Necesarios Mecenas: Paul Durand-Ruel

Si nos tuviéramos que regir por el éxito del mercado del arte, no hay dudas de que podríamos afirmar que Durand-Ruel ha sido el mejor y más destacado mecenas del mundo.

Fuera de ello, también deberíamos de rendirle homenaje pues su proceder ha sido ejemplar desde todo punto de vista. Un ejemplo a seguir, un formato de galerista como no es habitual tener hoy día.

Paul Durand-Ruel (1831-1922) nació y se crió rodeado de obras de arte. Su padre Jean Durand-Ruel era propietario de la Galeria Durand-Ruel y también él inculcó el oficio a sus cinco hijos.

Mismo así, Paul dudó entre ser misionero o militar, pero se quedó junto a su padre quien lo necesitaba en el negocio.

Su perfil de solidaridad, fundamentalmente, fue lo que lo llevó a estar junto los artistas de su época, para ayudarlos, con el fin que progresaran y no solo se beneficiaran los familiares de los artistas fallecidos.

Tenía un gran sentido de generosidad y no escatimó esfuerzos a la hora de ayudar a sus artistas.

Luchó contra todo tipo de prejuicios y apuestas. Le llevó más de veinte años lograr el éxito que le costó también la ruina.

Hay que tener presente que los impresionistas, artistas que él representaba, fueron adelantados en su época, lo que implica decir que fueron resistidos por el público que estaba guiado por los lineamientos de la Academia de Bellas Artes de Paris.

A raíz de sus constantes rechazos, los impresionistas se unieron y comenzaron a exponer bajo la asociación de “Salón de los rechazados”.

Eran considerados “pintores de pacotilla”.

Hoy día esa corriente nos resulta de nuestro total agrado y aceptación, sin embargo en su momento, fines del SXIX, a Durand-Ruel le implicó un gran esfuerzo y mucha fe.

En su caso decir fe no es un modismo pues para Durand-Ruel era primordial. Era católico de misas diarias, monárquico y estaba en contra del sufragio universal, lo que no le impidió estar juntos a sus amigos a quienes defendió y protegió en diferentes circunstancias al margen de sus creencias políticas y religiosas.

Monet era ateo, Camille Pisarro era judío anárquico y Gustave Courbet era comunero, sin embargo Durand-Ruel siempre estuvo junto a ellos dándoles una mano en todo lo que fuera necesario.

Mantenía una relación muy estrecha con sus representados. Era amigo personal de cada uno y se ocupaba de que no les faltara nada, ocupándose de pagarles el alquiler, la comida, los remedios y todo lo necesario para que no dejaran de pintar y siguieran adelante, mismo cuando no habían logrado el reconocimiento del público, a cambio obviamente de la exclusividad de su representación comercial.

Apostó por ellos y a pesar de que le llevó muchos años, lo logró.

Lo increíble no fueron sus elecciones artísticas, sino el modo en que re-definió el trabajo del artista, creyendo en ellos, dándoles apoyo no solo económico sino moral.

Así surgía una modalidad artística que sacaba a los artistas de sus miserias a las que estaban acostumbrados. Ningún artista trabajaba para tener éxito comercial. Su actividad implicaba vivir en la bohemia, en la miseria, pasar necesidades como vivían varios en “Bateau Lavoir” en Montmatre, Paris, cuna de la vanguardia, entre los cuales también se encontraba Picasso.

“Mi locura era sentido común. Y pensar que si hubiera fallecido a los sesenta años, habría muerto agobiado por las deudas y en bancarrota, rodeado de la riqueza de unos tesoros infravalorados“, diría el marchante con sus propias palabras.

Un aspecto fundamental a rescatar en Durand-Ruel era la libertad de acción que les proporcionaba a sus artistas, algo que tampoco es común ver hoy día, donde ciertos galeristas se creen los dueños de la propiedad intelectual de los artistas.

Fue pilar económico y fundamentalmente emocional de Claude Monet. Sin su ayuda financiera y emocional, el pintor no hubiera logrado tener éxito.

Monet, quien era muy inestable emocionalmente, siempre se estaba lamentando y era Durand-Ruel quien le animaba con palabras y con dinero. Fue gracias a su ayuda económica que Monet pudo permanecer en Giverny salvando su casa de la ejecución hipotecaria. También le ofreció una sala de su apartamento para que pudiera pintar.

Monet creaba sin cesar y Durand-Ruel le vendía. “No es suficiente con crear obras maestras, también hay que venderlas”, le decía a Monet.

Otro de los artistas más fieles al vínculo comercial y amistoso fue Pierre-Auguste Renoir a quien lo ubicó en una casa en las afueras de Paris para que pudiera instalase con su familia y así poder realizar tranquilamente sus retratos llenos de luz que pintaba en el jardín.

Fue allí que el pintor realizara varios retratos de la familia del marchante.

Pero el éxito de Durand-Ruel implicó un largo camino, gran esfuerzo y mucho sacrificio.

Su acercamiento hacia el arte venía de cuna. Siempre había acompañado a su padre en los viajes por toda Europa detrás de exposiciones, subastas y museos, y al igual que él, autentificaba obras.

Pero el punta pie decisivo fue en la Exposición Universal de 1855 en Paris, cuando quedó totalmente prendado de las obras de Eugene Delacroix (1798-1863), quien estaba exponiendo 35 cuadros.

A partir de ese momento comenzó a comprar obras de todos los artistas en quienes creía, por quienes apostaba, fundamentalmente obras de los artistas de la Escuela de Barbizon, de Delacroix, Corot, Coubert y de varios mas, algunos de ellos despreciados por la crítica de la época.

Durante diez años estuvo apostando por los artistas de le escuela de 1830 llamada la Escuela de Barbizon, precedentes de los impresionistas.

Cuando los prusianos invadieron Francia en 1870, a raíz de la Guerra Franco-Prusiana y ya como galerista definido, se trasladó a Londres y abrió su propio local al cual le apodaban Galería Alemana donde colgaba obras de artistas franceses.

Fue allí donde tomará contacto y conocimiento de los impresionistas.

En Londres también se encontraban exiliados Monet y Pissarro quienes bebieron de la inspiración de las obras de William Turner (Londres, 1775-1851), precursor de los impresionistas. Monet se acercó a Durand-Ruel con el ánimo de que le comprara alguna obra.

El marchante mezclaba artistas convencionales ya aceptados como Corot, Millet con otros de vanguardia, intentando atraer la atención del público.

A su regreso a Paris, comenzó a relacionarse con el resto de los artistas del grupo como Edgar Degas, Puvis de Chavannees, Pierre-Auguste Renoir, Alfred Sisley, entre otros y entre los cuales no podemos dejar de nombrar a Berthe Morisot, otra desconsideración que la historia hegemónica ha tenido. Su obra era superior en calidad a la de varios de sus colegas pero lo mas importante fue que sin su participación, el impresionismo no se hubiera definido ni tal vez hubiera nacido.

Berthe era quien que se encargaba de unirlos, y su rango social económico, siendo hija de un banquero, facilitó en gran medida la aceptación del grupo entre el público atraído curiosamente por esos artistas tan atípicos. Ella representaba el espíritu de los impresionistas.

La gran apuesta económica que realizó Durand-Ruel en sus artistas, le costó la ruina y debió de vender su colección de la Escuela de Barbizón para afrontar sus deudas. Pero allí, en esos malos momentos pudo comprobar la fidelidad de sus amigos.

Muestra de ello fue el caso de Renoir quién le dijo: “Si te ves forzado a hacer sacrificios, por lo que respecta a los cuadros, no te lamentes de nada. Pintaré otros para ti, mejores”.

Pero como siempre afirmo, no hay éxito artístico sin compradores y mal que nos cueste aceptar sin la participación de los Estados Unidos aún hoy día, los artistas continuarían viviendo en la miseria.

En 1885 con 54 años, Durand-Ruel recibe una invitación para exponer con todos los gastos pagos en el American Art Association of New York. Sin dudarlo cruzó el océano con 300 obras bajo el brazo. Y a partir de ese momento su vida cambió para mejor, logrando el éxito comercial perseguido. A raíz del suceso obtenido, abrirá una galeria en New York a los tres años de esa exposición.

“Sin America, estaría perdido, arruinado”, confesó Paul Durand-Ruel.

En 1905 organiza en las Grafton Galleries de Londres, una importante muestra de impresionistas por la cuál pasaron más de once mil visitantes.

A Picasso no le representó pero fueron amigos y se valoraban mutuamente. Picasso contaba con la representación de Daniel-Henry Kahnweiler (1884-1979), el otro gran galerista de la época.

Dentro de sus principales artistas que representaba Durand-Ruel podemos nombrar a Claude Monet, Pierre-Auguste Renoir, Mary Cassat, Berthe Morisot, Camille Pisarro, Edgar Degas, Eugene Bodin , Alfred Sisley y Edouard Manet quien no era impresionista.

Hoy día Francia entera se enorgullece de la visualización universal de sus impresionistas, pero en su momento no lo supieron ver y le cerraron las puertas, dándoles la espalda e irónicamente fue en Londres donde germinó la semilla.

Digo irónicamente pues la confrontación entre Francia e Inglaterra ha sido constante, mas aun entre Paris y Londres disputándose el cetro en todo. Muestra de ello es la Torre Eiffel, erguida en 1889 para la Exposición Universal que significó una mayor altura que la obtenida por los ingleses con el Crystal Palace de la Exposición Universal de 1851, organizada por el príncipe Alberto.

Durand-Ruel adquirió 12.000 obras de arte aproximadamente entre las cuales había 1.000 monets.

Luego de su fallecimiento, en 1924, Monet confesaba: “Todos los impresionistas habríamos muerto de hambre sin Durand-Ruel. Se lo debemos todo”.

El tiempo le ha dado la razón y hoy día las obras impresionistas son las mas cotizadas en el mercado, pero claro está, y merece reconocer, que sin la apuesta y trabajo de Paul Durand-Ruel, los resultados hubieran sido otros y los impresionistas seguirán siendo clasificados como pintores domingueros, seguramente.

E irónicamente también, fue Londres quien le rindiera homenaje en una exposición realizada en la National Gallery del 4 de marzo al 31 de mayo de 2015, titulada “Inventing Impressionism Paul Durand-Ruel and the Modern Art Market”, subtitulada “The man who sold a thousand monets”, con la participación en el montaje de su tataranieta y biógrafa.

  • Retrato de Paul Durand-Ruel por Pierre-Auguste Renoir
  • Grafton Galleries
  • Claude Monet
  • Hijos de Durand-Ruel por Pierre-Auguste Renoir
  • Hijas de Durand-Ruel por Pierre-Auguste Renoir

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