Münich, Alemania.
A principios del siglo XX, Múnich se convirtió en un polo de atracción para algunos artistas que huían de las grandes urbes, así como de las religiones imperantes.
Madame Blavastky (1831-1891) fue una de las fundadoras de la Sociedad Teosófica y ocupó el lugar de una divinidad, a la cual recurrían personas de toda Europa.
Entre ellos podemos citar a escritores como Erich Mühsam, Stefan George y Frank Wedekind, así como los integrantes del grupo de arte “Blaue Reiter”, compuesto por Vassily Kandinsky, Gabriel Münter, Paul Klee entre otros.
Todos habitaban en el barrio bohemio Schwabing, que era el sinónimo munichense del Montmatre de París.
Con el estallido de la Primera Guerra Mundial el barrio sucumbió reviviendo luego de la Segunda Guerra, período durante el cual fue destruido.
Schwabing volvió a crecer y hoy día se encuentra renovado con sus edificios de Art Nouveau y el Historicismo típicos de la década de 1960.
A partir de esa fecha, se ha convertido en el centro de la cultura juvenil y de protesta con sus numerosos clubes, tabernas musicales y teatros de cabaret.
Está atravesado por la majestuosa Leopoldstrasse cortejada por álamos, que también nos recuerdan a la Unter den Linden de Berlín, en la cual se han instalado varios negocios de cafeterías y restaurantes.
Al inicio del distrito junto a un arco monumental sobre la avenida misma, se encuentra la Universidad Ludwig Maximilian, donde frente a su entrada principal se yergue el monumento Weiße Rose (Rosa Blanca).
Este memorial el cual actualmente se encuentra en restauración, fue realizado en honor a un grupo de cinco estudiantes y un profesor, quienes en 1943 fueron guillotinados al haber sido descubiertos mientras volanteaban propaganda anti nazi.
Por la zona también se pueden ver varias librerías y anticuarios y los restaurantes suelen ofrecer comidas poco convencionales como puede ser el helado de Weißwurst (salchicha).
Se trata de un lugar apacible y alejado, aunque cerca y a pocas cuadras del bullicioso centro de la ciudad, donde felizmente el turismo en masa no accede.
También el barrio está franqueado por el Englische Garten, lugar de concurridas citas de jóvenes concurren a tomar baños de sol así como a nadar en el río, cuando el tiempo estival lo permite.
Allí se encuentra otro lugar de masiva concurrencia como es la Chinesischen Turm (Torre China), colmado de cervecerías donde asisten los munichenses, quienes ocupan largas mesas que suelen golpear con las jarras de cerveza.




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