Cuando las galerías de arte dictan las reglas del arte contemporáneo.
¿Quien marca los lineamientos del arte contemporáneo hoy día?
Te invito a develar los secretos del funcionamiento del arte contemporáneo en esta nota.
Uno de los aspectos mas llamativos en el ámbito internacional de las artes plásticas radica en la gran incidencia que tienen las galerías de arte tanto en los museos así como en la manifestaciones.
No es algo nuevo, pero cada vez mas los grandes museos ceden sus espacios a las megagalerías las que se han convertido en sus patrocinadores en exposiciones puntuales.
La bienal de Venecia no escapa a ello y desde hace varias ediciones ese espacio de exhibición, el que fuera creado para ayudar a los artistas fuera del escenario comercial con el fin de difundir sus obras, se ha convertido en la gran plataforma para la promoción de las mas importantes galerías de arte.
Es tanto el afán comercial de las galerías que las bienales son usadas para promover ventas llevando a cabo inauguraciones previas para los coleccionistas quienes antes de la apertura ya han comprado todas las obras mismo tratándose de una manifestación no comercial.
A los coleccionistas les conviene que sus artistas logren ocupar lugares de prestigio buscando de esa manera mantener sus inversiones a buen recaudo.
¿Bienales o showroom?
Cada país que participa en las bienales a falta de presupuesto se vale de la financiación de estos agentes para llevar adelante el envío nacional, quienes obviamente utilizan el pabellón a modo de showroom.
Esta combinación también se repite en otros espacios globales creados también con el fin de la exhibición, discusión y reflexión no pudiendo zafar del gran engranaje comercial.
El nuevo orden del arte: museos bajo la sombra de las megagalerías
El gran poder de estas grandes megagalerías sumado al aumento de inversores que entran al mercado del arte para diversificar riesgos, ha provocado que los precios trepen a sumas siderales los que escapan al presupuesto anual que disponen los museos.
En New York se concentran una gran cantidad de millonarios los que en muchos casos ascienden rápidamente en virtud de las negociaciones en bolsa y es allí que las galerías participan con gran sagacidad razón por la cual estos yuppies se han convertido en los principales coleccionistas de arte contemporáneo.
También en Los Angeles y Ciudad de México se concentran los mas grandes coleccionistas por lo que en La Gran Manzana se han instalado las galerías de arte que dominan el mercado internacional.
Mas allá de que estos museos de arte contemporáneos fueron creados a principios del siglo XX contando con la participación de coleccionistas y galerías comerciales, el vinculo comercial entre los mismos siempre estuvo mal visto.
Este esquema de patrocinación por parte de las galerías comerciales en los museos funciona desde hace 15 años aproximadamente, pero el mismo se ha exacerbo a partir de la pandemia Covid.
Anteriormente a esta tendencia era inaudito que las galerías pusieran un pie en los museos quienes eran los supremos líderes dentro del ámbito artístico marcando y definiendo las tendencias, pero en pocos años la situación ha cambiado y hoy no hay museo que se pueda resistir frente a las ofertas que reciben de ellos.
La galerías asimismo están financiadas por los coleccionistas por la razón anteriormente dicha en relación a salvaguardar sus inversiones.
Una vez que las galerías logran colocar un artista en el mercado se ocupan de buscar la manera de mantener sus precios en alza. Dentro de las diferentes líneas de acción, mas allá de publicidades en revistas y periódicos de prestigio, entre otras es común hoy día convocar a los coleccionistas para que presten sus obras para llevar a cabo muestras amén de los aportes económicos que hacen para publicaciones de catálogos, merchandising y la publicidad que les asegure el éxito.
Este esquema comercial comenzó, y por cierto mal visto, con los primeros pasos que dio el Museo Guggenheim cuando decidió crear una franquicia que se materializó en su casa fundada en Bilbao en 1995.
Thomas Krenz (1946), tan alabado como criticado, quien estaba al frente de la dirección comercial de este museo, fue blanco de críticas al sacar adelante el proyecto que casi le cuesta perder su prestigio dentro del escenario internacional.
Una cosa trajo la otra y para asombro de la cúspide museística internacional, en 1998 fueron utilizadas las salas de esta sede para llevar a cabo una muestra de la empresa americana de motocicletas Harley Davison titulada “El arte de la motocicleta”.
De ahí en mas, todo se ha podido.
New York, capital de un mercado donde las galerías mandan
En 350 muestras individuales que se han llevado a cabo dentro de los doce museos mas grandes de New York, desde 2019, casi el 25% correspondió a artistas representados tan solo por 11 galerías, según datos rebelados en The New York Times.
A excepción del MoMA, que de momento se ha negado a recibir financiación de galerías de arte, el resto de los otros museos mas destacados, entre los cuales se encuentran el Museo Metropolitano (MET), el Museo Whitney y por supuesto el Guggenheim, padre de esta modalidad, han entrado en este esquema, mas allá de que son bastante reacios a brindar información al respecto.
Otro museo que no se ha dejado seducir por los galeristas, de momento, es el Museo Brooklyn quien aun mantiene las características originales de cuando fueron creados los mismos con el fin de albergar obras de artistas consagrados y sus muestras de artistas individuales apuntan a aquellos de menor incidencia comercial.
En New York funcionan casi 800 galerías de arte y la zona de Chelsea en Manhattan es el reducto de muchas de las mas grandes las que juegan en primera división lo que implica participar en el escenario de la feria de arte mas ambiciosa del mundo como lo es Art Basel y también dentro de los circuitos de las bienales.
Los museos que pretenden mantenerse en pie, no les queda otra opción de presentar muestras con un alto grado de publicidad y con un alto rating. Dentro de un esquema donde los recortes presupuestales son cada vez mayores, no encuentran otra salida que ponerse en manos de las megalareias las que no solo les aseguran la concurrencia masiva del público, sino que a la vez que logran desviar esa masa para visitar el resto de las ofertas del museo.
Todo ello nos lleva a tener presente que el formato museo como refugio de obras de arte como fuera constituido, ha perdido efectividad debiendo de competir con otras alternativas de dispersión para atraer el gran público que se mueve en masas de un lugar al otro.
La palabra museo proviene del latín del término musēum el cual definía a un lugar consagrado a las musas el cual era destinado también al estudio y conservación de las obras pero si hoy día estos mamuts se restringieran solo a ello, no lograrían el financiamiento necesario para su mantenimiento.
New York celebra en mayo su semana del arte al inicio de la primavera y es allí durante esos días en que son llevadas a cabo las ferias de arte mas importantes de la ciudad, con pretensiones de ser las mejores del mundo aunque no siempre lo logran.
A su vez los museos aprovechan para llevar a cabo una movida para captar la atención de la gran masa de coleccionistas y amigos del arte que viajan hasta allí convirtiendo a la ciudad en una gran fiesta artística.
Nada de ello seria posible sin la participación activa de los galeristas que llegan tomados de las manos de sus coleccionistas.
Dentro de estas megagalerías con sede en New York podemos nombrar a las cuatro mas importantes como lo son Pace, Larry Gagosian, David Zwirner y Hauser & Wirth las cuales se han convertís en los nuevos curadores del arte mundial.
De esta última ya hemos hecho alusión en la nota publicada a raíz de la muestra de uno de sus artistas Amy Sherald en Museo Whitney.
¿La primavera de Hauser & Wirth o el invierno de los museos?
Asimismo Hauser & Wirth está llevando a cabo otra muestra individual del artista Jack Whitten en el MoMA , donde si bien no aportó financiación facilitó el traslado de varias piezas del exterior. También la galería está realizando la muestra de Lorna Simpson en el MET y en el Salomon R Guggenheim la de Rashid Johnson que será motivo de una próxima nota.
Este protagonismo de esta galería suiza con 19 locales diseminados por todo el mundo incluyendo sus tres locales en Manhattan, ha llevado a que en los medios se hable de la “primavera Hauser”.
Hauser & Wirth fundada en 1992, también se desempeña en el mercado hotelero y gastronómico, está dirigida por la familia Wirth bajo la dirección de Marc Payot quien comentó que todas estas muestras sucedidas al unísono en Manhattan son el producto solo de una gran coincidencia.
Hauser & Wirth viene pisando cada vez mas fuerte a la vez que va desbancando a sus competidores mas cercanos. Solamente en los últimos seis años y medio han llevado a cabo 18 muestras individuales.
El arte contemporáneo atrapado dentro de una escena dominada por el capital privado
Si bien esta gran incidencia de las galerías dentro de los ámbitos museísticos no esta bien visto y aun mantiene sus detractores, no hay dudas de que es el único camino para la sobrevivencia de los museos.
O bien aceptan el formato, o bien quitan la palabra “museo” de sus marquesinas para pasar a ser espacios dedicados a la difusión de las arte visuales sin el peso implícito de la corrupción que les juega en contra.
No hay duda de que los hilos del mercado del arte contemporáneo internacional están manejados por estas megagalerías que aprovechando la falta de recursos de los museos se han apoderado no solo del mercado sino de las tendencias del mismo.
De esta forma no nos queda nada por descubrir. Lo que creemos que nos seduce y gusta es producto no de nuestra sensibilidad y capacidad analítica sino que todo ya nos viene dado para que lo aprehendamos.








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