Muestras colaterales Bienal Venecia

Venecia, Italia.

Dentro de otras exposiciones colaterales que acompañan la 60 Bienal de Venecia, además de las ya reseñadas, podemos citar algunas otras muestras.

Sin lugar a dudas una de las mejores propuestas es la ofrecida por el iraní *Reza Aramesh (1970) a quien ya le hemos dedicado una nota.

Otra destacada muestra es la del chino *Zeng Fanzhi (Wuhan, 1964), quien a partir de obras monumentales pintadas a mano se está llevando a cabo en La Scuola Grande della Misericordia.

“Cosmic Garden”, también ya analizada, muestra de pintura y arte textil proveniente de India y vale la pena visitar para quienes tengan oportunidad de llegar hasta allí.

Palazzo Grassi y Punta della Dogana presentan dos exhibiciones individuales a considerar.

Dominados por el poder de uno de las más grandes coleccionistas como es el caso de Henry Pinault, la persona más rica del planeta y dueño de estos dos espacios que se ubican entre los más importantes de Venecia en cuanto a despliegue en tamaño y presupuestos, y siempre atentos a sus intereses comerciales, los espacios ofrecen dos muestras individuales interesantes.

Las obras de *Julie Mehretu (Etiopía,1970), artista muy demanda por los coleccionistas, bajo “Ensemble” está ocupando la totalidad de las generosas salas del Grassi.

Esta artista invitó a cinco artistas Nairy Baghramian, Huma Bhabha, Robin Coste Lewis, Tacita Dean, David Hammons, Paul Pfeiffer y Jessica Rankin. para establecer un diálogo con sus obras.

Entre ellos destacan la presencia de las tallas en madera de Paul Pfeiffer (Honolulu, 1966), quien ha representado partes del cuerpo del cantante Justin Bieber.

Mehretu transita entre bastidores de tenor abstracto que luego invade de modo muy sutil frente a la mirada del espectador, con construcciones arquitectónicas invocando ideas del universo con movimiento de masas dando cuenta del paso del tiempo en una mezcla de mapas, sistemas meteorológicos, patrones de tráfico, expansión urbana así como planes de vuelo.

Todo ello se podría resumir en una especie de corriente neo futurista en concordancia con los actuales parámetros de movilidad urbana.

Esa combinación de imágenes, un tanto indescifrables la llevan a posicionarse también dentro de la línea de Cy Twombly.

También la artista presenta una serie de sus obras plasmadas sobre cristales a modo de vitrales. Pero ello resulta más de lo mismo lo que termina empalagando dentro de una línea que se esmera en pautar una marca comercial propia.

Punta della Dogana por su lado, presenta la obra de *Pierre Huyghe (París, 1962), compuesta por vídeos y piezas escultóricas que hacen alusión al esoterismo en todas sus acepciones desde la popular hasta la más elevada.

La muestra titulada “Esotérica” es llevada a cabo en penumbras donde la asistencia de los guardias con sus linternas facilitan el desplazamiento del espectador.

La propuesta de Huyghe no es fácil de asimilar pero sin lugar a dudas se trata de un brillante pensador quien alude en esta oportunidad a lo oculto y fantástico.

Más allá del disfrute de este gran espacio adaptado por el arquitecto Tadao Ando, (Osaka, 1941), uno sale de allí provocado a la vez que tratando de procesar lo visto pues la temática no es accesible a todo el público conduciendo en algunos casos al relacionamiento errado con la brujería.

Fundación Prada que ocupa el Palazzo Corner della Regina sobre el Gran Canal, se vino con una muestra de *Christoph Büchel (Basilea, 1966), quien investiga la «deuda ofrecida por los Monti di Pietà».

Para llevar a cabos esta muestra el artista ha ocupado e invadido cada habitación y rincón del palacio a modo de una instalación inmersiva con restos de objetos comerciales los cuales ha sido empeñados oportunamente.

De esta manera “Monte di Pietà” investiga el concepto de deuda como raíz de la sociedad humana el cual se transforma en el principal medio a través del cual se ejerce el poder político y cultural.

Los “Monte di Pietà” surgieron en Italia en el siglo XV . Así se denominaban las instituciones católicas las cuales permitieron a a personas de ingresos modestos a acceder a préstamos a bajas tasas de interés. Utilizaron fondos de donantes caritativos como capital y otorgaron préstamos a personas con ingresos modestos convirtiendo a estas empresas de casa de empeño en bancos.

Fue allí específicamente en Ca’ Corner della Regina que en 1834 el Instituto tomó el nombre de Monte di Pietà di Venezia.

Asimismo en 1975 Ca’ Corner se convirtió en la sede del Archivo Histórico de la Bienal de Venecia y desde 2011 es uno de los espacios expositivos de la Fundación Prada.

Mas allá de la temática específica que habla del poder del dinero la muestra conduce al espectador a una situación devastadora donde pareciera que el mundo ha sido sorprendido de una forma inesperada dejando los ambientes abandonados y sin la presencia humana donde la acumulación de objetos en desuso desvirtúan lo que otrora significara una tenencia material de referencia.

Büchel insiste a través de la reiteración en decenas de ambientes que todos dan cuenta de lo mismo.

Recorrer el palacio, más allá de que se conduce al visitante a un denso y trágico deambular, no es gratificante, lo que sin duda con lleva al éxito de la muestra.

La gran interrogante es dónde irán a parar todos esos objetos que seguramente se han obtenido de depósitos abandonados o basurales que deben de haber insumiso un gran esfuerzo humano.

La serie de vídeos ofrecida por “Nebula” (del latín “nube” o “niebla”) en el Complesso dell’Ospedaletto, reúne ocho videoinstalaciones específicas encargadas y producidas por Fondazione In Between Art Film,

Esta muestra es la continuación de la muestra anterior titulada “Penumbra”, ofrecida allí mismo en 2022 en la 59 edición de la Bienal.

Los ocho vídeos o muestra colectiva indagan el estado actual de las imágenes en movimiento en el campo del arte contemporáneo, al tiempo que exploran la frontera inestable entre ver y comprender, entre lo que percibimos y lo que creemos.

El título hace alusión justamente a la niebla como metáfora de diferentes formas de desorientación aludiendo a cuestionar a la incertidumbre como nueva forma de abrir nuevos espacios de entendimiento mutuo dentro del ámbito artístico.

Las obras abordan una variedad de temas como la inmensidad del paisaje como lugar de pérdida o salvación; la arquitectura de la memoria y el laberinto de la conciencia; la música y la voz como conductos de recuperación.

En esta ocasión estos vídeos, no han estado a la altura de la edición pasada, sin embargo la puesta en escena y la logística de las salas diseñadas por las intervenciones arquitectónicas creadas por el estudio interdisciplinario 2050+, son fuera de serie ya que facilitan en cada caso el vínculo necesario sin que se distorsione el espíritu perseguido por cada propuesta individual logrando un contexto general entre la suma de los ocho vídeos.

Paredes enteras revestidas por telas y espumas para mitigar tanto los sonidos como la posible contaminación visual hacen referencia a la calidad expositiva.

El destaque en video arte en esta ocasión proviene de la selección de obras alojadas en el Palazzo Franchetti producidas por los Museos de Arte Moderno de Qatar y Árabe y el futuro Museo Art Mili que será inaugurado en 2030, quienes están presentando una exposición en la Bienal de Venecia que arroja luz sobre los últimos diez años de práctica en cine y vídeo.

Bajo el título “Your ghosts are mine“ (Tus fantasmas son míos) se han reunido extractos de más de 40 películas y vídeos de artistas y cineastas árabes y africanos.

Los vídeos hacen alusión a los trastornos de la sociedad poscolonial con profundidad, humanidad y poesía.

Los artistas con diversas nacionalidades como Irán, Líbano, Argelia, Senegal, Marruecos, Qatar y Mauritania presentan un video más atrapante que el siguiente.

Comisariada por Matthieu Orlean, un experto en cine y vídeo afincado en París, la muestra desdibuja los límites, a menudo artificiales, entre el cine largo y el cortometraje.

El cineasta Abdallah Al-Khatib presenta “La pequeña Palestina: Diario de un asedio” (2021), arrojando luz sobre Yarmouk, un campo de refugiados palestinos cerca de Damasco donde nació el propio artista.

Dicho campo permaneció aislado deliberadamente del mundo después de la revolución siria porque Bashar al-Assad lo veía como un lugar para los rebeldes.

Lamentablemente estos vídeos requieren un tiempo de abordaje que el viajero no tiene, amén del cansancio que implica recorrer la gran oferta en tiempos de la Bienal en tan pocos días.

Mezcla de ciencia ficción y antropología estos vídeos que incursionan en la realidad social actual, resultan sumamente atrapantes a la vez que eficientes lo que no ocurre en otras propuestas.


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