Cezanne, luces de Provenza

París, Francia.

Las exposiciones inmersivas están de moda. Su afán es acercar al público masivo a diferentes artistas escogidos en virtud de su popularidad.

Siempre he tenido aversión a este tipo de manifestación pseudo artístico y ahora que lo vi, puedo confirmar mi postura.

La experiencia de apreciar el arte en forma directa, nunca puede ser sustituido ni por copias, ni por imágenes a través de monitores, ni por a través de proyecciones.

Si bien las películas proyectadas son disfrutables , a mi entender tergiversan tanto la comprensión como él acercamiento al arte.

Son nocivas para el arte, más para los casos de los grandes maestros como es el caso de Cezanne.

Paul Cezanne ( Air-en-Provence, 1839-1906), es él artista más importante del arte contemporáneo más allá de que sus obras no tengan la misma asimilación que otros artistas gozan.

Fue él quien cambió la forma de plasmar la pintura sobre la tela, dando cabida al arte propiamente dicho dejando de lado los convencionalismos de la perspectiva impuesta por el Renacimiento.

Y fue a partir de su caprichosa en insistente mirada, que luego George Braque y Pablo Picasso, lograron el cubismo.

Casi sobre el final de su vida, Cezanne logró el reconocimiento de sus pares y recién luego de su muerte comenzó a ser comprendido.

El espectáculo de luz y sonido, está muy lejos de transmitir siquiera parte de su legado.

Se disfruta, pero es otra cosa.


Publicado

en

por

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *