XIII Bienal del Chaco

Resistencia, Argentina.

La Bienal del Chaco es un evento sin precedentes en el mundo.

Cuenta con un formato particular que la convierte en algo exclusivo dentro del ámbito artístico internacional.

La propuesta central consiste en que un grupo de escultores seleccionados entre distintos postulantes, trabajen durante ocho días en un mismo predio al aire libre y frente al constante público que los rodea a toda hora interactuando con ellos.

La Bienal está celebrando su decimotercera edición y a lo largo de los 36 años que están en ello cada vez logran mayor compromiso con la ciudad.

La organización está a cargo de la Fundación Urunday con la escultora Mimo Eidman y su hijo Josese Eidman entre otro grupo de integrantes directivos, quienes trabajan durante todo el año detrás de un permanente crecimiento.

Han logrado el apoyo de muchas empresas públicas y privadas.

En el predio llamado Parque Intercultural 2 de febrero, se reúnen los escenarios para que los artistas puedan trabajar, a lo que se suman espacios destinados a exhibir artesanías aborigen, chaqueña así como decenas de locales destinados a ofrecer servicios alimenticios y otros provenientes de empresas que promueven sus productos incluyendo el mercado automotriz.

Eso crea un enorme bullicio de personas que asisten a modo de fiesta de la ciudad encontrando actividad y dispersión para todas las edades.

También allí mismo la Fundación cuenta con una sala expositiva y hay una sala destinada a eventos culturales (Domo) también con una sala destinada para exhibir obras de arte que en esta oportunidad acoge una selección de escultores chaqueños.

Toda estas particularidades expositivas y tan diversas hacen que la Bienal del Chaco sea única en el mundo logrando una especie de unión entre el arte y una feria comercial expositiva.

Podríamos estar de acuerdo o no, pero si nos remitimos a los hechos y a partir del suceso logrado no nos queda otra opción que aceptarla.

Pata esta edición fueron seleccionados diez escultores entre 157 propuestas internacionales de 55 países, quienes deben de trabajar el metal.

La nómina de escultores seleccionados está compuesta por: Luis Bernardi (Argentina), Alejandro Mardones Guillen (Chile), Carlos Iglesias (España), Billy Lee (Estados Unidos), Butrint Morina (Kosovo), Solveiga Vasiljeva (Letonia), Anna Korver (Nueva Zelanda), Percy Raúl Zorrilla Soto (Perú), Bogdam Adrian Lefter (Rumania) y Emrah Önal (Turquía).

Más allá del resultado logrado a partir de un jurado también el público asistente tiene la posibilidad de votar a su favorito.

Eso provoca un constante diálogo coloquial entre escultores y las personas que los observan mientras llevan a cabo sus obras.

Los escultores están ataviados por distintivos en indumentaria con chalecos que los identifican y en forma diaria acuden todos juntos en un bus especialmente destinado para ello que los lleva y trae desde el hotel.

Todo ese formato convierte el certamen en una especie de “reality”, característica que para un asiduo a bienales internacionales le cuesta asimilar hasta tanto el formato lo convence.

Fuera de estos escultores también fueron invitados siete más que bajo el mismo formato llevan a cabo sus obras en distintos elementos: metal, madera, arena, espuma expandida, fieltro a cargo de *Milagro Tejerina, así como el caso del argentino *Camilo Guinot quien elabora sus piezas con colillas de fósforos usados.

Por otro lado también se llevó a cabo un concurso de jóvenes escultores provenientes de diferentes centros y universidades de Argentina quienes debieron de tallar sus esculturas a partir de un tronco de madera todos del mismo tamaño y forma.

Anoche fueron entregados los premios y la algarabía y entusiasmo se filtró entre el público que participaba de la ceremonia.

Por su lado el joven artista *Lautaro González, promesa chaqueña, cuenta con un espacio especial donde está llevando a cabo un grupo escultórico de metal y papel en el cual hace partícipe al público en su armado.

Otra característica particular y sin precedentes es que todas las obras producidas en la Bienal pasan a formar parte del patrimonio escultórico de Resistencia, conocida hace años como la Capital de las Esculturas,las que luego serán subastadas entre demandantes con la consiga de que las mismas sean expuestas al público.

Actualmente hay 630 esculturas diseminadas por toda la ciudad.

Eso ha convertido a la ciudad en un gran museo al aire libre aspecto que involucra, compenetra y genera orgullo en cada chaqueño.

Y cabe recordar que todo ello es llevado a cabo en la región considerada más pobre de toda Argentina.

Otro aspecto no menor es la participación de diferentes comunidades aborígenes, algunas de las cuales se encuentran aisladas encontrando una posibilidad de integrarse con el resto de los chaqueños.

Al mismo tiempo la Bienal propicia escenarios para dar acogida a conjuntos musicales que en forma permanente están actuando.

La organización cuenta también con una amplia variedad de talleres y conferencias a lo largo del días todo gratuito al igual que el ingreso al predio.

Todo esto y otros aspectos más, incluyendo la amplia variedad de artículos “merchandising”, convierten a la Bienal en un evento digno de admiración y reconocimiento.

Enhorabuena para sus organizadores, artistas y público que logra un evento con estas características tan sobresalientes.


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