Museo Voorlinder

Wassenaar, Holanda.

Voorlinden es un museo de arte ubicado en la ciudad de Wassenaar.

Fue inaugurado el 10 de setiembre de 2016 con la presencia del rey Guillermo de los Países Bajos, quien posee su residencia en la misma enjardinada ciudad.

Su propietario es el coleccionista Joop van Caldenborgh, (La Haya, 1940) quien aportó obras de su acervo de arte moderno y contemporáneo, que ha adquirido durante los últimos 50 años, siendo la colección privada más grande del país.

Asimismo el museo alberga también muestras temporales. Actualmente se están exhibiendo la colectiva “Art is the antidote”, así como otra titulada Ground del inglés Antony Gormley, que será motivo de otra nota.

Joop van Caldenborgh, apasionado coleccionista de arte desde temprana edad, hizo realidad su sueño del museo propio.

Es el fundador del grupo químico Caldic y fue nominado en 2012 como el hombre más influyente en el mundo del arte holandés.

Su enorme colección de arte moderno y contemporáneo, compuesta por pinturas, collages, instalaciones, esculturas y fotografías, se conoce como la “Colección Caldic”.

El museo está ubicado dentro de un terreno de 40 hectáreas, fuera del centro de la ciudad, rodeado de bosques y praderas.

Llegar hasta allí implica una larga caminata, si es que no se accede en coche o en el clásico medio de transporte holandés como son las bicicletas.

A medida que vamos llegando, el entorno verde compuesto por bosques arbolados y praderas pobladas por animales tanto silvestres como domesticados, conforman un gran contraste a la vez que complementan los dos edificios que forman parte del museo.

Por un lado, una casa de estilo de principios de siglo XX, donde funciona un elegante restaurante así como el alojamiento del personal.

A su lado se encuentra el edificio construido para albergar las obras que también se van presentando paulatinamente en los hermosos jardines a través de las esculturas.

Su concepción está alineada con los museos actuales del arte contemporáneo, donde la naturaleza es parte activa para la asimilación y disfrute del arte como son los casos del Hoimbroich así como el MACA de Atchugarry, por solo nombrar algunos.

Además del restaurante, cuenta con una carpa en el jardín para comidas más livianas con un servicio más ágil.

El moderno edificio Voorlinden fue diseñado por el estudio Kraaijvanger de Rotterdam.

El arquitecto logró un diseño nada ostentoso, sino espacioso y refinado en sus detalles, atendiendo fundamentalmente el manejo de la luz.

Existen espacios para las exposiciones de las obras permanentes con obras inamovibles.

El interior se divide en tres secciones generales, según la programación del museo con presentaciones de colecciones, exposiciones temporales y obras permanentes.

Cuenta con 20 galerías de techos altos, con luz natural, que es el elemento protagonista del museo, algunas con enormes ventanales que permiten el ingreso de los jardines a las salas.

El cuidado del ingreso de la luz solar a las salas, y más aún la forma en que se integra con la luz artificial fue muy cuidada fundamentalmente para aquellos momentos en los que la luz del día es insuficiente.

El techo está formado por paneles de aluminio blanco con 115.000 tubos blancos, jugando un papel importante pues regulan el ingreso de la luz natural.

Esos paneles, permiten solamente ingresar solamente el 20% de la proveniente del exterior que distribuyen en forma difuminada creando el ámbito natural sin perjudicar las obras.

El concepto principal del diseño consiste en una serie de muros, paralelos evitando ser una composición de “cubos blancos” sólidos.

Hay espacios dedicados a presentaciones de video, auditorio, biblioteca, espacios educativos , taller de restauración, espacios auxiliares y una tienda con libros y productos merchandising del lugar.

Entre las obras de la colección permanente hay una escultura de Richard Serra (1938) de grandes dimensiones que se recorre, así como la Skyspace de James Turel (1943) quien también está presente con una escultura en José Ignacio, Uruguay.

También destaca la ilusionista Piscina del artista argentino Leandro Erlich (1973), residente en Montevideo, la impactante hiperrealista Pareja bajo un paraguas de Ron Mueck (1958), una fascinante escultura de vidrio de Roni Horn (1955) y algunas obras maestras de Maurizio Cattelan (1960), cada una de ellas en su propia sala logrando un gran protagonismo.

Recorrer las espaciosas salas es un enorme deleite, máxime considerando la holgura con la que cuentan las obras.

El Voorlinden pretende ser un destino preferente para los amantes del arte moderno y lo está logrando.


Publicado

en

por

Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *