Jack Whitten: El Mensajero

New York, Estados Unidos.

Jack Whitten: el mensajero del arte como resistencia pacífica

En momentos en los cuales se están llevando a cabo relecturas de la colonización europea dentro de América, descubrir un artista de la talla de Whitten genera una gran bocanada de aire fresco que alimenta las esperanzas pacificadoras.

Su carrera no fue fructífera a nivel comercial y estuvo muchos años a la sombra de otros artistas escogidos por el establishment.

Mas allá de que expuso desde 1974 en el MoMA, en el Museo Whitney, en la Tate de Londres, en el Arts Institute de Chicago, entre otros, tuvo que esperar hasta que la galería Hauser & Wirth le realizara una muestra individual en 2017, para finalmente ocupar el lugar que se merecía en el podio de la historia del arte estadounidense.

Luego de su fallecimiento fue homenajeado en una gran muestra llevada a cabo en el Día Beacon en New York en diciembre de 2022.

Hoy día el MoMA en sus salas de exposiciones especiales del piso sexto, lo está homenajeando en una gran retrospectiva llamada “Jack Whitten: El Mensajero” la que incluye mas de 180 obras de sus casi seis décadas de carrera comenzado con la primera obra, un collage que realizara en 1963 hasta la última previa a su fallecimiento.

De niño vivió en una de las zonas mas afectadas por el racismo y fue el arte su salvación.

Jack Whitten nació en Bessemer, Alabama en 1939 dentro del seno de una familia obrera.

Su vida estaba predestinada para cualquier otra cosa que para ser artista, pero su exhaustiva sensibilidad le llevará a ocupar un destacado lugar en la historia del arte dentro de su país.

Fue el segundo esposo de su madre pintor de letreros, quien le proporcionará las herramientas que utilizaba para ello y siendo adolescente comenzó a trabajar pintando etiquetas de precios para tiendas comerciales.

Si bien sus inicios al principio se inclinaron por la medicina cursando cursos premédicos, fue a raíz de un discurso del líder mas destacado del movimiento de los derechos civiles Martin Luther King Jr. (Atlanta, 1929-1968) quien le despertó un afán de compromiso para con la comunidad negra.

En Luisiana asistirá a la Universidad el Sur en Baton Rouge donde también participaba de las manifestaciones por los Derechos Civiles y poco a poco fue descubriendo un campo fértil para manifestarse como artista.

La política actuó antes que el arte y sus obras cobrarán importancia dentro de un país tan segregacionista.

A finales de la década de 1950 se involucró en el activismo por los derechos humanos, ámbito propiciado por la conferencia de Luther King Jr. creador de la frase “I have a dream” que inspiró y animó a tantas personas dentro de las clases sociales mas oprimidas del país.

Este político quien supo propagar su postura pacifista y conciliadora y por la cual fue asesinado en 1968, fue el mentor de la carrera de Whitten.

Jack Whitten: el Martin Luther King Jr. del siglo XXI donde su gran arma para pacificar fueron sus obras de arte

Fue tan fuerte el dolor que el embargaba cuando era perseguido junto a su comunidad en el sur, que buscó un refugio por encima de lo real, de todas las religiones y pueblos, algo que englobara la esencia universal.

Producto del asedio y de la constantes manifestaciones violentas de los segregacionistas donde actuaba el Ku Klus Klan del Sur, Whitten quien corría el riesgo de perder su vida, opta por mudarse a New York en 1960 donde ingresa a la Cooper Union siendo el único alumno negro, graduándose en Bellas Artes en 1964.

New York le ofreció de inmediato un mundo donde todo era posible.

Fue allí donde encontrará la fortaleza y la solidez personal para superarse ayudado por el sustento de la comunidad negra quienes luego de la liberación de los esclavizados del sur del país celebrada en 1865 se habían ido mudando para concentrarse en Harlem, un barrio concebido para la clase media blanca que no encontraba inquilinos.

Un artista entre el jazz, la abstracción y la lucha racial

En New York seducido también por los sonidos del jazz, manifestación cultural que no solo unió a los negros sino que animó a la superación de la comunidad, aprendió que mas allá del arte, lo mas importante era la pertenencia al grupo luchando codo a codo, habito que le facilitó sencillamente ser él mismo y defender los derechos de su gente.

También antes de introducirse en el arte y motivado también por la solidaridad hacia su comunidad y como producto de su constante presencia en los clubes de jazz de New York quiso ser músico.

Conoció a todos los grandes músicos de su época entre los cuales se encontraban Arte Blakey y Miles Davis, entre otros pero el destino tenía preparado otra cosa para él. 

De todas formas tanto la política como el jazz lo inspiraron a la creación de una música superior o de una movida política diferente, ya que todas sus obras se traducen en poesías musicales denunciativas de la situación de los negros en Estados Unidos.

Cuando llega a New York en 1960 era el final de expresionismo abstracto y comenzaba el pop art. Se relaciona con Andy Warhol, Willem de Kooning y Jean Michel Basquiat.

Instalado en 1962 en el Soho en las intersecciones de Lispenard y Church St,, Whitten traía dentro de sí toda una gran carga de sufrimiento que arrastraba desde el sur del país, estados donde mas se sufrió el racismo luego de la declaración de Libertad aprobada por Abraham Lincoln en 1865.

Jack Whitten el artista que Clement Greenberg no supo valorar

Mas allá de que al principio de su carrera se le asoció al expresionismo abstracto donde figuras como Jackson Pollock, Mark Rotko y Willem de Kooning, entre otros guiados por el petulante Clement Greenberg, Whitten se debió abrir del grupo para lograr su propio estilo.

Tampoco Greenberg le debe de haber franqueado el ingreso a su grupo a pesar de que De Kooning lo ayudó bastante en sus inicios.

Tampoco Whitten se defina como greenbergiano.

En el arte abstracto no solo pudo mitigar sino que la vez logró batallar contra el segregacionismo racial y su dolor como integrante de una comunidad irradiada, le facilitó expresarse.

La filosofía estética del expresionismo abstracto no le resultaba suficiente para llevar a cabo sus obras de tenor pacifistas

Contó con el apoyo tanto de De Kooning así como del grabador afroamericano Robert Blackburn (1920-2003) quien le abrió varias puertas presentándole entre otros al artista abstracto Norman Lewis (1909-1979) figura clave en su carrera.

Whitten era conocido por sus innovaciones llevadas a cabo en procesos creativos lo que lo separaron de los soportes tradicionales. Sus obras no son pintura, ni fotografía, ni ensamblajes sino que son todo a la vez.

Su imperiosa necesidad de expresarse le obligó a buscar recursos variados para poder expresar sus ideas pacifistas plasmadas en sus bastidores y esculturas.

Entre la metafísica, la historia y el activismo

Las obras debían de estar vinculadas al servicio de sus mensajes. Utilizaba sus piezas artísticas como instrumentos literarios donde intentaba dejar traslucir el ama negra.

Whitten se definió como el producto del apartheid estadounidense.

El arte sumado a la metafísica, la que fuera su gran aliada, algo que no había encontrado en la religión, le permitirá lograr un escaño destacado dentro del ámbito artístico.

Estamos frente a un artista filósofo que a lo largo de su vida se fue nutriendo de pensadores, escritores y filósofos que le brindaban la oportunidad de propagar la paz borrando las diferencias de las personas a raíz del color de su piel.

Whitten no pintaba, construía

Whitten fue un artista que prefería hablar de un ser hacedor en lugar de un pintor.

En la década de 1960 se distancio de la filosofía estética y comenzó a pintar obras grises y ahumadas, quitándoles los colores primarios, lo que le facilitaba crear sus llamadas “pinturas fantasmas” donde abogaba por captar el espíritu de las personas, “lo que a primera vista no vemos”, según decía.

En forma paulatina fue quitando la gama de colores de alto valor a sus obras sustituyéndolas por tonos de grises acromáticos para de esa manera quitar la carga psicológica reduciendo sus pinturas a la esencia lisa y llanamente. A la vez el uso de esta gama de grises le permitía trabajar con el significado de los blancos y el negros, colores muy determinantes y maliciosos para su comunidad dentro de los Estados Unidos donde se categorizaba a la gente según el tono de la piel.

Una residencia artística en Xerox le llevó a vincularse con el tóner de las fotocopiadores que también incorporó en su paleta a la hora de colorear sus obras.

Luego de divorciarse de su primera esposa contrajo matrimonio con Mary Staikos hija de inmigrantes griegos y a raíz de su luna de miel en 1969 en Grecia comenzaron a pasar los veranos en un pueblo pesquero en Creta, donde llegaron buscando la zona mas barata de la isla.

Fue allí donde descubrirá la técnica de los mosaicos antiguos que luego se ocupará de perfeccionar en otros viaje por Italia, el Mediterráneo y Egipto.

Entre fractales y teselas: la alquimia de Whitten

El gran salto en su carrera lo va a dar cuando descubre el trabajo de ciertos científicos sobre geometría fractal y comienza a introducir en sus obras teselas de pequeños trozos de piedra, azulejos o vidrios que son usados para la construcción de mosaicos

El objetivo constante de los artistas a lo largo de la historia del arte ha sido siempre poder captar el tiempo, paralizarlo y que a la vez se mantenga latente y vivo en cada obra, como en forma magistral lo intentó hacer Leonardo da Vinci en su Mona Lisa.

Pero también otra de las grandes obsesiones de los artistas ha sido poder captar la luz de la manera mas similar a la real aspecto que varía de modo sustancial dependiendo del lugar. No todas las pinturas provenientes de diferentes regiones del mundo irradian la misma luz. No es lo mismo la poca luz que podían recibir los holandeses en sus diminutos estudios que otros que pintaban a  plain air como los impresionistas en lugares muy lumínicos y fundamentalmente aireados pues luz y aire trabajan en conjunto.

Whitten tuvo la oportunidad de percatarse de estas diferencias en sus largas estadías en Creta donde los objetos irradian una luz metálica bien diferente a la que podemos captar en los mismos objetos en Soho.

Whitten, un escultor que respondió al odio con luz

Siempre estuvo seducido por la luz tanto en sus esculturas como en su pinturas razón por lo cual se ocupó de ello llegando a potenciarla a partir del uso de las teselas acrílicas que pegaba sobre los lienzos.

En 1990 , detrás de su constante creatividad, recortó láminas de endurecidas de pintura acrílica generaron miles de teselas que usaba a modo de partículas  que luego pegaba sobre un lienzo para generar redirigir los ases de luz.

Haciendo uso de esas piezas no solo captaba la luz espacial sino que la redirigía para diferentes lugares, modalidad creativa que le acercó a captar su objetivo que era poder dar vida a la esencia de su arte el cual radicaba en el espíritu, en el alma de los seres humanos.

“Poseer alma” era un término que dentro de la comunidad negra era usado para superar situaciones muy opresivas, algo similar a cuando en Uruguay nos referimos al “espíritu charrúa”.

Ese ejercicio para capturar la luz, lo acercó a la modalidad de Mark Rothko quien también utilizada sus pinturas para dar vida a estados emocionales, guiándonos a otras dimensiones a las cuales entramos invitados por la seducción de los colores de la forma que en que el artista los plasmaba.

El uso de las teselas de varios colores en algunos casos como en Monolito Negro II” de 1994 que le dedicó al escritor negro Ralph Ellison (Oklahoma, 1913-1994), lleva que al ser observadas de cerca se percibe que la figura fue quemada, ardiendo de desde dentro, rasgo que lo asimila a las obras del alemán Anselm Kiefer (1945).

Desde finales de los 80 y hasta el fin de su vida, se ocupó de homenajear con sus obras llamadas “Monolitos Negros” a personas queridas como sus padres, amigos, otros que fueron motivo de inspiración, asimismo aquellos que moldearon su carrera y también personas que admiraba como músicos y artistas, piezas donde incorporaba las teselas. 

La mecánica cuántica, rama fundamental de la física que describe el comportamiento de la materia y la energía a nivel microscópico, como átomos y partículas subatómicas, fue otro aliado dentro de la modalidad pictórica de Whitten.

Sus largas estadías en Creta lo acercaron a la cultura griega donde ahondó en el concepto de la materia, metá physiká en griego.

Según Whitten cada obra está compuesta por una dimensión espiritual aspecto que prevalece en sus obras.

El MoMA rinde homenaje a Jack Whitten, el poeta visual del ama negra

La muestra denominada “Jack Whitten: El Mensajero” lleva por título el nombre de una obra con la cual esta retrospectiva da comienzo.

La pieza que da comienzo a la muestra exhibida en la parte externa de las salas del sexto piso fue un homenaje que el artista le hiciera a Art Blakey (Pittsburg, 1919-1990), un destacado baterista negro líder de una banda de jazz de estilo hard bop de la década de los 50 llamada Jazz Messengers.

Esta obra es lo mas parecido a los trabajos de los expresionistas de su época entre los cuales se encontraba Jackson Pollock pero a diferencia del dripping utilizado por este, Whitten la creó pegando miles de cubos de madera en un gran mosaico generando una sensación de pixeles.

De lejos podemos creernos que es cualquier otro formato, inclusive una fotografía nocturna de tenor astral,  pero al acercarnos y a medida que la vamos recorriendo comenzamos a notar esa serie de pegotes. 

En este tipo de obras de color oscuro y con elementos adheridos podemos notar una clara influencia inspirada por la actividades de sus progenitores. Su padre era minero de carbon y su madre fue costurera, lo que de alguna manera podemos leer una clara incidencia de ambos en sus obras. ¿Tal vez Whitten también haya querido tener presente a sus padres?

Al igual que lo hiciera Pollock, Whitten creaba algunas de sus obras en el plano horizontal tramando la obra en el piso.

Haciendo uno de telas de grandes formatos iba volcando acrílico sobre ellas a medida que la capa anterior se secaba.

Luego les pasaba una especie de gran cepillo de goma creado por él de 3,6 metros de ancho generando un barrido uniforme el cual le permitía descubrir las capas anteriores.

Este especie de rastrillo lo creó en 1974 y en la muestra se exhibe una versión del mismo.

Otra obra emblemática de 3 x 6 metros presente en esta exposición es quizás las mas figurativa llamada “9-11-01” creada en 2016 a raíz de los atentados en la Torres Gemelas de Manhattan.

Es sus estadías en Creta se dedicó a crear esculturas, soportes en el cual se sintió mas cómodo. 

En Creta esculpía, en New York pintaba aunque dejó de usar la palabra “pintar” la que sustituyó por “hacer”.

Para él todo artista ya sea abstracto o figurativo tenía que descubrir que la única luz que tiene está en el color.

De acuerdo a su criterio, la densidad de la luz, aspecto primordial en su obra, es diferente en la mente de un escultor que en la de un pintor.

Varias de estas culturas fueron traídas por Hauser & Wirth para formar parte de esta retrospectiva.

Whitten era mas que un artista. Podríamos decir que se trataba de un historiador poético el cual creó toda una sutil narrativa para denunciar el cruel racismo en su país.

Era un ciudadano de mundo, de un mundo pacífico que al igual que John Lennon en “Imagine” carecía de razas, color, género, ni complejos territoriales, ni religión, ni política, un mundo donde sola había vida y basta.

En una entrevista brindada en febrero de 2017, un año antes de su fallecimiento, declaró frente a la última pregunta que le hiciera el artista Jarrett Earnest:

¿Dirías que definir una misión del mundo es tarea de un artista?

Frente a lo que Whitten respondió:

– Ojalá sea tarea de todos, de cada individuo en la sociedad…Nosotros, como personas, tenemos que decir, sin rodeos, que clase de mundo queremos.

Como con el Sr. Trump: no me gusta de que habla, todas esas fobias y el odio que está lanzando. No lo aceptaré, y creo que hay mucha gente que piensa igual. Así que no es responsabilidad del arte, es responsabilidad de cada persona. Todos tenemos que decirlo”

Luego de los atentados de Setiembre 2001 Whitten mudó su estudio a Queens, lugar que su esposa e hija Mirsini Amidon mantienen tal cual como lo dejó.

No se trata de un museo, sino de su atelier, el cual estimo se podría visitar acordando previamente con sus administradoras, by appoiment como dicen los americanos.
Jack Whitten falleció como consecuencia de una leucemia el 20 de enero de 2018 a sus 78 años en la ciudad de New York.


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Una respuesta a «Jack Whitten: El Mensajero»

  1. Avatar de Caro Ponce de Leon
    Caro Ponce de Leon

    Gracias por compartir. Super interesante su vida. Curtió con los mejores. Que placer!

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