De William Shakespeare (1564-1616) se ha escrito mucho, inclusive negando su existencia.
De lo que no hay duda es que quien haya sido, fue un genio dentro del ámbito literario.
Se trató del más grande escritor del Reino Unido y uno de los más importantes del mundo junto con Dante Aligheri y Homero.
Reconocido como el más grande de los dramaturgos de todos los tiempos y más allá de sus obras maestras, Shakespeare creó varias palabras hasta ese momento inexistentes.
También fue un gran emprendedor llevando adelante el Global Theater en Londres, hoy día reconstruido, el cual tuvo mucho éxito teniendo a la realeza de asiduos clientes con la reina Isabel I entre ellos.
Luego de que su teatro fuera devorado por el fuego en 1613 y habiendo perdido a su único hijo varón a los 11 años, Shakespeare decide a sus 49 años abandonar Londres para regresar a su ciudad natal Stratford-upon-Avon, donde vivían su esposa Anne Hathaway y sus dos hijas.
Hamnet era su hijo favorito , especialmente por los poemas que él creía que había escrito y a quien le podría haber dedicado su obra llamada Hamlet.
Su mujer había llevado adelante la familia, contando solamente con la manutención económica de su marido quien se ausentó por años.
Esta película dirigida e interpretada por Kenneth Branagh (Belfast, 1960), escrita por Ben Elton, parte de ese momento y desarrolla una historia novelada basada en los datos históricos que se le han asignado en forma verídica al escritor.
A partir del reencuentro con su esposa que era una mujer de campo unos años mayor que él, que no sabía leer ni escribir como tampoco sus hijas, pues las mujeres no tenían acceso a la educación escolar, logra restablecer con su familia el vínculo perdido.
Su familia siempre había tenido una situación económica holgada muy bien resuelta producto de su trabajo pero Shakespeare vivía alejado de ellos en Londres.
Es allí a su regreso, que resolverá ciertas instancias de la vida de su familia desconocidas por él.
Su madurez, sumada a la tristeza por la pérdida de su hijo, más el trágico desenlace de su negocio, le brindará la posibilidad de encarar esa etapa con una resolución atinada y contemplativa donde logra perdonar y ser perdonado por su familia.
También en el film, el director da cabida a una magistral y emotiva conversación entre Shakespeare y el conde de Southampton, interpretado por Ian McKellen, antiguo mecenas suyo, donde se recitan mutuamente el soneto 29 que claramente habla del enamoramiento del escritor hacia el conde.
A Shakespeare se le han atribuido relaciones homosexuales y el conde fue uno de sus amores a quien le dedicó decenas de poemas, situación que era de conocimiento de su esposa.
Shakespeare fallece en su ciudad natal rodeado por su familia, el mismo día de su aniversario cuando estaba cumpliendo 52 años.
Las magistrales actuaciones del elenco donde se destaca la grandiosa Judith Dench (Heworth, 1934) en el papel de su esposa abnegada , acompañadas de tomas que parecen formar parte de pinturas de época, generan una película que seduce y cautiva de forma muy efectiva.
El título de la película fue tomado de un nombre alternativo que Shakespeare había pensado para su obra Enrique VIII.
Como la mayoría de las producciones fílmicas inglesas, la película logra una resolución espectacular que se recomienda ver.
Disponible en Netflix.




Deja una respuesta