La próxima Bienal de São Paulo 2025 propone sanar la humanidad desde el arte.
Se acerca la inauguración de la 36 Bienal de São Paulo la que promete ser muy reflexiva y por cierto poética.
Todos los sentidos puestos al servicio de la sobrevivencia del ser humano.
Varios aspectos a tener en cuenta para ir entendiendo en que consiste la propuesta y hacia donde apunta esta edición.
Debemos de tener en cuenta en primer lugar de que Brasil es una plataforma de arte muy creativa debido a su mezcla de comunidades que habitan allí. Asimismo se trata de un país que a pesar de su diversidad étnica compuesta por un gran número de población negra e indígena, aun sigue luchando contra la segregación racial, aspecto que fue abordado en la edición pasada.
La Bienal de Sǎo Paulo es la segunda en el mundo en importancia luego de la de Venecia, sin embargo desde hace varios años viene transformándose en un ámbito de reflexión y análisis sobre el contexto artístico y sus enfoques, aspecto que otras manifestaciones artísticas del hemisferio norte han perdido en sus consideraciones, en virtud de cada vez están mas interesadas en convertir esos eventos en plataformas para impulsar las ventas de las galerías.
La Bienal de São Paulo desde su inauguración en 1951 ha representado una oportunidad para toda Latinoamérica. Comenzó acercando el arte europeo a la región en épocas en que no era tan fácil viajar.
La segunda edición fue llamada “la bienal de Picasso” pues se expuso entre otras obras del malagueño nada menos que el Guernica.
Siempre han desatino un espacio para exponer y homenajear artistas con reconocimiento internacional, pero en las últimas ediciones, para bien de todos, se han venido ocupando de crear un enfoque por fuera del poder que emanan las grandes exposiciones europeas.
La 35º edición estuvo enfocada en dar cabida a la relectura decolonialista incluyendo artistas que han sido marginados por la elite del arte dando visibilidad a minorías tanto étnicas como de género.
La designación del brasileño Adriano Pedrosa como director de la 60 Bienal de Venecia en 2024 también fue de un gran aporte a estas nuevas posturas latinoamericanas necesarias para el hegemonía europea.
Una Bienal poética y sanadora: São Paulo redefine el arte contemporáneo
Dentro de ese línea descentralizadora han sido designados para esta edición un grupo de curadores liderados por Bonaventure Soh Bejeng Ndikung de origen africano con sede laboral en Berlín.
La consigna propuesta es totalmente renovadora buscando el aspecto sanador de la humanidad a través del arte. Para ello Ndikung ha echado mano a la poesía género literario donde de acuerdo a su criterio aun tenemos posibilidad de regenerarnos.
El título escogido para esta edición es “No todos los viajeros recorren caminos: de la humanidad como práctica” y está basado en el poema “Da calma e do silêncio” de la poeta afrobrasileña Conceiçao Evaristo (Minas Gerais, 1946).
La poeta al final de su poema dice: “No todos lo viajeros recorren caminos, existen mundos sumergidos que solo el silencio de la poesía penetra”.
El arte internacional se encuentra abocado a sanar heridas causadas por la colonización europea que tanto estragos causó en los países de América como de África y las propuestas actuales en su mayoría están alineadas con ello.
La propuesta del equipo curatorial compuesta por seis integrantes alude a crear un ámbito dentro el Parque Ibirapuera a pura poesía.
Ndikung lidera una Bienal que apuesta por la poesía y la desconolización
La idea central es repensar la humanidad y proponer nuevos caminos a recorrer en pos de la salvación del ser humano agobiado por guerras y objetivos comerciales provenientes del devastador capitalismo.
Para ello no se podría haber escogido un lugar mas indicado como Brasil donde se recurrirá tanto a mitologías brasileñas así como a su filosofía y paisajes con una basta multiplicidad de encuentros entre gente proveniente de distintos puntos del universo.
El esquema se basa en la metáfora del estuario donde todo confluye, no solo es el encuentro de las aguas dulces y saladas, sino también el encuentro del llamado nuevo mundo por parte de las personas esclavizadas que fueron raptadas del continente africano.
El equipo curatorial es de artillería pesada
Bonaventure Nidkung quien se encuentra al frente como curador jefe, nacido en Camerún en 1977, recibió la convocatoria para el cargo cuando estaba viajando por trabajo en Costa de Marfil. En ese momento se inspiró dando cabida al arte proveniente de África y Asia dentro del contexto occidental.
La gran riqueza y variedad de conceptos espirituales que manejan esos países fuera del contexto hegemónico, podría ser una fuente de salvación para el convulsionado occidente, acorde a sus ideas.
Ndikung ademas de ser director y curador jefe de la Haus der Kulturen der Welt de Berlín es también biotécnico y es un gran amante de la poesía.
De acuerdo a su pensamiento vivimos en una época donde hemos perdido el sentido del significado del ser humano sobre la faz de la tierra.
Nos encontramos insertos en una crisis sociopolítica, económica y fundamentalmente ambiental, lo que nos está arrastrando hacia un abismo, razón por la cual Ndikung considera de carácter urgente repensar el significado del ser humano así como su función sobre le plantea.
Su trabajo la ha llevado a viajar por todo el mundo donde ha tenido la oportunidad de apreciar otras realidades, otros universos como a él le gusta referirse. Considera que tanto África, Asia como América, son continentes donde aun el ser humano puede inspirarse para salvaguardarse.
Dentro de su planteo evalúa ideas donde afirma que hemos caminado por lugares errados pero que aun hay tiempo para reivindicarse como responsables de nuestro destino.
El arte como estuario: la 36º Bienal y los mundos sumergidos
La poesía representa un óptimo portal para adentrarnos en otras realidades que nos permitirán repensar el próximo camino a recorrer, invitándonos a transitar por otras dimensiones ocupándonos de unir los continentes.
Sopesa que el problema no es el mundo en sí, sino que el error está en la humanidad y en los caminos que hemos recorrido hasta llegar a este concepto fallido, razón por la cual propone relecturas de nuestro pasado y fundamentalmente trabajar en pos de una unidad donde nos escuchemos unos a otros.
Partiendo de una postura esperanzadora, Ndikung, propone para esta edición abordar esos caminos violentados, coloniales, deshumanizantes y marginadores en los cuales nos encontramos insertos.
“Se trata de una invitación a cuestionar todos los caminos por los que no podemos caminar, todos los callejones sin salida en los que nos encontramos, todos los caminos violentos a los que nos hemos visto obligados a ir y que seguimos como kamikazes…
todos los conflictos y dolores, toda la desesperación y los fracasos, toda la precariedad y las terribles condiciones que enfrentan niños, mujeres, hombres y otros, donde uno debe preguntarse;” ¿Qué le pasa a la humanidad, por Dios?”, en propias palabras de Ndikung.
Un aspecto no menor es que Ndikung es profesor de arte sonoro, género artístico que dará cabida a sonidos provienes de diferentes países africanos.
Basados en la naturaleza, el equipo curatorial ha estimado la riqueza proveniente de las aves migratorias, y cada uno adoptó una diferente para trazar sus recorridos conociendo otras geográficas que nos permitirán un mayor enriquecimiento y fundamentalmente la union necesaria para la sobreviviencia.
En las aves podemos comprender la necesidad de la migración para lograr la subsistencia.
Descolonizar el arte, sanar la humanidad: claves de esta Bienal
El trazado curatorial para la 36º Bienal ha sido dividido en tres segmentos que facilitarán un mejor resultado.
Si bien el arte no resuelve y no siempre logra responder a nuestras dudas, la idea de esta edición se basa en un proyecto de investigación el cual propone mirarnos unos a otros a los ojos, deteniéndonos para apreciar los detalles que nos definen así como la incidencia en la conformación de nuestros entornos.
El primer segmento evoca a través de la poesía de Evaristo, la importancia de explorar los mundos sumergidos donde la poesía puede ser un gran canal de comunicacion.
El segundo propone cuestionar lo que vemos cuando nos observamos tanto a nosotros mismos como a los demás, dejando de lado esa postura radical tan clasificadora que nos distancia unos de otros.
Para ese segmento se ha recurrido al poeta haitiano René Depestre (1926) en su poema “Una consciencia floreciente para los demás”, como luz guía hacia esos mundo sumergidos.
El poema de Depestre que comienza con “mi alegría es saber que tu eres yo y que yo soy fuertemente tu”, apunta a la recuperación de la humanidad.
El último fragmento se centra en los espacios de encuentro, estuarios, donde se reúnen personas de diferentes orígenes quienes no han sido responsables de sus destinos como son los casos de aquellos que fueron esclavizados.
Este fragmento está basado en el movimiento maguebit y su manifiesto “Cangrejos con Cerebro”, originado en Recife, Brasil, a principios de los años 90.
El manifiesto busca revitalizar la cultura local a través de la mezcla de sonidos afrobrasileños con influencias globales como el hip hop y el funk.
La historia de Brasil está compuesta por una fusión de pueblos indigenas, europeos (Portugal y Holanda) y los africanos que fueron esclavizados, quienes aun habitan en microcosmos que no han logrado la absoluta integración.
Es increíble como Brasil luego de 500 años de haber sido invadida por las potencias europeas continúa luchando para lograr una armonía total que los defina como pueblo con su propia idiosincrasia, aspecto muy fértil para la propuesta de esta oportunidad.
Esta edición dio inicio el año pasado a partir de una serie de “Invocaciones” donde se debatieron diferentes temas como la poesía, la música y las performances llevados a cabo en paneles ubicados en distintas ciudades equidistantes como Marrakech, Les Abymes, (isla Guadalupe en el Caribe), Zanzibar así como en Japón.
La elección de estos puntos ha sido estratégico considerando diferentes geografías para conectar también recurriendo a la diversidad de aguas provenientes del océano Atlántico, el Índico, el Pacífico, el Mediterráneo, el Caribe, entre otros.
Marrakech por ejemplo fue escogida en consideración hacia sus tradiciones espirituales, de la música gnawa y la invocación sufí hasta el ágora de narración que es la plaza Jemaa el-Fna
El equipo curatorial se complementa con la participación de Alya Sebti (Casablanca, 1983), Anna Roberta Goetz (Basilea, 1984), Henriette Gallus (Grevesmühlen, 1983), Keyna Eleison (Río de Janeiro, 1979) y Thiago de Paula Souza (São Paulo, 1985).
Asimismo el equipo se complementa con Gisele de Paula y Tiago Guimarães, responsables del diseño arquitectónico y expositivo.
Todos cuentan con una basta experiencia acorde a los fines perseguidos por el curador jefe quien los convocó, habiendo participado en destacadas manifestaciones como bienales y documentas entre otras.
La nómina de artistas invitados asciende a 120, todos por cierto desconocidos y entre los cuales no se encuentra ningún uruguayo.
La inauguración está prevista para ser llevada a cabo el próximo 06 de setiembre y a diferencia de las anteriores ediciones en esta oportunidad se extenderá cuatro semanas mas pudiendo ser visitada hasta el 11 de enero de 2026.
La consigna está planteada. ¿Podrá el arte salvarnos?
Mas allá del gran tenor poético, surrealista si se quiere y un tanto irracional-emocional, no dudamos de que será de un gran aporte no solo para el arte sino también para el universo entero.
Démosle el crédito que se merecen.

Keyna Eleison, Alya Sebti, Bonaventure Soh Bejeng Ndikung, Henriette Gallus, Anna Roberta Goetz y Thiago de Paula Souza

Dr. Bonaventure Soh Bejeng Ndikung

Conceição Evaristo

René Depestre
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