El Edificio Yacobián

Recuerdo cuando este libro editado en 2002 comenzó a ser reconocido y premiado, generó mucha resistencia. A los escritores árabes les resultaba inaceptable que un odontólogo pudiera recibir tantos elogios literarios máxime que tocaba ciertos temas tabú como la corrupción política y la homosexualidad entre otros tantos.

Fue el libro mas vendido durante cuatro años habiendo sido elegido como la mejor novela en 2003 por los oyentes del Servicio de Radiodifusión de Oriente Medio de Egipto.

Alaa Al Aswany (El Cairo,1957) relata la historia de un lujoso edificio compuesto por 10 pisos, construido en los primeros años de la década de los treinta, cuando Egipto comienza a sufrir el deterioro a partir de la revolución en 1952, que derrocara al rey Farouk y pasara a manos de Gamal Abdel Nasser.

El autor hace una descripción minuciosa de sus integrantes compuesto por gente adinerada, industriales, políticos prestigiosos y extranjeros que poco a poco van abandonando los apartamentos producto de la situación económica y social del país. Al mismo tiempo, el edificio va siendo ocupado por militares y sus familias algunas de las cuales provienen de zonas rurales pertenecientes a clases sociales bastantes mas bajas que los habitantes originales.

Asimismo, poco a poco varios residentes que otrora fueran ricos van sufriendo deterioros en sus situaciones económicas producto de la grave crisis del país, acompañando el derrumbe social del que fuera uno de los edificios mas prestigioso y emblemático de la calle Suleimán Pacha.

Ubicado en pleno centro comercial de El Cairo, el edificio es ocupado por una amplia variedad de integrantes muy particulares que van desde aristócratas venidos a menos, políticos corruptos, profesionales, intelectuales, entre otros. Asimismo, cuenta con cincuenta depósitos ubicados en el techo originariamente construidos para guardar objetos de los propietarios, que se han ido convirtiendo en buhardillas ocupadas por gente trabajadora y humilde, lo que genera que el edificio se convierta en una muestra casi total muy representativa del país. Todo esa situación convierte al lugar un autentico “conventillo” egipcio.

A través de las historias variopintas que incluyen corrupción política, encuentros amorosos fuera de los matrimonios así como las aventuras homosexuales del director de una revista, hacen del relato una historia muy atrapante y entretenida. Tampoco faltan los aportes del portero y su familia. Como podríamos decir los uruguayos: un chusmerío total.

“Se lee solo” o “se lee de un tirón” podría afirmar, sin darnos casi cuenta de que esta composición de historias nos van dando cuenta de la triste situación que atraviesa el país a través de las vicisitudes y pasiones de los habitantes del edificio.

Se trata de un excelente y entretenido libro que me provoca volver a leer. Con posterioridad estuve atento a las nuevas publicaciones de Al Aswany de quien solo conocí Chicago también muy bueno, aunque muy por debajo del nivel de este otro. En ese caso, el punto de enfoque se traslada hacia los Estados Unidos donde el relato de los refugiados egipcios que llegan allí huyendo de la situación alarmante del país. Pero eso será tema de otro relato.

De momento los animo a leer este y luego me comentan.


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