Chaïm Soutine

París, Francia.

Este pintor ruso, no está dentro de la franja de los expresionistas más conocidos, sin embargo ha tenido una gran incidencia en uno de nuestros principales artistas cómo fue el caso de José Cuneo (Montevideo, 1887-1977), quien también firmara sus últimas obras como José Cuneo Perinetti.

Cuneo fue nuestro artista uruguayo más representativo del siglo XX, acercando el mundo a su país.

Sus paisajes expresionistas tan arremolinados coronados en algunos casos por sus famosas lunas, tienen su origen en las obras de Soutine, de quien poco se habla cuando nos referimos a la obra de Cuneo.

Se conocieron en París durante su residencia en Europa entre 1927 y 1931.

De Soutine aprendió a achicar o agrandar los objetos según el grado de sugestión que recibía de los mismos.

Chaïm Soutine (1893-1943), nació en Bielorrusia región perteneciente en ese momento al Imperio Ruso.

Provenía de una familia judía ortodoxa, siendo hijo de un sastre quien se oponía a su carrera artística puesto que su religión no le permitía representar imágenes humanas y animales.

Luego de haberse formado en la Escuela de Bellas Artes de Vilna, capital de Lituania, se traslada a París en 1913 donde llevará a cabo su carrera.

Fue amigo de varios artistas de prestigio entre los cuales se encontraba Amedeo Modigliani (1884-1920) y Marc Chagall (1887-1985) entre otros vecinos del barrio famoso por nuclear artistas.

Vivía en Montparnasse, pero el avance de las tropas nazis durante la Segunda Guerra Mundial lo obligaron a emigrar al valle del Loira, residiendo en Tours.

Su pintura expresionista se vio influenciada por las obras de Van Gogh y Cezanne, destacados y revolucionarios artistas de la época, efectos que Cuneo también recibiría.

Soutine trabaja sus temas en serie que dividía en retratos, bodegones y paisajes.

Sus pinturas están sometidas a motivos con violentas distorsiones que combinan el poder expresionista del tacto con un lirismo melancólico presente en todas sus obras.

Era asiduo asistente al Museo del Louvre donde estudiaba también con rigor las obras de Rembrandt y de El Greco.

El pintor ruso falleció de cáncer de estómago a la edad de 50 años y sus restos descansan en el Cementerio de Montparnasse.

El Museo de l’Orangerie, tiene una selección de 22 obras muy representativas de sus diferentes series, algunas que nos llevan a relacionarlo con la serie de Ranchos y Lunas de José Cuneo.


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