Buenos Aires, Argentina.

Siempre es muy grato regresar a este museo que nos conecta con una época pasada de esplendor porteño, donde las familias patricias se ocuparon de emular las más destacadas capitales europeas como París y Londres, entre otras.

El espíritu comprometido y filantrópico de Isaac Fernández Blanco, quien inició su colección en 1910, le llevó a donar sus piezas al gobierno para preservar las mismas.

Comenzó en 1921 abriendo su casa ubicada en Hipólito Irigoyen 1420, cerca de Congreso, como museo privado.

En 1922 vendió su residencia a la Municipalidad de Buenos Aires y donó la totalidad de su colección a dicho gobierno, inaugurándose como museo municipal ese mismo año.

En 1947 la colección fue trasladada al Palacio Noel, sede actual en el aristocrático barrio Retiro a pocos metros de la calle Arroyo, sumándose a la colección del Museo Colonial que existía en el edificio y a la colección municipal.

Con posterioridad y siguiendo su ejemplo, varias familias de la aristocracia porteña, fueron donando piezas con el ánimo de mantener sus acervos al alcance de la vista del pueblo argentino.

El museo reúne la más completa selección de piezas singulares de la época colonial hispanoamericano, así como también obras de los siglos XIX y XX.

Destaca la selección de piezas de arte jesuítico -guaraní proveniente de las donaciones que hiciera Celina González Garaño y su familia desde 1963 hasta 1989.

Los jardines del palacio, son un remanso de paz que invitan al visitante a un momento de relax e intromisión, si se quiere.