Uruguay.
Con Alicia Escardó (Montevideo, 1963), compartimos taller literario.
Además de escritora es gestora cultural y guionista. También dirige un centro cultural en La Floresta llamado Espacio de Creatividad y Arte CRA, todo lo que la define como una persona inquieta y ocupada en promover la literatura lo que la ha llevado a organizar también ferias de libros, concursos de cuentos policiales y otros eventos, siempre dentro del ámbito de su materia.
En mi caso, este ha sido su primer libro que leo.
«La trama violeta” publicada en 2024, es una novela con un buen ritmo de atención provocada desde la primera página donde el redactor devela el final de la historia.
Mientras Zeta, uno de los protagonistas, viene escuchando las noticas en su coche, se entera de que Marina, la otra protagonista con quien tuvo un “affaire”, ha fallecido en un accidente aéreo.
A partir de allí la historia va a regresar al momento cero, cuando sus vidas se cruzan.
La trama, partiendo de la noticia inicial, está cargada de tensión. El lector ya sabe que esa historia de amor no terminará bien.
Zeta es un joven que tiene que resolver un problema económico lo que lo lleva en forma constante a tramar la resolución del mismo, y es allí que se nota el gusto mas bien la pasión, que Escardó tiene hacia la novela negra, donde sin haber un homicidio, hay sin embargo una mente perversa.
El protagonista transita por zonas desconocidas a quienes lo rodean, lo que mantiene en vilo al lector en forma constante aguardando el mismo sea descubierto.
Cabe acotar que la escritora tiene una columna radial semanal donde aborda y analiza este género.
La novela de 236 páginas, no deja de tener rasgos autobiográficos de Escardó.
La historia se desarrolla dentro de un ámbito bancario del cual también la escritora, de profesión ingeniera, proviene, lo que genera una gran credibilidad en las descripciones utilizadas.
Asimismo se lleva a cabo entre Madrid y Montevideo, dos ciudades donde la escritora ha vivido, lo que propicia la posibilidad de involucrar dos grandes tragedias nacionales como fueran el atentado de Atocha en Madrid y el accidente aéreo de los jovenes uruguayos en los Andes.
Recorre con conocimiento de causa tanto Madrid como Montevideo, lo que suscita un mayor grado de confiabilidad para que el lector se meta en el tema.
El libro tiene un buen enganche y un excelente e inesperado final en el cual recién se comprende el título de la novela, pero tampoco se queda en solo ello pues en ningún momento la crónica permite que la atención del lector decaiga.
Interesante lectura que da cuenta de una buena escritora a quien deberíamos de estar atentos en sus próximas publicaciones.
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