Museo del Arte de Tel Aviv

Tel Aviv, Israel.

Podríamos decir que desde la primer franquicia museística realizada por el Museo Guggenheim en Bilbao en 1995, se comenzó a darle el prestigio relegado que otrora tuviera la arquitectura integrante del termino Bellas Artes junto con la pintura y la escultura.

El edificio realizado por el arquitecto Frank Gehry (Toronto, 1929) marcó un camino a seguir máxime cuando el formato comercial dio resultado. Los vascos se agarraban la cabeza cuando el director del Guggenheim Thomas Krens les presentó el proyecto munido del presupuesto que les dejó temblando pues excedía en varios millones de dólares lo planificado.

La idea inicial de los vascos era montar un mueseo en alguno de sus edificios existentes para desviar la atención de los millones de turistas que llegaban a España y que no pasaban por allí precisamente.

A partir de ese momento el protagonismo de los arquitectos y sus obras se convirtieron en polo de atracción del público ávido de acercarse al arte.

Muchos son los museos que se han erigido desde ese momento que poco a poco iré rescatando.

En esta nota les invito a conocer una nueva sede de un museo existente como es el caso del Museo de Arte de Tel Aviv. Fue inaugurado en 1932 en la casa de quien fuera el primer alcalde de la ciudad y luego fue trasladado en 1971 al predio actual sobre la Avda Samuel-Hamelekh. En 1999 fue ampliado y año en que también se creó el Jardín de escultura Lola Beer Ebner.

Pero lo novedoso del mismo radica en la inauguración de una nueva ala realizada el 02 de noviembre de 2011 con un edificio digno de admiración que invita a los habitantes locales así como a lo viajeros internacionales una visita obligatoria.

Fue diseñado por el estudio del arquitecto Preston Scot Cohen (USA, 1961).

Habiendo recibido el nombre de Herta & Paul Amir Building, la nueva planta agrega al museo 18.500 m2 destinadas al arte israelí, fotografía, diseño, arquitectura, salas temporales así como un auditorio, salas de reuniones, restaurante y oficinas.

Con un presupuesto de 45 millones de dólares, el edificio de concreto y sumamente iluminado, está conformado por cinco niveles de las cuales tres están bajo tierra.

Llama la atención el atrio de 87 m de altura con forma de espiral que se erige a través de las miradas seducidas que buscan su punto mas extremo.

Epicentro de la vida cultural y social de la ciudad, el MATV fue erguido a través de formas de origami casi imposibles de asimilar bajo nuestros estructuras mentales.

Los arquitectos del estudio de Preston Scott Cohen retorcieron formas geométricas de forma tal de lograr no solo una visión externa impactante sino la difícil tarea de conseguir salas amplias y receptivas para las obras de arte contemporáneo en sus diferentes formatos y tamaños.

Claro está que nada de esto se hubiera logrado sin la ayuda de los software de los programas virtuales usados en el diseño arquitectónico que han revolucionado el mundo desde la fundación del Guggenheim de Bilbao.

El MATV cuenta con obras de los mas prestigiosos artistas de renombre internacional como Pablo Picasso, Vasili Kandinski y Edvard Munch artista que tomará mayor notoriedad a partir de la fundación de su nueva sede del museo en Oslo prevista para 2020.

Se trata de un museo de muy poca difusión que vale la pena difundir y conocer para aquellos que se acerquen por Tel Aviv.

También deberemos de recepcionar el nombre de este arquitecto a quien abordaré en otra reseña con otro de sus museos.


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