El escritor francés Philippe Claudel (Nancy, 1962) forma parte de mis preferidos, máxime que es de mi generación cosa que me reconforta pues siento que hablamos de los mismos temas, todos los que son contemporáneos a nuestro tiempo.
Lo conocí a través de Aromas, un librito que habla sobre los distintos perfumes que fueron conformando su historia personal. A partir de allí fui leyendo con cautela cada libro nuevo suyo hasta llegar a su obra maestra, según mi criterio, La nieta del señor Linh.
Como suele suceder con obras excepcionales, esperamos los subsiguientes libros sean de la misma calidad o superior, expectativa que en la mayoría de los casos difícilmente se cumple. Las inspiraciones no siempre son las mismas y tampoco acuden en todo momento.
Me viene a la mente el caso de Sandor Marai (Hungría, 1900-1989) con El último encuentro o La mujer justa, que luego de leerlas el resto de sus novelas nos decepcionan en la medida de que no logran la calidad de estas dos.
Creo que Irene Nemirowsky (Rusia, 1903-1942) nunca me ha decepcionado amen de sus formidables libros como El baile o Suite Francesa. A pesar de que otras novelas no las superan, tampoco me han decepcionado.
Casos de autores parejos Gao Xinjgian (China, 1940), Herman Koch (Holanda, 1953) y algunos pocos mas que aun no me han decepcionado, categoría de la que había formado parte Claudel hasta luego de haber leído este titulado La Investigación. El caso es que habiendo leído todos sus libros que han llegado a Uruguay que creo son cinco, este no lo reconozco como producto de su pluma.
Que escribe en forma excepcional no hay duda, pero en esta novela se adentra en un genero un tanto surrealista o mas bien kafkiano en el sentido de que me recuerda a La metamorfosis. No hay cosa mas decepcionante que adentrarse en las paginas de una novela y no encontrar la comunión buscada o esperada. En este libro Claudel navega en una fábula fantástica con un relato metafísico como escribe Emmanuel Hetch de L’Express.
Suelo visitar a modo de paseo la librería, que en mi caso siempre es la misma y no dejo de sorprenderme por la cantidad de libros nuevos que se están editando en forma constante a diferencia de lo que creíamos a partir de la aparición de las tabletas electrónicas. Lo primero que miro son las novedades y me gusta hablar con los libreros así como escuchar a las opiniones de otros lectores.
Para mi una novela nueva de Philippe Claudel no acepta cuestionamiento alguno, al menos hasta ahora. Obviamente salí con él debajo del brazo con la excitación que me genera la elección de un libro.
Ya en el primer capítulo no lo reconocí. – ¿Qué le sucedió a Claudel?, – me pregunté.
De haber sido otro autor lo hubiera abandonado, pero sobrellevé el desanimo leyendo otro libro a la vez cosa que suelo hacer en esos casos.
La historia relata el periplo del protagonista al cual siempre el autor se refiere como el Investigador. El personaje llega a una ciudad con el cometido de averiguar la razón del gran número de suicidios de los empleados de una empresa.
Así comienza su periplo a través de lo que se entiende como un sueño que el autor o el protagonista va teniendo. Cabe reconocer que hay situaciones muy cómicas y otras desesperantes que perturban al lector pero mismo así no logró atrapar mi atención como tampoco generó satisfacción en la lectura.
Lo leí deseando acabarlo o bien que la historia se desviara o tomara otro rumbo.
Percibo una gran evolución tanto creativa como intelectual de Claudel pues se luce adentrándose en otra dimensión, seguramente la que transita su personaje atrapado dentro de su propia mente.
Otra característica es que ningún personaje tiene nombre propio y todos se definen en virtud de su actividad. Es una historia muy gráfica, muy visual donde el espectador fácilmente acompaña la escenografía necesaria para la historia, aspecto que tal vez ganaría efecto si la misma se llevara al cine. También el personaje es muy fácil de visualizar y enternece y divierte al lector, pero mismo así eché de menos al Claudel anterior.
La próxima vez que publique otro libro, indagaré antes de leerlo, mucho mas antes de comprarlo. No me gusta cargar de volúmenes mi biblioteca con aquellos que considero no me aportan. Si este es su camino, será una escritor al cual dejaré de seguir.
Mi crédito lo ha perdido. Tal vez el título haga alusión también a la investigación propia del autor de transitar por este nuevo camino en cuyo caso y de tener oportunidad le diría que regrese a su camino anterior.
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