París, Francia.
El edifico que ha destinado la Fundación Vuitton para realizar muestras de arte, fue inaugurado en octubre del 2014.
El diseño del mismo estuvo a cargo del arquitecto Frank Gehry (Toronto, 1929) y está ubicado en el Jardín de Aclimatación del Bosque de Boulogne, en el distrito 16 de París, rodeado de extensos parques.
La propuesta estuvo a cargo del empresario del lujo más importante del mundo Bernard Arnault (Roubaix, 1949) presidente de LVMH.
Arnault es un gran coleccionista y reúne obras de destacados artistas contemporáneos.
Llama la atención que en pleno bosque y vecino a la Fundación, se haya permitido hacer un edificio de apartamentos que aún no han acabado.
Para el diseño, Ghery se inspiró en un velero que compuso con doce velas echadas al viento, realizadas en vidrio, generando la ilusión de movimiento.
El edificio tiene amplias terrazas desde donde se logran bonitas vistas panorámicas de la ciudad.
Tiene una superficie de 11779 m² compuesto por once galerías y supera los cuarenta metros de altura.
Cuenta con un auditorio así como un restaurante y un local para venta de libros y artículos varios.
Su costo, nunca se reveló oficialmente pero se estima cerca de 800 millones de euros.
Actualmente se están celebrando dos muestras además de las salas dedicadas a la presentación del desarrollo del edificio.
La de mayor tamaño está dedicada al artista Simon Hantaï (Hungría,1922-2008) , llamada “La exposición del centenario”.
Luego de haberse formado en la Escuela de Bellas Artes de Budapest, Hantaï llega a París donde conoce a André Breton, quien le realiza una exposición en enero de 1953.
Pero su pasaje por el surrealismo fue breve abandonado al grupo en 1955 para defender la concepción del automatismo que llevaba la pintura abstracta y gestual de Jackson Pollock.
“La Exposición del Centenario” está compuesta por ciento treinta obras centrada principalmente en el período de trabajo de Hantaï a partir de 1960 hasta 2004, a pesar de haberse retirado de la vida pública en 1982.
Para situar la obra de Hantaï en la historia y en el panorama de las artes del siglo XX, la exposición se complementa con la de los artistas modernos que jugaron un papel fundamental en su investigación como fueron Henri Matisse, con los papeles recortables (1947-1952 ) y Jackson Pollock con una «Pintura negra» (1948).
Asimismo están presente los artistas contemporáneos Daniel Buren y Michel Parmentier, a los que Hantaï estuvo vinculado desde principios de los años sesenta.
Por otro lado la Fundación presenta una muestra colectiva también sumamente colorida, compuesta por cinco pintores del panorama artístico internacional, de diferentes orígenes y generaciones: Sam Gilliam, Katharina Grosse, Steven Parrino, Megan Rooney, Niele Toroni, llamada “El color en fuga”.
A través de esta propuesta , las pinturas escapan del espacio acotado del lienzo dentro de un marco, y se toman la libertad de expandirse por las salas sobre paredes u otros soportes
Pero más allá de estas descripciones sinópticas de artistas para nosotros desconocidos, la atracción se la lleva el edificio que capta toda la atención principal del visitante, al menos en la primera visita.
Su elegante movimiento aparente, sumado a la luminosidad y aperturas contantes hacia el exterior, llevan la mirada del espectador a un recorrido constante que distrae la atención de las obras expuestas.
En una de sus tantas terrazas, llama la atención un obra del artista argentino Adrián Villar Rojas (Rosario, 1980), quien integra el acervo de Arnault.



