pesar de durar más de seis horas.
Se promociona como la mejor serie de la actualidad y me atrevo a decir que es de visión obligatoria.
Luego de verla, las ideas de ciertas películas que hablan de un atroz final mundial de la humanidad a raíz de los escapes nucleares no están nada lejanas de una eventual realidad.


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