Siempre me da satisfacción apoyar nuestros escritores. Mas allá de que Carmen Posadas (Montevideo, 1953) vive en España desde hace varios años y su vida de adolescente la llevó por varios países detrás de la carrera diplomática de su padre, mantiene ambas nacionalidades y siempre remite a su país que visita asiduamente donde mantiene familia.
Hace un par de meses, junto con un grupo de amigos amantes de la literatura, tuvimos la oportunidad de charlar con ella a partir de la presentación de su más reciente libro publicado en el 2020 donde nos comentó la provocación que le llevó a investigar la historia que plasma en su mas reciente publicación.
Mezcla de novela histórica, la narrativa discurre detrás de una joya muy codiciada, recorriendo los ámbitos de la realeza española desde el reinado de los austrias bajo Felipe II (Valladolid,1527-1598), llegando hasta los borbónes con Felipe V (Versalles, 1683-1746) al frente de la corona como primer rey de dicha casa real de origen francés en España, las cortes napoleónicas con José Bonaparte (Corte,1768-1844) y luego su sobrino de Napoleón III (Paris,1808-1873) en Paris, la corte del zar Nicolas II de Rusia (San Petersburgo, 1868-1918), el exilio de la reina Victoria Eugenia de Battenberg ( Balmoral, 1887-1969) en Lausana, para acabar en el ámbito privado de la actriz Elizabeth Taylor (Hampstead, 1932-2011) última poseedora de la joya en cuestión.
La razón de este largo periplo histórico, es el recorrido que va realizando una perla de cultivo llamada La Peregrina, que fue extraída por un esclavo en el mar en Cuba en el SXVI, con la cual pagó su libertad.
El relato de apariencia banal, va adquiriendo interesantes tonalidades, abordando la historia oficial que solemos leer a partir de la participación de los roles protagónicos, con relatos aportados por personajes de menor rango que estuvieron al servicio de los “royalties” en cuestión, como son los casos de cocineros, modistas, músicos, así como también quien se ocupara de alcanzar y vaciar el orinal de uno de los monarcas o aquel encargado de criar y dar trabajo al ejército de sanguijuelas que ha falta de antibióticos debían de bajar las fiebres.
Para ello Carmen Posadas indagó, estudió, entrevistó y se ocupó de dar cuenta de la historia con rigor, haciendo uso de la jerga así como del lenguaje utilizado en cada época dentro de los ambientes de los protagonistas poseedores de La Peregrina.
Asi, recorre en forma minuciosa los ámbitos donde se desarrollan los relatos a través de pequeños grandes detalles, que han hecho a la historia, relatos de alcobas, las vicisitudes de las reinas consortes destinadas básicamente a convertirse en vientres reales con sus peripecias para dar a luz y lograr que sus hijos llegaran a la edad suficiente para poder reinar procrear.
Tampoco faltan aquellos interesantes personajes que han formado parte de las cortes como fue el caso del pintor Diego de Velazquez (Sevilla, 1599-1660) en la corte de Felipe IV, dando vida a todo los integrantes que formaron parte de su archifamosa obra Las Meninas en la corte de Carlos IV.
Tampoco falta la presencia de Francisco de Goya (Fuendetodos, 1746-1828) y su vínculo con la duquesa de Alba, Manuel Godoy y sus amoríos con la feísima reina María Luisa de Parma, donde no faltan los relatos de alcoba.
Cuando La Peregrina llega a Londres, la historia se entrelaza con el colorido personaje como fuera el caso del principie ruso Félix Yusúpov (San Petersburgo, 1887-1967) que se debió de encargar de asesinar al monje Rasputín quien tenía una gran influencia sobre la zarina y su esposo cosa que preocupaba a la corte rusa.
Llegada la participación en escena de la reina Victoria Eugenia, el relato se ve acompañado por quien fuera su nieto predilecto Alfonso de Borbón Dampierre, el hijo mayor de Jaime quien debió de renunciar al trono por su sordera. En este capítulo, los relatos llegan hasta nuestros días y Carmen se florea con un despliegue de anécdotas típicas de la prensa rosa.
No se trata de un libro memorable, pero da gusto leerlo pues está escrito con rigor y conocimiento de causa. Quienes gustan de la historia y del arte lo disfrutarán.
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