Manantiales, Uruguay.
Álvaro Zinno (Montevideo, 1958), ingeniero civil de profesión, es uno de los más destacados fotógrafos de nuestro país.
Su constante trazo detrás de la captura de los espacios y elementos que hablan de un tiempo pasado, denota su formación artística.
Asistió a los cursos de dibujo y pintura del pintor Clever Lara, que luego fue complementando con talleres de fotografía y videoarte, incluyendo un curso de formación en New York.
De Lara supo aprender la majestuosidad y la elegancia a pausada, a la hora de hacer foco en un rincón, en un espacio que pareciera estar olvidado o desconsiderado por nuestras miradas fortuitas.
Zinno es el fotógrafo de la luz y quien habla de luz, hace referencia también a las sombras elementos que caminan de la mano.
Valiéndose de ese recurso con focos que guían al espectador, Zinno logra desviar las miradas para descubrir nuevos enfoques sobre espacios roídos y carcomidos por el tiempo, dotándolos de dignidad.
De esa forma, los espacios que capta a través de sus fotografías, se convierten en sets cinematográficos dotados de elementos adicionales que despiertan sensaciones y emociones, guiando al espectador en otros recorridos elucubrando sus propias y variadas historias.
Y el término elucubrar, parece el más indicado para el abordaje de las imágenes de Zinno, puesto que sus imágenes nos llevan a reflexionar acerca de algo con atención y cuidado para estudiarlo o comprenderlo bien, así como para llegar a alguna conclusión o solución, especulando o imaginando cosas sin tener mucho fundamento racional, tal como se define el término.
Todo parece abordarlo con suma delicadeza y mucho tacto.
En sus fotos prevalece la paz, el silencio, a la vez que tampoco falta cierta tensión que conlleva y que guia las miradas a recorrer sus trabajos con el pausado tiempo que nos demandan al abordarlas.
Zinno es un cazador citadino y su arma es la cámara fotográfica.
Recorre las ciudades detrás de lograr capturar detalles y lugares a partir de su curioso interés.
De esa forma lograr realzar espacios y detalles arquitectónicos desconsiderados por nuestras rápidas miradas, que muchas veces hemos invisibilizado y que Zinno logra que volvamos a ver.
Para esta ocasión, la muestra llevada a cabo en Mutate, está conformada por dos series fotográficas de siete obras en total.
Una destinada a captar detalles de coches antiguos y la otra, donde Zinno hace foco en edificios también añosos intervenidos por haces de luz.
Para el caso de los coches, Zinno atenúa los colores bajo tenues veladuras que nos conducen a tiempos pasados.
Contemplar las obras de Álvaro Zinno conlleva a un viaje interior, que da gusto recorrer.
MUTATE: Ruta 10, km 164 – Manantiales




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